br
Cien días después de la entrada en vigor de la prescripción por principio activo, el balance de esta actuación deja ya algunas conclusiones: la implantación ha sido muy irregular, solo ha conseguido uno de los cuatro objetivos que el Gobierno tenía en mente, el ahorro, y ha restado competitividad a muchas compañías Así lo atestiguaron los directores de Farmacia de Castilla y León, País Vasco, Aragón, Canarias, Baleares y Comunidad Valenciana, que la semana pasada participaron en la jornada “¿El final de las marcas?Cien días de la PPA”, celebrada en el Auditorio Contenidos y que contó con el apoyo de Merck, Kern Pharma y Expansis. Conclusiones que dan continuidad a la idea de caos de la improvisación con que se aprobó la medida, que ya quedó bien patente en la jornada anterior organizada también por El Global, el periódico especializado en Farmacia de Contenidos e Información de Salud, editora de GM, e IMS (ver GM, nº 393).
En general, las comunidades invitadas a la jornada mostraron su intención de gestionar la PPA desde el punto de vista de alcanzar una política eficiente y que no genere problemas de adherencia a los pacientes. De cara al médico, por ejemplo, apuestan por su libertad a la hora de recetar marca o genérico, siempre que se esté hablando de precio menor.
Punto de partida
El distinto punto de partida que por el mes de octubre vaticinaba distintos derroteros en la implantación e impacto de la PPA en las comunidades autónomas explica ahora las diferencias esperadas en el ahorro de esta medida. Y es que, a tenor de lo sucedido desde el 1 de noviembre, presenta desde una reducción del 10 por ciento en la factura farmacéutica de Aragón o Canarias hasta del 5 ó 6 por ciento de Baleares y Castilla y León o el 0,93 por ciento en el País Vasco.
Asimismo, el distinto punto de partida y las distintas interpretaciones del RDL 9/2011 a las que se enfrentaban las comunidades demuestra que el objetivo de generalizar la PPA está todavía lejano. Andalucía, Navarra y Canarias lideran, por encima del 85 por ciento, el porcentaje de recetas prescritas por este sistema. Mientras, Asturias, Cataluña y Galicia no llegan al 30 por ciento.
Pero tres meses después de su entrada en vigor, la prescripción por principio activo se ha incrementado e incluso se ha extendido a fármacos cuya patente está en vigor. La media nacional está en el 52 por ciento, muy dividida entre las posturas de Andalucía, Madrid y Navarra, cuyo porcentaje es del cien por cien, y las de La Rioja, Asturias, Cataluña y Aragón, que no emiten por principio activo ningún fármaco bajo patente.
Antonio Villacampa, director general de Planificación y Aseguramiento de la Consejería de Sanidad de Aragón, explicó así la falta de uniformidad en los porcentajes. Aunque no debe ser la única razón. Esta comunidad, que el 1 de noviembre se situaba en una tasa de PPA del 32 por ciento, ha pasado tres meses después al 38 por ciento. Por su parte, la Comunidad Valenciana, ahora situada en el 30,4 por ciento, no ha crecido ni un punto en estos tres meses; País Vasco ha pasado del 32,8 al 35,6 por ciento. Incluso, los datos de Castilla y León, que acumula años de experiencia, solo ha pasado del 50 por ciento de octubre de 2011 al 60,7 en enero de este año.
La prescripción o no por principio activo de los medicamentos sujetos a patente es consecuencia de las múltiples interpretaciones derivadas de la norma. Así, en total son trece las comunidades que emiten, en diverso grado, por PPA recetas de medicamentos que aún no disponen de genérico. Por lo tanto, las diferencias, aunque ciertamente son cada vez menores, continúan estando a la orden del día, lo que ha generado todo un reto para las labores de gestión del sector farmacéutico, que se sigue enfrentando a múltiples escenarios autonómicos.
En principio, las comunidades se niegan controlar las sustituciones en las farmacias. Solo José Clérigues, director general de Farmacia de la Comunidad Valenciana salió de esta norma general. La región está expectante ante un incremento del 5 por ciento en las sustituciones y ha dejado libertad a cada una de las 24 zonas de salud para elegir su modalidad de prescripción: cuatro han elegido prescripción por DOE; el resto prescribirá por precio menor. Es un ejemplo de lo que Gabriel Morelli detecta con el doble problema actual de la PPA: no solo hay distintas velocidades entre comunidades, sino diferencias entre las zonas de salud de una misma región.
Desde la bancada opuesta en el Parlamento y con una cierta perspectiva temporal, el balance que hace de la PPA obligatoria el Grupo Parlamentario Socialista, que la impulsó desde el Gobierno, es claro. “Es una medida positiva desde el punto de vista del ahorro sin afectar a la calidad”, señaló su portavoz de Sanidad en el Congreso, José Martínez Olmos, que apuesta a considerarlo como un camino a “profundizar” en el futuro.
El Real Decreto-ley 9/2011 nació, según Martínez Olmos, en un contexto crítico: pese a que el comportamiento del sector sanitario había sido ejemplar desde el punto de vista de la contención del gasto, los ingresos seguían cayendo y la financiación seguía siendo insuficiente. El resultado, para el PSOE, es doblemente satisfactorio, pues los resultados de la PPA demuestran, a juicio del ex secretario general de Sanidad, que las marcas “siguen teniendo su espacio”, incluso después de vencida la patente.
Sin embargo, las circunstancias financieras del sistema no han cambiado y, en ese contexto, siguen siendo necesarias medidas que impulsen el ahorro sin afectar la calidad asistencial. En esta tesis se apoya el PSOE para considerar en el futuro una profundización en la prescripción por principio activo, la que ahora está poniendo en marcha la Junta de Andalucía. “Una vez agotadas las posibilidades de la PPA, se trataría de dar un paso más usando ese procedimiento, que permite incorporar a la prestación farmacéutica los proveedores que ofrezcan mejor precio para el conjunto del sistema”, aseguró Martínez Olmos.
Andalucía, Madrid y Navarra prescriben por principio activo todos los fármacos patentados
De entrada, las regiones se niegan a controlar las sustituciones que se realizan en las farmacias