i. gonzález Valencia | viernes, 18 de mayo de 2012 h |

Las boticas de la Comunidad Valenciana, de nuevo, han encendido la luz de alarma porque 2012 va camino de convertirse en su año negro. Mientras la regulación de los pagos llegó a inicios de este año para las farmacias de otras comunidades, al cierre de esta edición, las valencianas no habían cobrado ninguna de las facturas del actual ejercicio, y lo que es peor, no tenían en el horizonte un compromiso firme de pagos que diera esperanza al colectivo. Ante esta situación, el Consejo Valenciano de Colegios Oficiales de Farmacéuticos y las asociaciones empresariales de farmacéuticos de las tres provincias convocaron el 14 de mayo una reunión de urgencia para abordar esta situación “crítica” y adoptar medidas.

En primer lugar, se acordó recomendar a las boticas valencianas que adecuasen sus stocks a las actuales circunstancias. Esta situación ya está provocando que el farmacéutico se vea obligado a instar al paciente a volver más tarde o al día siguiente para recoger su medicación, según reconoció el presidente del COF de Alicante, Jaime Carbonell. En este sentido, la presidenta COF de Valencia, María Teresa Guardiola, argumentó que ni los bancos ni las distribución “pueden asumir esta situación”, por lo que de prolongarse se va hacia un “desabastecimiento total”.

“Que sepa la administración que sus políticas de empobrecimiento de la farmacia tienen sus consecuencias”, añadió su homólogo en Castellón, Jesús Bellver. Y es que, el colectivo justifica tal decisión por considerar “insostenible” la situación de impago de 360 millones de euros de deuda vencida y casi 500 millones de euros de medicamentos dispensados por las boticas de la Comunidad Valenciana desde el 1 de enero de 2012.

Por otra parte, también se aconsejó a las farmacias afectadas por los impagos que evitasen en lo posible un mayor endeudamiento con sus almacenes de distribución y entidades financieras. “Que no se endeuden más” fue el mensaje claro que lanzó Bellver. Algo que no será fácil de cumplir a tenor de las declaraciones del consejero de Sanidad valenciano, Luis Rosado, que reconoció, la semana pasada, que su departamento se retrasará “unos días” más sobre los compromisos de pago a las farmacias.

La pretensión de la Consejería de Sanidad valenciana era realizar el pago correspondiente de este mes, al margen de la deuda que acumula en concepto de las recetas de enero, febrero y marzo. Pero, todo indica que dicho abono se retrasará aún más de lo previsto y, a finales de mayo, la facturación de abril se sumará a la deuda acumulada. Por ello, los representantes de los farmacéuticos se reunirán el 21 de mayo para seguir analizando la situación y adoptar las decisiones oportunas.

Lo que el colectivo parece tener claro es que, de no abonarse las recetas de abril, las medidas que saldrán de esa reunión y de las posteriores asambleas serán “más drásticas” que las adoptadas en el último encuentro. Entre las protestas que sobrevuelan, vuelve a planear un nuevo cierre patronal como el que ya protagonizaron las boticas en agosto del año pasado. “Nuestra gente está colapsada”, justificó Carbonell.