BARTOLOMÉ BELTRÁN,
Jefe de los servicios
médicos de A3media
| viernes, 27 de junio de 2014 h |

La estenosis de canal lumbar podría convertirse en uno
de los problemas más serios en la tercera edad

Han pasado 60 años desde que el neurocirujano belga Henk Verbiest describió la estenosis de canal lumbar (ECL). Ahora, Manuel Sánchez Vera, de la Unidad de Traumatología de la Clínica La Luz, dice del libro Estenosis de Canal Lumbar del Dr. Francisco Villarejo que es un acierto precisamente porque desde 1954 “no se han terminado las discusiones sobre distintas cuestiones referentes sobre todo al tratamiento de esta patología, que en cualquier caso ofrece todavía muchas lagunas. El emplear la técnica adecuada a cada caso es la base del acierto terapéutico”.

Voy a seguir el guión de los especilistas en neurocirugía, los doctores A. Aransay García, del Hospital Niño Jesús, y de Isabel Cuervo-Arango, del Hospital Universitario Central de Asturias.

El diagnóstico de estenosis es el más común en la cirugía de columna lumbar en mayores de 65 años. Es más, en personas entre 70 y 79 años, la ECL adquirida es 5,38 veces más frecuente que en personas entre 40 y 49 años.

Puestas así las cosas, está claro que la edad avanzada es un factor de riesgo insalvable. Pero también está la osificación del ligamento amarillo o del ligamento longitudinal posterior, la enfermedad de Paget u osteítis deformante, la espondiloartritis anquilosante o la hernia discal. Cabe destacar que el 45 por ciento de pacientes sometidos a cirugía para tratamiento de ECL presentan hernia de disco.

Además, nos encontramos con otros factores de riesgo como espondilolistesis, endocrinopatías tales como acromegalia o diabetes mellitus, amiloidosis, fluorosis, ocupación laboral, número de partos, factores genéticos —los cuales tienen un importante papel en la patogénesis de la ECL— o estenosis de canal lumbar congénita.

Tienen un gran interés las patologías asociadas. Por una parte, la estenosis de canal cervical y lumbar se presenta simultáneamente sintomática solo en el 10 por ciento de los pacientes con ECL, patología que cursa con depresión en el 20 por ciento de los casos, lo que significa que es más alta que en la población general. Por otra parte, el déficit de vitamina D se da hasta en el 74 por ciento de los pacientes.

Con todo, sabemos que la ECL tiene un negativo impacto en la calidad de vida de los pacientes, ya que los síntomas que ocasiona dificultan la realización de actividades cotidianas.

La ECL en pocos años podría convertirse en uno de los problemas de salud más serios que afectan a personas activas de la tercera edad. De hecho, se trata de la indicación más frecuente en la cirugía de columna en la mayoría de países europeos y en Estados Unidos.

A finales del siglo XX se experimentó un incremento en el número de intervenciones quirúrgicas para su tratamiento. Este aumento de cirugías fue debido a los progresos en el diagnóstico por imágenes, el aumento de la esperanza de vida, la mayor demanda de los pacientes y las mejoras en las técnicas anestésicas y quirúrgicas. Sin embargo, en los últimos años se ha observado una estabilización en el número de cirugías de ECL.

En España, el gasto sanitario que conlleva la patología de columna lumbar degenerativa asciende a 6.000 millones de euros, el uno por ciento del producto interior bruto del país y la mayor parte se emplea en el tratamiento de la ECL en personas de la tercera edad. Por lo tanto, un importante porcentaje del gasto sanitario se destina al tratamiento de la patología de la columna degenerativa. Seguro.