| viernes, 10 de diciembre de 2010 h |

Dr. Bartolomé Beltrán, director de Prevención y Servicios Médicos del Grupo Antena3

Nos acabamos de enterar. Son las cifras del dolor. Vean. El tiempo medio de espera para una intervención quirúrgica a 30 de junio de 2010 fue de 61 días, dos menos que en el mismo periodo del año anterior y 14 menos desde que comenzaron las mediciones, en 2003. Así lo reflejan los últimos datos enviados al Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad por las comunidades autónomas (a excepción de Madrid) y Ceuta y Melilla.

Y luego en el Consejo Interterritorial de Santiago le preguntaron al Consejero de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, “¿Cree entonces que desde el ministerio no se están tomando las medidas necesarias para garantizar la sostenibilidad del sistema?” A lo que contestó: “Es evidente que la ministra Leire Pajín lleva escasamente un mes. No se le puede pedir que en este mes ya hubiera hecho grandes novedades. Sí que pienso que no debe pasar mucho tiempo antes de que se empiecen a hacer propuestas por parte del ministerio. Lo que también pienso es que en cambio los acuerdos que se adoptaron el 18 de marzo, eran una buena declaración de intenciones. Y es muy importante una declaración de intenciones sobre cuestiones que no dejan de ser polémicas. Ahora, ahí sí que se perdió, en los meses pasados, antes de la llegada de la ministra Leire Pajín, muchísimos meses en los cuales el ministerio no quiso realizar propuestas”.

Tantas sostenibilidad del sistema nos ha hecho olvidar la esencia vertebradora de la profesión. Eso no ocurre en el centro de gravedad de la Cataluña médica. Por eso el doctor Jaume Padrós dijo en la entrega de los premios a la excelencia profesional a 42 médicos que los galardones suponían una necesidad colectiva de autoafirmación y un reconocimiento a trayectorias profesionales basadas en la honestidad, el compromiso, el altruismo, la integridad, el trabajo bien hecho y la excelencia. Desde el año 2004 se vienen entregando estos premios que coinciden con la filosofía del presidente del Ilustre Colegio, Miguel Vilardell.

Está bien lo que hicieron en ese colegio al recordar la primera junta democrática elegida en Abril de 1976. Un homenaje a los históricos, en la actualidad por lo que se vio en plenas facultades, los doctores Antoni Miranda, Ramón Espasa, Joaquin Ramis, Guillem Aresté, Josefa Puig, Josep Roca, Ramón Trias Rubies, Josep Traserra, Alexandre Darnell y mi muy querido, puro seny catalán Xavier Trias i Vidal de Llobatera.

Pero sobre todo me entusiasma profesionalmente que se rindiera homenaje al doctor Jordi Gol i Gurina (1924-1985) con el que se conmemoró el 25º aniversario de su muerte. Gol era un médico de personas, un hombre de pensamiento, de trabajo y compromiso, pero sobre todo de comprensión humana. Investigador comprometido con la salud, un médico de amplios horizontes que tiene un apellido de éxito porque su talento y amabilidad siempre conducían al bienestar y a la alegría. El doctor Gol, Don Jordi, fue jefe de Servicio de Medicina Interna del Hospital de la Cruz Roja de Barcelona, aunque su inquietud le llevaba siempre a la filosofía asistencial para trabajar en el entrevero de la relación médico-paciente y a todas las derivadas de la Salud Pública, porque su otro binomio preferido fue el de profesión y responsabilidad.

Me gustan las batas blancas catalanas, y me alegran que se recuerden sobre todo aquellas majestuosas que se lucían antaño en el Hospital de la Santa Creu y Sant Pau de Barcelona. Todavía en aquellas estancias se respira aquella clínica menos multidisciplinar pero con mas enjundia de trabajo en equipo. Vivimos en la subespecialidad y habría que intentar reconducir sin menoscabo de los avances, nuestro objetivo final, el paciente enfermo.

Me gusta recordar aquellas historias de cuando aún proseguían violentamente las luchas entre barberos y cirujanos, Pedro Virgili, de Villalonga (Tarragona), con Bonells, Lacaba, Francisco Puig, Domingo Vidal y Canivell, realizaba en Cádiz y Barcelona las reformas más atrevidas en los estudios de Anatomía y Cirugía.

No habían aún desaparecido las repercusiones de estas reformas cuando aparece Antonio Gimbernat, natural de Cambrils, con su talento y su recia personalidad que mereció el reconocimiento del famoso cirujano inglés Hunter. Y fue este médico catalán Gimbernat, quien fundó el Real Colegio de Cirugía de San Carlos de Madrid, inaugurado en 1787, y el Museo Anatómico de San Carlos. Eso sí fue “un puente aéreo”

La ciencia médica española le debe mucho a Cataluña. Por eso Vilardell desde el Colegio la recuerda. Hace bien. Estoy seguro.