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Uno de los puntos más importantes del acuerdo unánime que el Consejo Interterritorial alcanzó en marzo de 2010, durante el mandato de Leire Pajín, partía de la base de que futuras financiaciones adicionales se dedicaran a Sanidad de manera finalista. Si hoy todos los grupos opinaran lo mismo, sería un buen punto de partida para el pacto sanitario que de nuevo estudiará la Subcomisión del Congreso. Pero la convicción de que ello debería llevar a modificar o incluso rectificar algunas de las decisiones tomadas hasta el momento ha dado al traste con este punto de apoyo del Pacto sanitario.
Que los grupos parlamentarios quieren llegar a un acuerdo en Sanidad es indudable. Que el objetivo es casi imposible, también, porque a estas alturas la sostenibilidad del sistema sanitario pasa por recetas opuestas e incompatibles. El curso de verano organizado la semana pasada por la Universidad Rey Juan Carlos en Aranjuez bajo el título ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Medidas para salir de la crisis y preservar el Estado de Bienestar, al que acudieron los portavoces de PP, PSOE, CiU y PNV, es la última muestra de ello.
Después de una mañana dura en el Congreso de los Diputados, donde se aprobó el último paquete de ajustes con la mayoría del PP, el portavoz popular se llevó a Aranjuez los argumentos con los que el ministro de Hacienda y el presidente del Gobierno defendieron los recortes. “Hoy la prima de riesgo está en 580 y las comunidades son incapaces de devolver el dinero que deben o de pagar nóminas, pensiones y subsidios de desempleo”, explicó Manuel Cervera para justificar las medidas adoptadas, con una mención específica al copago farmacéutico para los pensionistas.
Y como ocurrió en la Cámara Baja, el PP no encontró apoyos a la política sanitaria del Gobierno. Es cierto que a largo plazo no existen dudas sobre que los retos a afrontar son las macroasignaturas del envejecimiento, la cronicidad y la prevención. Las tensiones están surgiendo a corto plazo. Así lo expuso el portavoz de Sanidad del PSOE en el Congreso, José Martínez Olmos: “Si nos planteamos qué sanidad queremos en función del dinero que tenemos hoy en los presupuestos nos estaremos equivocando. Hay que hacer lo contrario, debemos mantener la máxima ambición para que ninguna innovación biomédica quede fuera por decisiones económicas”, aseguró el portavoz socialista, José Martínez Olmos.
Problema de base
Las propuestas de los grupos tienen que ver, básicamente, con su diagnóstico de situación. Cervera justifica las medidas adoptadas ante el aumento de población, las enfermedades crónicas y los tratamientos más caros, factores que han conseguido que el gasto sanitario crezca más que la riqueza de los países. CiU añade un elemento más, el endeudamiento. La tesis catalana sería esta: confiadas en que Economía siempre consideraría la sanidad como área prioritaria, las Consejerías de Salud han recurrido de manera constante a un endeudamiento que ahora es insostenible. “Hemos llegado aquí por una muy mala distribución de los recursos en sanidad”, señaló la portavoz de Sanidad de CiU, Concepciò Tarruella.
El hecho de que, como explicó el portavoz del PNV, Emilio Olabarría, la situación del País Vasco difiera del resto gracias al concierto económico, da alas a la necesidad de un cambio en el sistema de financiación de la sanidad sobre el que el PSOE ya insistió durante los últimos años del Gobierno de Rodríguez Zapatero y piensa insistir en ello en la nueva Subcomisión del Congreso.
Desde este punto de vista, los acuerdos unánimes del Interterritorial de 2010 podrían ser hoy en el mejor punto de partida del Pacto, pero implicarían cambios en la legislación sanitaria recién aprobada para conseguir que todos los ahorros que se consigan con las medidas de ajuste se dediquen a Sanidad, algo a lo que el PP no parece dispuesto a apoyar.
Dos años después de votar afirmativamente la propuesta de financiación finalista, el grupo mayoritario en el Parlamento tiene otra receta en mente. Para Manuel Cervera, el reto hoy no pasa por añadir financiación al sistema, sino por conseguir las medidas de ahorro necesarias que permitan que el 40 por ciento del presupuesto que como media se destina a la sanidad sea suficiente.
Alternativa al copago
El desacuerdo sobre la financiación continúa con el debate del copago. El PSOE, que la semana pasada presentó su hoja de ruta para la sostenibilidad del SNS, lanza los impuestos como vía alternativa. “No propongo el copago. Es una medida inútil desde el punto de vista de su contribución a la suficiencia financiera del sistema sanitario y generadora de barreras de acceso que perjudicarían a los que tienen más necesidades y menos recursos”, recalcó Martínez Olmos. A su juicio, los impuestos son una vía “asumible” para resolver el incipiente problema de la deuda acumulada desde el 1 de enero de 2012.
José Martínez Olmos
Portavoz de Sanidad del PSOE en el Congreso. El grupo socialista cree necesario trabajar en dos vías en la política farmacéutica: en los medicamentos sin patente, dar lo más barato posible. El PSOE dice estar dispuesto a hablar cualquier mecanismo posible: ellos proponen las subastas. Por otro lado, los socialistas creen que los innovadores deben entrar rápido en el mercado, pero con conocimiento del valor que aportan y procurando el precio más competitivo posible. “A partir de ahí, evaluación”, dice Martínez Olmos.
Manuel Cervera
Portavoz de Sanidad del PP en el Congreso. Desde los inicios de las subastas, el PP ha discrepado de las bondades de esta herramienta para disminuir el gasto público de medicamentos. La estrategia por la que aboga el grupo popular se basa, por un lado, en la coordinación, y por otro, en la entrada de la innovación. “Cuando se decida qué nueva tecnología o medicamento debe formar parte de la oferta debe ser después de que los técnicos hayan comprobado que el coste-efectividad así lo aconseja”, asegura Manuel Cervera.
Conxita Tarruella
Portavoz de Sanidad de CiU en el Congreso. Como el resto de grupos, el catalán muestra respeto a las decisiones del Tribunal Constitucional, pero no apoyaría las subastas como propuesta de futuro para todo el Sistema Nacional de Salud. Concepceò Tarruella reivindica las competencias autonómicas que permiten a cada región reducir el gasto según sus propias formas de gestión. Cataluña lleva años haciendo bandera del coste-efectividad como el mecanismo más apropiado para afrontar el gasto farmacéutico.
Emilio Olabarría
Portavoz de Sanidad del PNV en el Congreso. El grupo vasco opina sobre las subastas de medicamentos de Andalucía en el marco de las cada vez más invocadas centrales de compra. En este caso, su postura resulta similar a la de CiU. En tanto los catálogos no estén centralizados y sean distintos en las comunidades autónomas, el portavoz de Sanidad del PNV en el Congreso, Emilio Olabarría, no se muestra partidario de una central de compras estatal, sino de centrales de compras autonómicas.
El PP aboga por conseguir los ahorros necesarios para mantener el 40%
de los presupuestos destinados a la sanidad
El PSOE lanza los impuestos como una vía alternativa “asumible” frente al copago y los recortes del Gobierno