redacción / madrid | martes, 09 de julio de 2013 h |

De momento, en Estados Unidos se ha convertido en un hecho probado, demostrado y recientemente publicado en “American Journal of Transplantation”. Aún a falta de conocer si realmente los resultados de su estudio adquieren en la práctica el mismo compromiso que en la teoría, un equipo de investigación de la Universidad de Medicina Johns Hopkins habla de Facebook como la mejor plataforma para combatir la escasez de transplantes en Estados Unidos.Ésa fue precisamente la premisa de la que partían. La ineficacia del método administrativo tradicional les llevó a pensar en el poder de las redes sociales, más allá del conocido hasta la fecha. Una campaña online lanzada directamente a los usuarios registrados a una de las redes sociales por antonomasia, les terminó por dar la razón.Los investigadores firmaron un acuerdo con Facebook para que su plataforma Timeline permitiera a los usuarios sumar un nuevo ítem a su perfil: ser donante de órganos. Una información que aparecía después de acceder a una web donde tenían que inscribirse de manera oficial como donantes estatales. Una vez inscritos y ya con su perfil actualizado, se les enviaría una invitación a sus contactos para que hicieran lo propio.

Los datos, sin duda, respaldan su teoría: el primer día de la campaña que lanzaron, consiguieron el compromiso de más de 13.000 usuarios dispuestos, en teoría, a convertirse en futuros donantes de órganos. A falta de materializar ese compromiso, de momento su estudio ya está dando mucho de qué hablar. ¿Hasta qué punto se puede confiar en el compromiso “intangente” de ese usuario virtual que escondido tras una red social, muestra su garantía de convertirse en un futuro donante de órganos?

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