internet/ Apenas el 5% de los hospitales españoles están presentes en redes como Facebook o Twitter y solo un 20% tienen página web
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El Hospital San Joan de Deu es el único en Europa que publica su política de redes
La OMC inicia su actividad en Facebook, mientras el CGE lo hizo a finales de 2010
esther Martín del Campo
Madrid
“Si el paciente está en las redes sociales, tú también debes estar”. Esta frase de Julia Cutillas, comunnity manager del Hospital San Joan de Deu de Barcelona, pionero en su apuesta por esta vía de comunicación, podría ser pronunciada por cualquier responsable de los centros y organizaciones profesionales que hace apenas unos meses han sabido ver la oportunidad que representan las redes sociales también para ellos.
Un descubrimiento tardío, a pesar de que el uso de redes sociales como Facebook o Twitter, que avanzan discretamente en las políticas de comunicación de este tipo de organizaciones, celebraban recientemente su séptimo y quinto aniversario y ofrecen un auditorio interactivo más que numeroso. De hecho, según el último informe del Estudio General de Medios, nuestro país cuenta con más de 22 millones de internautas, de los que un 78 por ciento utilizarían redes como Facebook y alrededor de un 15 por ciento son usuarios de Twitter, por citar solo algunos ejemplos que ofrece el Observatorio de Redes Sociales de la Consultora Cocktail Análisis.
Pese a la dimensión de estas cifras, la participación de los hospitales españoles en las redes sociales es, hoy por hoy, casi anecdótica. Apenas un 5 por ciento de los centros las utiliza, según datos del Observatorio Permanente de las TICs en Salud de la Universidad Politécnica de Valencia, que explica a GACETA MÉDICA el investigador Ignacio Basagoiti. Una cifra modesta que, por otra parte, está en sintonía con la presencia de estas organizaciones en internet, ya que solo un 20 por ciento cuenta con página propia, en la mayoría de las ocasiones con información estática que apenas esboza la localización, los teléfonos y los servicios del hospital.
La nota curiosa, advierte Basagoiti, es que en términos porcentuales la situación en nuestro país no es tan diferente como cabía esperar de la de Estados Unidos, donde el 6,5 por ciento de los hospitales participan en estas redes.
No obstante, comparar ambos escenarios es una temeridad. Julia Cutillas, del Hospital San Joan de Deu, reconoce que los centros españoles, incluso el suyo, todo un ejemplo para el investigador, “juegan en otra división”. Y es que a pesar del éxito de su página de Facebook, que ronda los 3.000 usuarios, está a años luz del impacto de centros norteamericanos como el hospital infantil de Boston, con medio millón de usuarios
Aún así, la experiencia del Hospital San Joan de Deu no deja de ser una referencia que ha inspirado a otros hospitales españoles, como el Clínic de Barcelona o el nuevo Son Espases, que ha nacido con su propia batería de redes sociales perfectamente articulada, aunque la trayectoria del centro catalán tampoco sea particularmente extensa.
Hace menos de un año, en junio de 2010, San Joan de Deu abría su página en Facebook como primer paso dentro de una iniciativa global becada por el Plan Avanza del Ministerio de Industria, el “Hospital líquido”, que integraba proyectos de telemedicina y teleconsulta, portales temáticos, e-learning y la participación en redes sociales como cuarto pilar, explica a GM Cutillas.
Este hospital es, además, el primer centro europeo que, a imagen de los hospitales americanos, ha publicado un documento que plantea su modelo de presencia en las redes sociales, especificando su compromiso y lo que esperan de ello. Optó por una presencia en plataformas ajenas, asegura su community manager, y hoy tiene cuenta en Facebook, dos en Twitter, una de ellas institucional y otra de formación, y a partir de ahí puso en marcha un canal en Youtube, otro de vídeo en Vimeo y mantuvo su presencia en Slideshare, además de sus cuentas en Flikr y Wikipedia.
El despliegue, en definitiva, ha transformado la política de comunicación del hospital. “Pretendemos cambiar el concepto de paciente y hacer que tenga un rol más activo en su cuidado, para que no tengan que venir por aquí”, asegura Cutillas. En su caso, la responsable de redes del hospital confiesa que juegan con ventaja. Y es que el perfil de los familiares de los pacientes infantiles, principalmente mujeres jóvenes, es especialmente participativo.
La respuesta en estos meses ha sido “buenísima”, admite la experta, que no oculta su satisfacción con el apoyo de los profesionales del centro, a quienes tratan de proporcionar información orientada a la investigación en la cuenta de Twitter, en la que se observa una interacción especial entre médicos y enfermería. Además, el hospital ha creado un documento interno de gestión de la participación que implica a todos los servicios, estableciendo qué respuesta deben dar los profesionales en función de los criterios marcados.
La previsión permite afrontar los posibles problemas que puedan surgir de forma planificada. Los principales, repasa Cutillas, que un usuario difame a un profesional o que haya quejas por una mala experiencia, situaciones en las que la respuesta del centro está perfectamente contemplada.
En cualquier caso, la actividad frenética de este hospital en redes sociales, es, en el contexto nacional, casi excepcional, aunque existen variaciones entre las comunidades autónomas. Ignacio Basagoiti destaca que la mayor implantación está en Madrid y Cataluña, seguidas de la Comunidad Valenciana. Sin embargo, matiza el investigador, no hay grandes diferencias entre el sector público y el privado, a pesar de que una de las funciones de estas redes, que no la única, es el marketing.
La llegada a este escenario virtual de las organizaciones profesionales es todavía más reciente. El Consejo General de Enfermería dio sus primeros pasos en diciembre de 2010 y pocos meses después ya cuenta con más de 1.300 usuarios en Facebook y está presente en Twitter y Linkedin. El director de comunicación del consejo, Íñigo Lapetra, considera una ventaja fundamental “la interactividad que ofrece a los profesionales”, así como la información que ellos mismos reciben sobre los intereses de sus colegiados. Hasta ahora, asegura, la experiencia ha resultado positiva, a excepción de algún usuario que ha tratado de utilizar el muro de Facebook para “colar” publicidad de academias, por ejemplo. Pequeños riesgos compensados, con creces, por las ventajas de las web 2.0 cuya aplicación en el terreno de la formación ya estudian de manera conjunta con la Escuela de Ciencias de la Salud.
La apuesta de la Organización Médica Colegial es aún más reciente. Por ahora, explica Juan Manuel Garrote, presidente del Colegio de Médicos de Segovia, es solo un “ensayo” para pulsar la opinión de médicos y pacientes, un paso previo para detectar problemas técnicos y mejorar la presencia en las redes de la organización, que estudia fórmulas para orientar la formación de los profesionales y rentabilizar el abanico de posibilidades que ofrece. Camino en el que sí ha avanzado el colegio barcelonés, que participa en cuatro redes sociales y cuenta con 280 seguidores en Facebook. Una vez perfeccionado, asegura Garrote, darán publicidad a un perfil seguido por 48 usuarios.
Mientras, páginas de Facebook como la de chistes para médicos y enfermeras, catalogada como “solo para diversión” ya despierta el interés de 500 usuarios.
Las siglas HcsmeuES son una incógnita para muchos sanitarios, pero toda una institución para aquellos que se han sumado a la corriente de las web 2.0. La división española de la Health Care Social Media Europe aglutina a los profesionales de nuestro país interesados por los medios sociales en el mundo de la salud, pero es mucho más. El punto de partida de esta “wiki”, un sitio web cuyas páginas pueden ser editadas por múltiples voluntarios, fueron las reuniones de este grupo que cada martes de cuatro a cinco de la tarde se citaba en Twitter para intercambiar ideas y conocimientos relacionados con la salud 2.0. Actualmente, el sitio aglutina la actividad del sector sanitario en torno a estas redes, la mayoría de las veces impulsada por profesionales con una inquietud personal, y ofrece toda la información sobre eventos, grupos, mediatecas, plataformas, blogs y profesionales activos que son apenas el embrión de un movimiento que no ha hecho más que comenzar.