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Cecilia Ossorio
Barcelona
Unos 15 millones de personas acuden cada año a los servicios de urgencias en Europa y Estados Unidos con síntomas que anuncian un infarto de miocardio. Sin embargo, el dolor torácico no siempre desemboca en el temido ataque al corazón, sino que también se debe a patologías como la embolia pulmonar, la hipertensión pulmonar o la úlcera gástrica.
Un equipo internacional en el que han participado expertos del Servicio de Neumología y de Urgencias del Hospital del Mar de Barcelona ha descubierto nuevos biomarcadores que pueden agilizar el diagnóstico o descartar el infarto en pacientes con dolor torácico de inicio reciente en menos tiempo de lo que era habitual —esperan que tres horas—. Son las sensitive cardiac troponin, troponinas con alta sensibilidad que resultan más eficaces que las tradicionales, como explicó a GACETA MÉDICA Katrin Winkler, la investigadora del Hospital del Mar que firma el estudio.
Hoy en día, para detectar los infartos se realiza una evaluación clínica y un electrocardiograma. Sin embargo, en algunos casos estas pruebas no resultan suficientes para dilucidar si el paciente sufre este evento. “Entonces contamos con unos marcadores en sangre, las proteínas del corazón denominadas troponinas, que nos muestran si hay destrucción del miocardio”, apuntó Winkler.
La cuestión es que estas proteínas requieren entre tres y cuatro horas tras el infarto para ser vistas en sangre, y esta situación es crítica en los pacientes en los que la existencia de infarto no está clara. Así, se tarda entre 6 y 12 horas en llegar a un diagnóstico, en las que el enfermo debe ser monitorizado y sometido a repetidos análisis de sangre en el hospital.
En el estudio con las troponinas sensitivas, que ha sido publicado en The New England Journal of Medicine, se estudiaron muestras de sangre de 718 personas que acudieron con síntomas de infarto agudo de miocardio, según señaló Christian Mueller, director de este trabajo liderado por el Hospital Universitario de Basilea (Suiza), con la colaboración de varios centros sanitarios europeos.
Agilizar las urgencias
En él descubrieron que estas proteínas son especialmente eficaces en pacientes que acuden con dolor torácico reciente, inferior a tres horas. “Podemos diagnosticar antes y tratar de forma adecuada al paciente para evitar complicaciones mayores”, señaló Winkler, subrayando otras ventajas que supone esta agilización, como el ahorro de recursos que se pueden destinar a otras necesidades.
La experta cree que en Basilea estos biomarcadores se trasladarán pronto a la práctica clínica, si bien destaca que son necesarios más estudios que demuestren el ahorro de costes que podría alcanzarse al disminuir la estancia en los servicios de urgencias de los pacientes con baja sospecha de afección coronaria.