22º CONGRESO NACIONAL DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE DIABETES (SED)
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Su uso hoy es experimental y no se espera la primera terapia antes de 10 años
Un ensayo piloto con células autólogas evita la amputación del pie diabético
Redacción/EP
Barcelona
Las terapias basadas en células madre sólo forman parte del posible futuro en el campo de la diabetes. En la actualidad se prueban de forma experimental, si bien los expertos confían en que en aproximadamente 10 años se pueda contar con ellas para promover la producción de insulina en el organismo del paciente diabético.
Así lo explicó durante el congreso Juan Domínguez-Bendala, investigador del Diabetes Research Institute de Miami, apuntando que el problema que existe en la actualidad es que las células que producen insulina se obtienen de un donante cadavérico, y “no hay suficientes para satisfacer la demanda de órganos que precisan los pacientes”.
Una cuestión que quedaría resuelta con el uso de células madre, ya que el problema de la disponibilidad de tejidos ya no existiría. “Se pasará del estado actual, en el que sólo se puede beneficiar un limitado número de personas de estas terapias, a las del futuro, en las que, en lugar de ‘islotes de langerhands’ cadavéricos de un donante, vamos a usar células madre que se hayan diferenciado en células productoras de insulina”, subrayó.
De forma experimental, ya se han realizado mil trasplantes de células en todo el mundo, y el objetivo es llegar a un abordaje que alcance a millones de pacientes. Según aclaró Domínguez-Bendala, “las células madre que se usarán podrán ser de origen embrionario, adultas o reprogramadas del propio paciente”.
Uso en pie diabético
El director del programa de Terapia Celular del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa, y exministro de Sanidad, Bernat Soria, comentó que en Andalucía se están desarrollando más de 10 ensayos clínicos con terapia celular.
Destacó un trabajo en el que han empleado células madre del propio paciente para evitar la amputación del pie diabético. El piloto se ha realizado en el Hospital Virgen de Macarena de Sevilla, con 20 pacientes, y ahora se están repitiendo ensayos con 100 personas en hospitales de toda España. Como matizó Soria, hasta dentro de dos o tres años no habrá datos para confirmar si se puede implantar como una prestación en el sistema sanitario público.