J uan Pablo Ramírez Madrid | viernes, 28 de agosto de 2015 h |

Era la crónica de un muerte anunciada. El Fondo de Cohesión sanitaria ha desaparecido de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) después de 12 años. Ya durante esta legislatura había reducido su asignación de manera exponencial, hasta situarse en 2,3 millones de euros. En 2012, esta partida había llegado a alcanzar incluso los 93 millones de euros.

Ante esta nueva situación, el secretario general de Sanidad, Rubén Moreno, instó a las comunidades autónomas a la creación de un fondo de maniobra con el objetivo de hacer frente a este gasto. Desde 2013, el fondo ya había empezado a tener carácter extrapresupuestario. El proyecto de Ley de Presupuestos presenta un sistema muy similar al del Fondo de Garantía Asistencial (FOGA), creado para costear la atención sanitaria a pacientes desplazados y que no han sido derivados por su comunidad autónoma.

El nuevo sistema queda recogido en el proyecto de Ley de Presupuestos. Los importes deducidos a las comunidades autónomas o al Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) por los gastos generados de asistencia sanitaria de diferentes regiones “se ingresarán en la Secretaría General del Tesoro y Política Financiera con aplicación a una cuenta extrapresupuestaria, que será gestionada por el ministerio de Sanidad para compensación entre comunidades autónomas e Ingesa”, según se señala en el texto.

Después de que el Congreso de los Diputados votara el pasado miércoles en contra de las 12 enmiendas a la totalidad a los PGE presentadas por los diferentes grupos parlamentarios, el Grupo Parlamentario Socialista presentó el jueves otras 1.600 enmiendas. Entre ellas, la recuperación del Fondo de Cohesión sanitaria para dotarlo con 200 millones de euros, una cantidad que no ha alcanzado en sus 12 años de aplicación. Esta cantidad iría destinada a cubrir “centros de referencia, las estrategias de salud, la movilidad de los pacientes y los medicamentos innovadores y huérfanos”, ha explicado José Martínez Olmos, portavoz de Sanidad del PSOE en el Congreso. Precisamente, la incorporación de los fármacos a este fondo es la novedad que proponen los socialistas. El debate había estado en vuelto de polémica. La mayoría de los grupos de la oposición criticaron que el Gobierno presentara unos presupuestos, a pesar de un posible cambio de Ejecutivo a finales de este año.

Pero las críticas no solo han llegado desde la oposición. El comisionado para la Equidad de la Alianza General de Pacientes, Ángel Gil, ha recordado que “la cohesión se marcó como una de las tareas fundamentales del ministerio de Sanidad cuando se realizaron las transferencias”. El comisionado ha insistido en que el Gobierno debe contar con herramientas para “dar ese equilibrio entre la asistencia sanitaria de las comunidades, porque si no, quedaría vacío”.

Más fondos para Sanidad

Los fondos destinados a Sanidad el próximo año se situarán en 4.001 millones de euros, lo que supone un incremento del 3,6 por ciento, un ritmo de crecimiento tres veces superior al registrado durante 2015.

La principal partida se dirige al mutualismo administrativo que condensa 2.164 millones de euros. Las partidas destinadas a Muface, Mugeju e Isfas aumentarán un 3,5 por ciento más que este año. Ya a finales de julio el sindicato CSI-F se mostró satisfecho con la cifra que recibirá Muface.

El ministerio de Sanidad contará para el próximo ejercicio con 2.029 millones de euros, aunque la principal parte de su asignación irá destinado al área de Servicios Sociales, que aglutina 1.654 millones. Concretamente las partidas específicas para la Secretaría General de Sanidad y Consumo ascienden a 317,21 millones de euros, lo que significa un incremento del dos por ciento con respecto a 2015. Dentro del área sanitaria, la mayor cantidad se dirige al Instituto de Gestión sanitaria, que contará con 230,4 millones de euros. Esta cantidad supone un avance del 3,1 por ciento con respecto a este ejercicio.