L.B. /C.M.L. Madrid | viernes, 08 de julio de 2016 h |

Hace más un año que cambió el abordaje de la hepatitis C en nuestro país. El plan nacional supuso un antes y un después y en poco más de 12 meses se han tratado más del 80 por ciento de los casos más graves con los nuevos antivirales. Es decir, se ha dado cuenta prácticamente de los objetivos previstos a tres años. Para hacer balance de este tiempo GM ha hablado con Agustín Albillos, presidente de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEHH).

Pregunta. ¿Qué valoración hace de estos meses?

Respuesta. El Plan Nacional ha supuesto el acceso masivo de pacientes a los antivirales de acción directa. Antes, el número de pacientes que se trataban de hepatitis C con las nuevas medicaciones, muy eficaces y muy seguras, era mínimo. Desde que se aprobó la estrategia hasta la actualidad se han tratado cerca de 50.000 pacientes. Lo que era una previsión de tratamiento para dentro de tres años, en apenas uno se ha hecho con este gran volumen de pacientes. Además, el plan supone poner en la agenda del ministerio y las autoridades la relevancia que tiene la enfermedad, su significado, la morbimortalidad que conlleva.

P. ¿Cómo está España con respecto a otros países de nuestro entorno?

R. España está en una situación privilegiada. Siempre es complicado decir si somos el país que más pacientes ha tratado de la UE, pero si no somos el que más, estamos entre los tres primeros en número de pacientes tratados. El acceso a estos medicamentos es espectacular; la capacidad que ha tenido el propio sistema sanitario de dar curso y respuesta a estos enfermos tanto en términos de medicación, como a la hora de gestionar el proceso asistencial de cada uno de ellos es encomiable y es algo de lo que los españoles podemos sentirnos muy orgullosos. Ha supuesto un reto para todos, desde las autoridades ministeriales que gestionaron la financiación de medicamentos, las propias sociedades científicas, hasta la contribución de los propios colectivos de pacientes.

P. ¿Qué resultados han dado los nuevos fármacos ahora que se tiene experiencia en la práctica clínica?

R. Han dado resultados superiores. Normalmente los pacientes en ensayos clínicos (EE.CC.) están muy seleccionados. La administración de los fármacos ha sido de una forma masiva y extensiva a todos los pacientes con fibrosis significativa y avanzada, pero los resultados son incluso mejores a lo que habían demostrado en los EE.CC. Hay algunas variantes del virus en los que todavía con la medicación actual no se llega a niveles de curación superiores al 90 por ciento, pero se puede decir que entre el 85-90 por ciento de los pacientes pueden recibir un tratamiento con una expectativa de curación superior al 90 por ciento. Estos fármacos han demostrado ese valor tanto en términos de eficacia como en términos de seguridad.

P. Con el Plan hay un registro de pacientes, ¿en qué estado está?

R. El plan tenía varias líneas estratégicas, pero la que más se ha desarrollado es la de tratamiento. Ahora bien, existen otras áreas que tienen que tener el adecuado desarrollo en el futuro. Por un lado, disponer de estudios con un conocimiento más amplio y más sólido de lo que es la enfermedad en España, y por otro, de cómo se están llevando a cabo las estrategias de diagnóstico de identificación de los pacientes que aún no lo están. Desde el primer momento se tuvo conciencia de la importancia de tener un registro, pero quizá las comunidades autónomas no han sido todo lo ágiles que debieran al mandar y remitir los datos centralmente, siempre se suele echar la culpa al ministerio. Existe un registro promovido desde hace unos años desde dentro de la AEHH para registrar los pacientes que reciben tratamientos antivirales y que ha demostrado su pleno rendimiento y utilidad con estos tratamientos.

P. ¿Cuál es el siguiente paso?

R. Hay un gasto que se está haciendo en hepatitis C, y unos pacientes graves diagnosticados que ya se han tratado, la caja de pacientes se va vaciando y el dinero está ahí. Van a venir nuevos medicamentos que van a suponer mayor competencia en precios, lo cual permitirá que con ese dinero que queda podamos tratar más pacientes. Están por tratar los pacientes que tienen escasa o nula enfermedad hepática, y hacía ahí apunta todo. Por tanto, el primer paso debe ser dimensionar el problema y presupuestarlo.

P. Uno de los retos es diagnosticar a todos los infectados, mediante una estrategia de cribado en los centros de Atención Primaria, identificando a los afectados en todos los grupos de riesgo.

R. Efectivamente, hace falta hacer un plan de cribado de diagnóstico precoz del virus C concienciando a los médicos de AP sobre la necesidad de su participación en este reto. Sin la coordinación y la inclusión de primaria no se podrá llevar a cabo.

P. ¿Qué se puede esperar de los nuevos tratamientos que están por llegar?

R. La medicación va a ser todavía algo más eficaz de lo que es ahora. Aunque estamos hablando de una eficacia superior al 90 por ciento es un poco más variable en los genotipos, pero vamos a utilizar fármacos que van a superar el 95-98 por ciento de eficacia. También serán medicamentos que superarán barreras fenotípicas, es decir, que van a ser útiles en prácticamente todos los tipos del virus C. Además con menos incompatibilidades e irán hacia pautas más cortas de medicación. La posibilidad de curación en un plazo de seis-ocho semanas será posible.

P. ¿Cómo ha influido la aparición de estos tratamientos en el desarrollo de la especialidad?

R. El país afortunadamente ha sido capaz de acomodar y dar respuesta a esto. Los especialistas en aparato digestivo y los hepatólogos en España son excelentes profesionales, y gozan de un gran prestigio en todo el mundo. Han sabido entender el problema, organizarlo, dar la respuesta asistencial y científica, en términos de manejar y sacar conclusiones de la información y la experiencia que hemos tenido estos meses y también de años, que nos ha permitido extraer conclusiones que han servido para que ahora los pacientes se beneficien.

P. La AEEH dio un paso adelante con esta estrategia, y se consiguió erigir como garante de estos tratamientos…

R. Creo que el equilibrio es difícil y la sociedad se ha comportado de una forma responsable. Hemos colaborado codo con codo con el ministerio, siendo conscientes de lo que podía suponer el salto en los tratamientos, y cómo se podría comprometer la sostenibilidad.Cuando el ministerio y las autoridades no estaban todavía demasiado mentalizados de la gravedad del problema y de las excusas que se ponían para utilizar la medicación antiviral de cuyas bondades ya conocíamos, sí que levantamos nuestra propuesta e hicimos oír nuestra voz en favor de los pacientes y en favor de la utilización adecuada de los recursos que la sociedad se debían utilizar. Después se desbloqueó la situación y salió adelante la estrategia.