J.G./E.M.C. Madrid | viernes, 25 de noviembre de 2011 h |

Representantes de organizaciones médicas, enfermeras y de pacientes hacen balance para GACETA MÉDICA de los hitos del Sistema Nacional de Salud en los últimos años, analizan la situación actual y se aventuran a marcar las líneas estratégicas por donde debería ir el sistema.

1 ¿Qué hitos concretos destacaría del Sistema Nacional de Salud en la última década?

Juan José Rodríguez Sendín. Presidente de la Organización Médica Colegial (OMC): Un gran avance ha sido la publicación de la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias, pero lamentablemente ha tenido un escaso desarrollo. Por otra parte, la culminación de la descentralización sanitaria ha sido beneficiosa para acercar la sanidad a los ciudadanos, pero no se tuvo en cuenta los mecanismos suficientes para mantener la cohesión y coordinación lo que ha provocado el desgobierno del SNS. Esperemos que en esta década se ordene, planifique y coordine. Otro hito ha sido la Ley del Tabaco que, sin duda, ha tenido una gran repercusión en la salud de los ciudadanos y veremos mejor los resultados a medio y largo plazo, pero creo que tiene que desarrollarse todavía más e introducir medidas, como la prohibición de fumar en los coches al menos cuando viajen niños en su interior. Y también, aunque no es una medida directamente sanitaria, la regulación del carné de conducir por puntos ha tenido mucha incidencia porque ha evitado muchas muertes. Finalmente, la creación del Foro de la Profesión Médica en 2008 ha sido el inicio de un camino conjunto de todo el sector sanitario para abordar todos los temas que nos afectan. Esperemos que sea fructífero.

Patricio Martínez. Secretario general de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM): Los principales, las transferencias sanitarias a las comunidades y la creación del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.

Joaquín Estévez, presidente de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa): La consolidación de 17 servicios de salud, cada uno con su idiosincrasia; la cartera de servicios amplia y común; el sistema solidario, equitativo, universal y de calidad; la salud como mejor pilar del estado del bienestar en España; la irrupción de nuevas formas de financiación, organización y gestión; el desarrollo de las TIC; el fomento de la I+D+i; y los proyectos de integración de niveles asistenciales.

Ignacio Cantero, vicesecretario de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen): Tal vez el hecho más trascendente haya sido la culminación en 2002 del proceso de transferencias a las CCAA. La relevancia de ello para la atención primaria radica en que como consecuencia se han generado importantes diferencias entre los servicios y recursos autonómicos. Hoy nos encontramos con 17 sistemas de recursos, ofertas de servicios y sistemas retributivos dentro de la primaria cada vez más distantes entre sí. Ello conduce a desigualdades asistenciales y de condiciones de trabajo de los médicos de AP. A modo de ejemplo, el acceso a las pruebas diagnósticas por parte del médico de AP también es desigual y ello frena la capacidad resolutiva del primer nivel al impedir al médico ser el auténtico gestor integral de los casos mediante la gestión directa de los recursos a su alcance.

Máximo González Jurado, presidente del Consejo General de Enfermería (CGE): La sanidad es a día de hoy la ‘joya de la Corona’ de nuestro estado de bienestar. Ha permitido una democracia universal en el acceso y el uso de todos sus recursos, accediendo a ella en igualdad de condiciones todos los ciudadanos y beneficiándonos de las técnicas quirúrgicas, tratamientos y tecnologías más avanzadas del mundo. Cualquiera de nosotros, en caso de necesitarlo, tiene acceso a los trasplantes más complicados, a los tratamientos más avanzados, a las cirugías más innovadoras, todo ellos con independencia de quienes seamos, cuanto ganemos, donde vivamos o que ideología tengamos.

Alejandro Toledo, presidente de la Alianza General de Pacientes (AGP): En primer lugar, la consolidación de la universalidad de un sistema que es hasta el momento referente mundial por la calidad de sus prestaciones. Y la consolidación de la Organización Nacional de Trasplantes, verdadera ‘joya’ del sistema, que pone en evidencia la importancia de las coordinaciones estatales en el ámbito de la salud.

2 ¿Qué radiografía hace del actual Sistema Nacional de Salud?

Juan José Rodríguez Sendín: El SNS español es uno de los mejores del mundo en cuanto a calidad asistencial y los profesionales son los mejor valorados por los ciudadanos. Pero la coyuntura económica ha afectado al sistema sanitario ante la necesidad ineludible de cumplimiento estricto de los objetivos de déficit público, lo que ha desencadenado recortes apresurados e indiscriminados en el presupuesto de gasto sanitario en determinadas CC.AA. de consecuencias imprevisibles. Por otro lado, y como hemos dicho, las transferencias sanitarias se han hecho sin instrumentos y mecanismos efectivos de planificación y coordinación y han provocado una gestión ineficiente —se habla ya de una deuda de 20.000 millones de euros— e incluso de desigualdades en la oferta y condiciones de servicios fundamentales. Ante esta situación, los profesionales sanitarios y especialmente los médicos tienen que dar la cara ante los pacientes, sin embargo se encuentran en una situación de incertidumbre, sin un modelo explicativo integral del que sentirse partícipes y corresponsables.

Patricio Martínez: De igual forma que la creación del Consejo Interterritorial supuso en su día un gran avance, la falta del carácter vinculante de sus decisiones se traduce en un SNS en el que falta cohesión y equidad.

Joaquín Estévez: La financiación es insuficiente y no finalista. Hay una excesiva politización. El Ministerio de Sanidad y el Consejo Interterritorial han fracasado en todas sus políticas, y, sobre todo, en la coordinación del SNS. La ausencia de coordinación y cohesión del sistema es un hecho, así como la falta de evaluación de resultados en salud. Los sistemas de información sanitaria no son homogéneos, los profesionales están desmotivados y existen excesivas bolsas de ineficiencia.

Ignacio Cantero: Sin ser catastrofista, el panorama no es muy halagüeño. El médico está desilusionado con este modelo de atención primaria. De la pretensión de una AP resolutiva, con alta capacitación técnica y humana sobre la que pivotara el SNS, hemos pasado a una atomización y desmembramiento de la primaria en modelos distintos, cada uno con sus peculiaridades en función de la CC.AA. en donde nos encontremos. La exigente demanda asistencial aparta al médico de otras labores fundamentales como la docencia, la investigación y las actividades comunitarias, entre otras. Todo esto teniendo en cuenta que el médico de familia es un profesional altamente cualificado, con una de las mejores formaciones médicas de Europa.

Máximo González Jurado: El sistema sanitario es magnífico pero va camino de la insostenibilidad por una falta clara de liderazgo desde un ámbito nacional. Con esto no señalo a culpables, el problema radica no solo en el ministerio, también en las CC.AA., que han actuado a sus anchas haciendo y deshaciendo a su antojo. Nos enfrentamos, pues, a una situación muy difícil y es necesario afrontar cambios estructurales porque sino el sistema, tal y como lo conocemos hoy, es insostenible. Lo que antaño era un servicio nacional se ha convertido en 17 sanidades diferentes todas ellas con enormes edificios, miles de personas y gestiones duplicadas. Además se han construido infraestructuras hospitalarias —algunas de ellas faraónicas— en zonas donde realmente no hacía falta porque estaban ya perfectamente cubiertas. El problema de este tipo de recursos no es la construcción sino su mantenimiento anual que es casi igual que el coste de la construcción. Sin embargo, pese a todos estos recursos, se han desatendido aspectos fundamentales como el hecho de que, a día de hoy, la movilidad tanto de pacientes como de profesionales es más fácil por los países de la Unión Europea que entre las propias comunidades autónomas. A nadie le cabe en la cabeza que no haya una misma tarjeta sanitaria unificada, ni una historia clínica digital común, incluso accesible para la sanidad pública y privada.

Alejandro Toledo: Se trata de un sistema eficiente, con altas cuotas de acceso y universalidad de los servicios, un excelente sistema para los tratamientos de enfermedades agudas y deficitario en el tratamiento de enfermedades crónicas y prevención, y donde, por desgracia, cada día se pone en evidencia las desigualdades territoriales respecto a la prestación de muchos tratamientos.

3 ¿Hacía dónde cree que va el Sistema Nacional de Salud y hacía dónde debería ir?

Juan José Rodríguez Sendín: Desde luego, la situación actual no es sostenible y es necesario actuar ya y, si queremos preservar este servicio fundamental del estado del bienestar, es necesario que todo el sector se comprometa en los procesos de cambios necesarios. Hay que tener en cuenta, además que los servicios sanitarios forman parte de un sector productivo estratégico de la economía del conocimiento, generador de riqueza, bienestar, innovación científica y empleo cualificado. La cuestión está en si podrá seguir siendo sostenible con las condiciones financieras restrictivas y de ajustes estructurales que hoy se le imponen.

Creemos que es inevitable e imprescindibles hacer cambios estructurales para garantizar la sostenibilidad del SNS y, para ello, hay que establecer, entre otras medidas, un Pacto político y social, crear un modelo de buen gobierno sanitario, definir una cartera de servicios igual, un sistema de información sanitaria interoperable con todos los sistemas públicos de salud, provocar un cambio efectivo del modelo asistencial y profesional y redefinir el modelo retributivo de los profesionales.

Los médicos nos comprometemos a garantizar la calidad asistencial, a racionalizar las prestaciones con la utilización de los recursos y servicios sanitarios en función de coste y efectividad y a priorizar actuaciones en base a necesidades y resultados en salud.

Patricio Martínez: El SNS parte de una situación de infrafinanciación e infrapresupuestación que debería ser resuelto. Hay que poner a cero el déficit sanitario como punto de partida para reforzar la cohesión en la sanidad española.

Joaquín Estévez: Está en riesgo la sostenibilidad por falta de financiación suficiente, hay una crisis del sistema, faltan inversiones necesarias en el sector público, y también corre peligro la permanencia de la actual cartera de servicios, y hay una crisis económica del sector privado. Por ello, el SNS debería aprobar un Pacto de Estado por la sostenibilidad, con participación de todos los grupos de interés, no solo de los políticos y sindicatos, realizar una reforma legal hacia la sostenibilidad, desarrollar la teleasistencia, implantar la historia clínica única, despolitizar el sistema, dar más representatividad y vinculación en la toma de decisiones del Consejo Interterritorial, realizar una nueva política de recursos humanos, homogeneizar los sistemas de información, evaluar resultados en salud, profesionalizar la gestión, evaluar tecnologías y medicamentos nuevos antes de implantarlos, fomentar políticas de I+D+i, modificar los órganos de gobierno de los hospitales y dotar a éstos de personalidad jurídica propia, utilizar más y mejor el sector privado por parte del sistema público, implantar más extensamente la gestión clínica, gestionar de forma más adecuada la atención a pacientes crónicos, implantar políticas de calidad total, y organizar la asistencia por procesos, no por servicios jerarquizados, verticales y burocratizados.

Ignacio Cantero: La atención primaria debería avanzar, primero, en profesionalizar la gestión. Es importante articular fórmulas de relación contractual de los cargos directivos con la administración correspondiente de forma que éstos sean evaluados por sus resultados y no por su afiliación política. Esto implica el desarrollo de indicadores fiables y fácilmente medibles para evaluar los resultados en salud de la población como consecuencia de la buena o mala gestión desarrollada. Además, el encorsetamiento en la delimitación de funciones entre el personal sanitario y no sanitario impide avanzar en prestar una asistencia más ágil y dinámica en los centros de salud. Sobre la corresponsabilidad del paciente, los ciudadanos deben asumir sus deberes en materia de salud, que pasan por el adecuado uso de los recursos sanitarios, la responsabilidad con su salud y la colaboración con las autoridades sanitarias. Además, es importante avanzar no solo en un incremento de los recursos humanos, sino en una mejor distribución de los mismos, adaptando éstos a las necesidades asistenciales y de salud de cada territorio. La distribución de profesionales siguiendo criterios estrictamente poblacionales debe revisarse por inadecuados, debido a los cambios sociodemográficos que se han producido en los últimos años. Deben implantarse las nuevas tecnologías y aprovechar todo su potencial. Implantar la historia clínica electrónica en todo el SNS es una necesidad inaplazable, no solo para el paciente, sino para el profesional. Y por último, el médico de primaria debe gestionar los componentes del proceso asistencial, entre ellos, tiempos de consulta por paciente, derivaciones e interconsulta a otros especialistas y libertad de elección de los mismos, gestión de los periodos formativos y docentes, y tiempo para investigación.

Máximo González Jurado: En esta nueva legislatura debe ser objetivo prioritario salvar la sanidad española porque sin actuar el sistema se dirige a la insostenibilidad. Y para conseguirlo es prioritario realizar cuanto antes una radiografía de cómo está y cuáles son sus puntos débiles, que los tiene. Quienes conocemos la Sanidad sabemos bien que ahora mismo podrían ahorrarse millones de euros llevando a cabo un gestión responsable, unificada, eficaz, protocolizada, coherente y sostenible.

Una vez realizada dicha radiografía, el siguiente paso es el desarrollo de un Pacto de Estado por la Sanidad. Y para ello resulta imprescindible que los políticos, los profesionales y los pacientes nos sentemos a diseñar una hoja de ruta determinando cuál es la sanidad que queremos, cuáles serían las prestaciones que pretendemos para un futuro a medio y largo plazo; cuál va ser su coste y cómo vamos a pagarla (y aquí entrarían las posibles medidas a adoptar).

Alejandro Toledo: La amenaza de los recortes en su financiación pone en dificultades seriamente el trabajo conseguido en la equidad del acceso al SNS. Debería ir hacía la optimización de los recursos existentes, la reorganización de la atención a crónicos, la proliferación de estrategias preventivas de salud y la reforma de las políticas de recursos humanos, sin por ello menoscabar en calidad las atenciones básicas a los pacientes.