C. S. Madrid | viernes, 25 de abril de 2014 h |

El objetivo es común para todas las comunidades autónomas: promover el acceso equitativo a las innovaciones terapéuticas. Sin embargo, no es un reto sencillo puesto que, en muchos casos, los presupuestos marcan el camino. Conseguir que esto sea posible es un trabajo que obliga a los diferentes actores a implicarse y hacerlo de modo consciente y responsable.

“¿Cómo garantizar la equidad en el acceso a las innovaciones?” fue el título del XXXIV Encuentro organizado por la Fundación Salud 2000 y durante el cual se debatieron estos y otros temas. Antes de que el encuentro diese comienzo, la presidenta Ejecutiva de la Fundación Salud 2000, Carmen González Madrid, subrayó que el punto de vista que mantiene la Fundación se centra en el paciente y su objetivo prioritario es “trabajar por mejorar la salud de todos”. Asimismo, marcó las líneas del debate, el cual giró en torno a “los conceptos en boga”: innovación, eficacia y eficiencia.

En cuanto a cuál es la situación actual del acceso a los medicamentos, el primero en intervenir fue el director de Asistencia Sanitaria de Osakidetza, Antonio Arraiza, quien aseguró que ante el estancamiento de los presupuestos para incorporar las innovaciones en el País Vasco se ha apostado por el trabajo conjunto. “El acceso a los medicamentos innovadores no es fácil, por ello, en nuestro caso lo combatimos y facilitamos, haciendo más corporación y más red”, alegó. Con estas palabras, expresó el compromiso del País Vasco con el posicionamiento y la entrada de fármacos innovadores e incidió en la importancia de buscar más corporación en base a la Comisión Central de Farmacia (CCF) ya que, después de mucho tiempo, Euskadi ha logrado que clínicos y hospitales cumplan lo que establece el organismo.

Por otro lado, el director del Departamento Técnico de Farmaindustria, Emili Esteve, insistió en que la innovación “es una buena noticia” y debe ser vista como tal. Lo que no puede ocurrir es que, cuando alguien descubre un medicamento que da con la pieza clave del puzzle, se pase de “buena noticia a buen problema”, añadió. En la actualidad, parece que “cuanto mejor es el producto, mayor es el problema porque es más costoso” así que, advirtió, “más nos vale que empecemos a ver las innovaciones como buenas noticias en lugar de como problemas porque si no generaremos diferencias”.

En esta línea, el director Médico de Merck España, Ramón Hernández, expresó su punto de vista, sugiriendo que las administraciones tienen problemas en reconocer la innovación “fundamentalmente porque sus evaluaciones se hacen prioritariamente desde un punto de vista económico, más que desde el reconocimiento de sus indicadores clínicos para los pacientes”. En cuanto al tema de los medicamentos innovadores y a las innovaciones terapéuticas, Fernando Rivera, vocal de la Junta Directiva de Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), consideró que el modelo está avanzando a base de pequeñas mejoras, pero progresivas, y apostó también por conjugar correctamente el coste y la eficiencia para que la investigación siga siendo posible.

Existen notables diferencias entre España y otros países europeos como Reino Unido y, aunque ciertos aspectos del modelo sanitario español son dignos de exportación, se podría aprender mucho del SNS británico. El director de Consultoría de la Office of Health Economics (OHE), Jorge Mestre, remarcó que España precisa “un sistema de evaluación de tecnologías sanitarias robusto y eficaz (…) y de evaluación de temas económicos y de efectividad”. Tener como referencia al National Institute for Health and Care Excellence (NICE), de Reino Unido, no soluciona las inequidades. El NICE se creó en 1999 debido a las desigualdades de acceso a medicamentos que había en Inglaterra, pero, en la actualidad, de acuerdo con Mestre, las inequidades siguen existiendo. Idea que, por otra parte, recalcó la subdirectora de la Federación Española de Enfermedades Raras (Feder), Alba Ancochea.

Arraiza contó en primicia cuáles son los pasos que darán dentro de pocas semanas en Euskadi para que se haga efectivo un protocolo que permitirá utilizar fármacos en la comunidad antes de que tengan un precio fijado. Así y todo, este proyecto se centrará en aquellos medicamentos aprobados por la Aemps, pero que todavía no tienen un precio fijado, ni cuentan si quiera con financiación. Aparte, lamentó, que cada vez pasa más tiempo hasta que eso se consigue. “El precio marca la financiación” y, en función del precio, pasa a formar parte, o no, en la cartera del SNS. “Lo que vamos a hacer es tratar de cuantificar cuán eficaz puede ser el fármaco y tratar de hacerlo coste-eficaz”, explicó.