rurales/ Pesimismo ante un Pacto por la Sanidad que no aborda los problemas de AP
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MÓNICA RASPAL
Madrid
Lejos de moderarse, la brecha salarial autonómica entre los médicos de atención primaria que ejercen en el ámbito rural ha continuado su tendencia al alza en 2009, llegando a superar los 24.100 euros al año (un 48,5 por ciento) la diferencia entre la máxima y la mínima retribución fija bruta que recibe un médico propietario de su plaza sin exclusividad y sin guardias, una cantidad que en 2008 se situaba en más de 20.700 euros al año.
Según constatan los datos del pasado ejercicio recogidos por la vocalía de AP Rural del Colegio de Médicos de Granada en un estudio que viene realizando desde el año 2003 —y que fueron presentados durante la última Asamblea nacional de estas vocalías, en la que participó el presidente de la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados, Gaspar Llamazares—, el mismo médico rural puede llegar a cobrar 74.024,98 euros anuales o bien quedarse en 49.839,75 dependiendo de la región en la que ejerza.
Aunque estas cifras se reducen en los grupos de facultativos con exclusividad, con guardias o en situación de interinidad, las diferencias tampoco son desdeñables, ya que superan los 14.000 euros al año en los tres casos.
Murcia sigue a la cabeza
A falta de que se dé a conocer a qué comunidades corresponde cada cifra —el estudio no está concluido y aún debe recoger las sugerencias y aportaciones de los vocales provinciales y las consejerías de salud autonómicas— todo apunta a que Andalucía, por sexto año consecutivo, se situará entre las que peor retribuye a estos profesionales frente a Murcia, que volverá a destacar a la cabeza de las tablas.
Así lo vaticina el avance proporcionado sobre la remuneración de la hora de atención continuada-guardia que oscila entre un máximo de 27,54 euros la hora de día laborable en la región murciana hasta un mínimo de 18,04 euros la hora en la andaluza, lo que supone una diferencia de un 52,66 por ciento.
Amplia brecha en guardias
En los días festivos estas diferencias se incrementan hasta un máximo de 30,60 euros la hora en Murcia y Canarias y un mínimo de 18,93 euros la hora en Ceuta y Melilla (Ingesa) —una diferencia de un 61,65 por ciento—, pero es en los festivos especiales (en general seis días al año) donde esta brecha es verdaderamente “escandalosa e incomprensible” para los autores del estudio pues pasa del máximo de 55,08 euros por hora que reciben los facultativos murcianos hasta el mínimo de 18,93 euros por hora de los que ejercen en el Ingesa (Ceuta y Melilla), una porcentaje diferencial de un 190,97 por ciento (36,15 euros/hora).
“Debemos tener en cuenta que 50 horas de guardia al mes equivale a 550 horas al año y esto supone que un médico que las realiza trabaja durante tres años un total de 1.650 horas extra en noches, sábados y festivos, un esfuerzo que no tiene equivalente en toda la Administración pública”, matiza Vicente Matas, autor principal del estudio y vocal del colegio granadino.
Tal y como ya apuntó el año pasado, la comunidad de Murcia cuenta con uno de los mejores modelos de carrera profesional, una de las causas de que sus profesionales sean los mejor retribuidos, frente a Andalucía, que sigue siendo de las pocas regiones que aún mantiene el complemento específico ligado al concepto de exclusividad y cuya Administración se centró, durante las negociaciones de 2002 y 2003, en el aumento de las retribuciones variables, quedándose atrás en las fijas, factor que posteriormente no se ha compensado.
Por todo ello, Matas vuelve a insistir en esta ocasión en las consecuencias de esta disparidad que no hace sino acrecentar el sentimiento de “discriminación” y de escasa valoración de los facultativos que les conduce a la desmotivación y al conocido como síndrome de “médico quemado” lo que justifica el aumento de la emigración a países de nuestro entorno —las retribuciones en Reino Unido oscilan entre los 90.000 y los 144.000 euros anuales y en Alemania entre los 60.000 y los 80.000, por poner dos ejemplo— y, por consiguiente, la falta de profesionales en España.
La distancia, en aumento
Por ello, desde estas vocalías insisten en que el Pacto de Estado por la Sanidad potencie de una vez la “gran olvidada” del SNS, la atención primaria, aunque Matas se muestra pesimista respecto a que el documento que se está negociando en la actualidad vaya a solucionar estos problemas, y menos cuando la inversión per cápita en salud en nuestro país ha descendido en 2010.
Dado que esta situación se enmarca en contexto de recesión económica, el vocal del Colegio de Granada cree que las diferencias seguirán incrementándose entre las comunidades españolas, así como entre España y Europa en los próximos años, problema que seguirán poniendo de manifiesto y denunciando para reclamar soluciones a los políticos, que son quienes deben adoptar éstas.
