J. A. R. Barcelona | viernes, 08 de julio de 2016 h |

“La Unidad de Simulación de la Universidad Internacional de Cataluña es una excelente herramienta para que los estudiantes y los profesionales se formen de la mejor manera”, explica Albert Balaguer, decano de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la universidad. Esta unidad es una planta de mil metros cuadrados, situada en el mismo edificio de la Facultad de Medicina de la Universidad Internacional de Cataluña (UIC), en la que se incluyen una aula de docencia, dos consultorios de atención primaria, dos zonas de hospitalización (16 boxes), un quirófano (4 boxes), una unidad de cuidados intensivos (4 boxes) y tres salas polivalentes con capacidad para 40 personas. “Todo ello pensado para que estudiantes y profesionales sientan que están en un entorno lo más real posible”, señala Balaguer. Además, como explica el decano de la UIC, esta unidad “posibilita que estudiantes de medicina y de enfermería realicen prácticas conjuntas, algo no tan sencillo de conseguir en otros centros”.

Balaguer enfatiza que la unidad la utilizan tanto estudiantes como profesionales ya en activo. Por ejemplo, es útil para ensayar nuevos protocolos para atender de forma más rápida y eficaz a los pacientes que han sufrido un ictus. “Y también vienen profesionales a formarse en gastroscopia o para realizar entrenamientos de reanimación cardiopulmonar”, comenta.

Gracias en parte a la Unidad de Simulación, la UIC está potenciando la investigación en educación médica. “Se trata de mejorar en el aprendizaje de los conocimientos médicos, si es mejor empezar con la teoría, por ejemplo, y en este sentido la unidad es una herramienta muy interesante para aprender”, comenta Balaguer.

Entre las líneas estratégicas de la Facultad de Medicina de la UIC, Balaguer destaca que seguirán reforzando las sinergias con el Hospital Universitario General de Cataluña, con el que comparten edificio y espacios comunes. “Aunque colaboramos desde hace tiempo, es desde hace un año que el hospital ha adquirido la categoría de universitario”, señala el decano.

Una sinergia que, en opinión de Balaguer, permite aumentar tanto el nivel de los profesionales y, por tanto, de la asistencia, como el de los alumnos. En este sentido, cabe recordar que este año la UIC ha sido el único centro que ha logrado que el cien por cien de sus alumnos que se han presentado al examen MIR superen la nota de corte del mismo. “Es cierto que les pedimos que se esfuercen, pero no con la obsesión de que pasen la nota de corte, sino para que se conviertan en los mejores profesionales”, señala Balaguer.

En este sentido, el decano considera que es necesario formar a “profesionales con cabeza y corazón”. Es decir, futuros médicos o enfermeros que sepan atender al paciente en su globalidad, sin olvidar la parte más humana. “Por eso, les formamos para que dispongan de una buena capacidad crítica y para que tengan nociones de gestión, tanto a nivel micro como a nivel macro”, añade.