| lunes, 28 de febrero de 2011 h |

Dr. Bartolomé Beltrán, director de Prevención y Servicios Médicos del Grupo Antena3

Cofares y Asisa han puesto sobre la mesa datos y aportaciones incuestionables de sus respectivas corporaciones. Me refiero a Enrique de Porres, por parte de Asisa, y al director general de Cofares, José Antonio López-Arias. Este último indicó un dato de tanta relevancia que constituye la esencia del valor que aporta la distribución para beneficio de los farmacéuticos en estos tiempos de crisis. Así que, esa primera corporación sanitaria española que preside Carlos González Bosch, de la mano de su director José Antonio López-Arias nos dio el primer dato que anoto como concluyente. El de que Cofares con su distribución aporta a la oficina de farmacia entre el 17 por ciento y el 20 por ciento de sus beneficios. Por otra parte, Enrique de Porres en el foro sobre el “Modelo Muface” que tanto interesa a los médicos y que tuvo lugar en la sede de la OMC señaló varios elementos conceptuales importantes. Uno de ellos se refería al acto médico. Dijo que no es riguroso hablar de lo que gana o deja de ganar un profesional, hablando sólo del baremo de actos médicos. Porque en la retribución del sistema de pago por acto médico depende de dos variables, no sólo de una. En el caso concreto de nuestro sistema sanitario, el número de actos médicos por 100.000 habitantes que se hacen en España es el mayor de la Comunidad Económica Europea. Y en el caso concreto de las compañías de seguros es mayor el que se hace en el sistema público. Si crece el número de actos, necesariamente se tiene que contener el precio del acto médico. Eso es un tema simplemente matemático. Precisamente porque hay que tener en consideración las dos variables, el precio del acto y el número de actos. Los gastos en honorarios médicos, es decir, el dinero que se ha pagado a los médicos ha aumentado todos los años.

Enrique de Porres dijo otras cuestiones interesantes sobre las concesiones asistenciales públicas que ya abordaremos con precisión porque no quiero pasar por alto lo que se avecina en la Reunión Nacional de la Sociedad Española de Hipertensión, la Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial. En el evento empiezan a sonar las combinaciones de fármacos.

Las guías 2009 de la ESH (Sociedad Europea de Hipertensión) y de la ESC (Sociedad Europea de Cardiología) afirman que las combinaciones de un antagonista de receptores de la angiotensina y un antagonista de los canales de calcio, como telmisartán y amlodipino, parecen ser lógicas y eficaces. Por lo tanto, se recomienda que esta combinación pase a formar parte de los fármacos de uso preferente. Twynsta, al parecer, reúne en un mismo comprimido dos clases de principios activos, un ARA y un ACC para conseguir un efecto sinérgico y complementario.

Ya saben la extraordinaria relación que hay entre diabetes tipo II e hipertensión. Porque el ochenta por ciento de los diabéticos son hipertensos. Precisamente sobre diabetes habrá que poner acento en lo que se hace en la Comunidad Valenciana. Juan Alfonso Bataller, subsecretario de la Consejería de Sanidad de la Comunidad Valenciana, aseguró que se detectó un uso inadecuado de las tiras para el control del azúcar por parte de un 13,54 por ciento de pacientes que no tenían un tratamiento para la diabetes. Por lo que la Consejería de Sanidad ha restringido la distribución de dichas tiras para medirse el azúcar y ha decidido suprimir el visado de las tiras y establecer su dispersación mediante receta con la finalidad de reducir costes indirectos y han publicado un manual de recomendaciones, una guía dirigida a los profesionales sanitarios con recomendaciones para el uso adecuado de las tiras. En relación a las tiras reactivas de glucosa en sangre han surgido reclamaciones de pacientes a la Consejería de Sanidad y un movimiento de diversas asociaciones en contra de la medida. “Desde que se publicó el manual de recomendaciones se han hecho un total de 318.000 prescripciones de tiras reactivas durante 2010, es decir, 15,9 millones de tiras prescritas. Esta guía nos ha mejorado el uso racional de este método diagnóstico y además hemos evitado ese dinero gastado de forma ineficiente”, señala Bataller. En realidad a los responsables públicos de la Comunidad Valenciana les preocupa la diabetes porque saben que en el año 2025 en esa región habrá un millón de diabéticos.