BARTOLOMÉ BELTRÁN,
Jefe de los servicios
médicos de A3media
| viernes, 20 de marzo de 2015 h |

Casi la mitad de las agresiones a médicos se producen
en las consultas de
Atención Primaria

Las principales mutuas europeas se reunieron en AMA bajo la presidencia del Dr. Diego Murillo. En la reunión se matizaron las agresiones en el ámbito sanitario y se definieron causas y comportamientos. Las situaciones de angustia por parte del agresor ante una falta de información sobre la situación de un familiar grave, caso de las urgencias de hospital. En otras ocasiones el agresor ve frustradas sus esperanzas de alcanzar un beneficio directo o indirecto, pues considera que algunas negativas del médico son auténticos atentados a sus derechos consolidados. Por otra parte se inscriben también las demoras en atención urgente tanto en hospital como en primaria. El retraso en los plazos para pruebas complementarias provoca también mucha irascibilidad y finalmente algunos suelen tener desconfianza ante la actuación de los facultativos.

Para el Dr. José A. Prados, profesor del Curso de Prevención y Abordaje de las Agresiones a Médicos promovido por la Fundación de la OMC, defiende que “la formación protege al profesional médico y ayuda de la mejor manera a los pacientes a solucionar sus problemas”.

La OMC ha hecho estudios sobre el procedimiento que debe utilizarse por parte del agredido y también para los Colegios de Médicos. Es un error ponernos a la defensiva ante cualquier conflicto porque dificulta su resolución pacífica y tiende a agrandar inmediatamente las proporciones del problema.

Ante un paciente agresivo se debe buscar el equilibrio emocional. Hay que tratar de conversar con corrección y reorientar la conversación si el tono se acerca al enfrentamiento. Así liberaremos la tensión emocional del paciente. Si es preciso, requeriremos la ayuda de un compañero para solucionar la tensión.

Debemos reconocer las deficiencias del Sistema y las nuestras propias antes de actuar y, también, debemos manifestar nuestros propios sentimientos al paciente.

Pero más importante que lo que hay que hacer es lo que no hay que hacer ante un paciente agresivo, como infravalorar la agresividad presente, no aplicar las medidas necesarias para su control o no justificar ni desentenderse del caso.

El médico agredido debe tener prevista la salida del escenario, alertar a Seguridad, trasladarse al Servicio de Salud Laboral o de Urgencias, recabar toda la información posible, comunicar al Colegio de Médicos y al responsable del Centro lo ocurrido, denunciar ante el órgano competente y suspender relación médico-paciente.

Es verdad que las agresiones médicas están bajando, pero no es menos cierto que aumentan las urgencias. El 49 por ciento de las agresiones se producen en el ámbito de la Atención Primaria y en el 34 por ciento de las ocasiones se trata de un paciente programado. Para solucionar este problema de agresividad, hay que tomar medias. En un 63 por ciento de los casos se toman diligencias y hasta en un 68 por ciento hubo denuncia, celebrándose juicio en un 59 por ciento de las ocasiones.

A más del 80 por ciento de los médicos les han preguntado alguna vez sobre información leída en Internet y el 30 por ciento cree que esto complica la relación con sus pacientes y destacan la necesidad de que los pacientes sepan “discernir” la información correcta e interpretarla de la mano de profesionales sanitarios.

En cualquier caso uno de los momentos fundamentales del médico consiste en ponerse en el lugar del otro. Sentirlo como propio desde la objetividad para escudriñar el diagnóstico y en la subjetividad para propiciar la relación humanística. Porque en el mundo de las tecnologías uno de los elementos clave que forma la inteligencia emocional es la empatía. Seguro.

Las principales mutuas europeas se reunieron en AMA bajo la presidencia del Dr. Diego Murillo. En la reunión se matizaron las agresiones en el ámbito sanitario y se definieron causas y comportamientos. Las situaciones de angustia por parte del agresor ante una falta de información sobre la situación de un familiar grave, caso de las urgencias de hospital. En otras ocasiones el agresor ve frustradas sus esperanzas de alcanzar un beneficio directo o indirecto, pues considera que algunas negativas del médico son auténticos atentados a sus derechos consolidados. Por otra parte se inscriben también las demoras en atención urgente tanto en hospital como en primaria. El retraso en los plazos para pruebas complementarias provoca también mucha irascibilidad y finalmente algunos suelen tener desconfianza ante la actuación de los facultativos.

Para el Dr. José A. Prados, profesor del Curso de Prevención y Abordaje de las Agresiones a Médicos promovido por la Fundación de la OMC, defiende que “la formación protege al profesional médico y ayuda de la mejor manera a los pacientes a solucionar sus problemas”.

La OMC ha hecho estudios sobre el procedimiento que debe utilizarse por parte del agredido y también para los Colegios de Médicos. Es un error ponernos a la defensiva ante cualquier conflicto porque dificulta su resolución pacífica y tiende a agrandar inmediatamente las proporciones del problema.

Ante un paciente agresivo se debe buscar el equilibrio emocional. Hay que tratar de conversar con corrección y reorientar la conversación si el tono se acerca al enfrentamiento. Así liberaremos la tensión emocional del paciente. Si es preciso, requeriremos la ayuda de un compañero para solucionar la tensión.

Debemos reconocer las deficiencias del Sistema y las nuestras propias antes de actuar y, también, debemos manifestar nuestros propios sentimientos al paciente.

Pero más importante que lo que hay que hacer es lo que no hay que hacer ante un paciente agresivo, como infravalorar la agresividad presente, no aplicar las medidas necesarias para su control o no justificar ni desentenderse del caso.

El médico agredido debe tener prevista la salida del escenario, alertar a Seguridad, trasladarse al Servicio de Salud Laboral o de Urgencias, recabar toda la información posible, comunicar al Colegio de Médicos y al responsable del Centro lo ocurrido, denunciar ante el órgano competente y suspender relación médico-paciente.

Es verdad que las agresiones médicas están bajando, pero no es menos cierto que aumentan las urgencias. El 49 por ciento de las agresiones se producen en el ámbito de la Atención Primaria y en el 34 por ciento de las ocasiones se trata de un paciente programado. Para solucionar este problema de agresividad, hay que tomar medias. En un 63 por ciento de los casos se toman diligencias y hasta en un 68 por ciento hubo denuncia, celebrándose juicio en un 59 por ciento de las ocasiones.

A más del 80 por ciento de los médicos les han preguntado alguna vez sobre información leída en Internet y el 30 por ciento cree que esto complica la relación con sus pacientes y destacan la necesidad de que los pacientes sepan “discernir” la información correcta e interpretarla de la mano de profesionales sanitarios.

En cualquier caso uno de los momentos fundamentales del médico consiste en ponerse en el lugar del otro. Sentirlo como propio desde la objetividad para escudriñar el diagnóstico y en la subjetividad para propiciar la relación humanística. Porque en el mundo de las tecnologías uno de los elementos clave que forma la inteligencia emocional es la empatía. Seguro.