Las expectativas del sector de que el Gobierno eliminara de manera definitiva el RDL 5/2000 no se hizo realidad, por lo que las oficinas de farmacias han echado mano de la calculadora para analizar la cara y la cruz de la nueva escala de deducciones recogida en el RDL 16/2012. Hechas las primeras cuentas, el resultado no satisface a todos.
Así, la patronal FEFE denunció que, si bien la nueva escala mejora “mínimamente” la situación de las farmacias de menor facturación, “penaliza de forma desproporcionada al resto”. Incluso, esta empresarial habla de “incautación” para los últimos tramos, en los que se obliga a “una dispensación a pérdidas que de ningún modo puede tener cobertura legal”.
Por este motivo, FEFE entiende que habrá rectificación y advierte de las posibles consecuencias de lo que considera una doble imposición: restricción de los stocks, despidos laborales y reducción de los horarios. Consecuencias que provocan que la patronal se vuelva a sorprender porque las medidas incidan de nuevo en la oferta.
En la misma línea, el presidente de Asefarma, Carlos García-Mauriño, habla de “confiscación total del margen farmacéutico” para las boticas de mayor facturación. No obstante, desde esta asesoría reconocen que el nuevo cuadro beneficiará al 80 por ciento de las boticas. Pero, al margen de esta lectura positiva, se cree que “es el modelo de descuentos en sí mismo el que resulta injusto, gravoso y desincentivador para las farmacias”.
Además, la patronal catalana Fefac pone el acento en que la motivación de los últimos cambios “no sería destinar fondos públicos a las más desfavorecidas, sino desplazar a estas los ingresos de las que facturan más por medicamentos a cargo del SNS”. En este sentido, el presidente de la Sociedad Española de Farmacéuticos Rurales (Sefar), Francisco Guerrero, habla de una “retroalimentación del propio sistema” que la farmacia rural sí ve con bueno ojos.
No obstante, ni siquiera los boticarios rurales están convencidos del todo con el nuevo escalonado. Cierto es que con su modificación se ve satisfecha una de las demandas de Sefar, partidaria de introducir un tramo negativo en lo establecido por el RDL 5/2000, como el ahora fijado para las boticas con menos facturación. Sin embargo, Sefar quiere saber si este cambio es sumatorio o derogaría el introducido en el RDL 9/2011, que ya planteaba un índice corrector de los márgenes para viertas boticas.
“El RDL 9/2011 aún está por pagar y es algo que debería haberse publicado ya por todas las comunidades”, reivindicó Guerrero, que mostró su preocupación porque, de suprimirse, “habría que esperar todavía para empezar a percibir algún tipo de ayuda con la que está cayendo y los recortes que está habiendo”. Además, los rurales hubieran preferido que se introdujeran también otros parámetros para contemplar “la singularidad de esta farmacia”.
Sanitarios desperdiciados
Por su parte, la presidenta de Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (Sefac), María Jesús Rodríguez, lamentó que las medidas siempre incidan en la farmacia y echó en falta iniciativas encaminadas a usar este establecimiento como centro sanitario. “Nos desperdician como sanitarios”, sostuvo. Por su parte, desde FEFE recordaron que la farmacia es el único establecimiento autorizado para la dispensación de medicamentos al público y, por tanto, mostraron su recelo a la “prestación ambulatoria de servicios de farmacia” que recoge el RDL.