Los avances en la cirugía de la obesidad de los últimos años han permitido revolucionar el tratamiento de la diabetes. Esta ha sido una de las principales conclusiones del 18º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad Mórbida y de las Enfermedades Metabólicas, organizado por SECO.
Como destacó Ricard Corcelles, especialista en cirugía del Hospital Clínic de Barcelona, para abordar la obesidad de forma quirúrgica se emplean dos tipos de técnicas, “unas que son más restrictivas y que permiten reducir el tamaño del estómago, y otras que son malabsortivas, que además causan una la mala absorción de los alimentos”, por lo que restringen tanto la cantidad de calorías como de nutrientes que absorbe el organismo.
Este experto explicó que ambos tipos de técnicas consiguen que los pacientes bajen de peso, lo que tiene un efecto beneficioso sobre la diabetes. Pero, además, estas técnicas estimulan una serie de hormonas que ayudan a regular mucho mejor los niveles de azúcar en la sangre. “Y, sobre todo, este efecto lo consiguen las técnicas malabsortivas, ya que, aparte de reducir el estómago, estimulan mucho más las hormonas que favorecen la pérdida de peso y el control de la diabetes”, señaló Corcelles. “De este modo, en una sola semana ya se resuelve la diabetes en muchos pacientes o, como mínimo, mejoran —añadió—. Si conseguimos que los pacientes dejen de tomar insulina o que reduzcan la cantidad de fármacos que toman, ya es un gran avance para ellos”. Las hormonas que logran mejorar las técnicas malabsortivas son, como dijo Corcelles, “las incretinas, es decir, GLP1, y GIP”. Por otro lado, aunque también se opera a los pacientes con DM1, “la experiencia es mucho menor en ellos”, aseveró Corcelles.
Este experto explicó que, en la actualidad, se está investigando la posibilidad de desarrollar fármacos basados en estas hormonas que provoquen cambios parecidos a los causados por la cirugía. “Además, y a pesar de que las cirugías hoy en día se realizan por laparoscopia, también se está trabajando en desarrollar métodos endoscópicos”, subrayó.
Complicaciones de la cirugía
Por su parte, Juan Carlos Ruiz de Adana, jefe de sección y coordinador quirúrgico de la Unidad de Obesidad del Hospital Universitario de Getafe, señaló que “las complicaciones de la cirugía de la obesidad son infrecuentes”. Aun así, destacó este experto, cuando un paciente que se ha sometido a este tipo de intervención acude a Urgencias por problemas en el abdomen, “hay que tener en cuenta que hay complicaciones tardías relacionadas con la cirugía y que hay síntomas que parecen banales que pueden esconder complicaciones más serias”. En ese sentido, Ruiz de Adana recomendó realizar siempre pruebas complementarias como el escáner abdominal. “Pero hay que saber interpretar esta prueba, ya que la cirugía de la obesidad produce distorsiones en la anatomía del paciente —comentó—. Si no se hacen las pruebas necesarias, un abdomen agudo puede terminar en un cuadro de obstrucción intestinal, perforación o peritonitis”.
Asimismo, en el congreso se han presentado los resultados de un estudio realizado por Ethicon y la revista The Economist que señala que “de los 2 millones de pacientes obesos y metabólicos con indicación quirúrgica en España, solo 7.000 (0,03 por ciento) son sometidos a cirugía bariátrica cada año”.