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Los médicos consideran la crisis una oportunidad para abordar los problemas que arrastra el Sistema Nacional de Salud (SNS) y creen que esta puede ser la situación que propicie una correcta reorganización de los recursos para lograr una asistencia sanitaria más equitativa. Por ello, confían en que el Ministerio de Sanidad acepte su propuesta de colaboración y ponga en marcha las medidas que plantean sin adoptar nuevos recortes o incluso matizando algunos de los ya implantados y que pueden amenazar la calidad de la asistencia, aunque por ahora no creen que la situación sea alarmante.
Así lo consideran las diez sociedades científico médicas —la de Cardiología SEC, la de Oncología Médica SEOM, la de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica Separ, la de Patología Digestiva SEPD, la de Gastroenterología AEG, la de Alergología e Inmunología Clínica Seaic, la de Endocrinología y Nutrición SEEN, la de Nefrología S.E.N., la de Neurología SEN y la de Reumatología SER— firmantes de una declaración que, bajo el paraguas de la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (Facme), presentarán esta tarde a la secretaria general de Sanidad, Pilar Farjas, incidiendo en la importancia de descentralizar la gestión hacia las unidades y servicios, dotando de más autonomía a los sanitarios, profesionalizando la gestión y contando con equipos multidisciplinares que colaboren en red para garantizar la continuidad del proceso asistencial.
Esta reorganización, según estas sociedades, no solo mejoraría la calidad sino que reduciría los costes sanitarios, evitando duplicidades innecesarias, tanto de recursos humanos como de medios técnicos y equipamientos y debe ser complementada con el desarrollo de las tecnologías de la información.
Alternativas a la privatización
Además, como respuesta a la privatización de la gestión que, a su juicio, se está utilizando como una vía complementaria a los recortes dando por hecho que es “más eficiente” sin que exista información homogénea, contrastable y auditada que lo corrobore, sugieren la creación de unos estándares de calidad y un sistema de información que permita auditar y comparar la homogeneidad y transparencia de todos los centros sanitarios del SNS, sea cual sea el tipo de gestión al que estén sujetos, así como permitirles formar parte de la planificaición de los recursos establecidos por las autoridades.
Aunque se mantendrán vigilantes, los representantes de estas entidades no han detectado, por el momento, consecuencias directas en el deterioro de la atención por lo que mantienen la esperanza de que la Administración central pongan en marcha estas medidas, sin plantearse ningún otro tipo de acción pese a que Facme sí se ha sumado a la Plataforma de Acción formada por la Organización Médica Colegial y el Sindicato Médico CESM para responder a la “grave situación” que atraviesa el sistema.