C. S./J. A. R. Barcelona | viernes, 01 de julio de 2016 h |

¿Qué impacto tiene el microbioma en las alergias?, ¿y en el cáncer?, ¿qué relación guarda con la infección por VIH?, ¿con qué opciones se cuenta para modificar la microbiota? Fueron varias las cuestiones que se plantearon durante el encuentro internacional ‘The Barcelona Debates on the Human Microbiome. From Microbes to Medicines’,

La reunión arrancó con la presentación de un trabajo realizado por Kjersti Aagaard, profesora asociada de Obstetricia y Ginecología de la Facultad de Medicina de Baylor (Houston, Estados Unidos), la primera investigadora capaz de detectar que existen microbios en la placenta, lo que sugiere que las madres pueden transmitir su microbiota a los bebés a través de la placenta y no en el momento del parto, como se creía hasta ahora.

Así lo explicó a GM Roger Paredes, jefe del grupo de Genómica Microbiana de IrsiCaixa y miembro del Grupo Directivo de la OMS sobre Resistencias del VIH a los Medicamentos, quien advirtió de que puede ser “un tema controvertido porque hay otros trabajos más pequeños que no terminan de encontrar estos resultados”. En cualquier caso, los análisis e investigaciones realizadas por Aagaard confirman que el intercambio de bacterias sí se produce en el periodo de gestación y no después, apostilló.

Otro de los estudios que se presentó y también relacionado con el ámbito pediátrico fue el de Stuart Turvey, profesor de pediatría en la Universidad de Columbia Británica (Canadá), quien ha descubierto cuatro bacterias que protegen a los niños de padecer asma.

“Se ha confirmado en ratones, por lo que se abre la puerta a poder diseñar en un futuro probióticos que permitan prevenir el asma en niños”, explicó Paredes, también colíder de B-Debate (Centro Internacional para el Debate Científico). “Parece ser que intervenir en la microbiota al principio de la vida serviría para prevenir ciertos problemas de salud”, añadió.

¿Y por qué el microbioma adulto e infantil es de gran relevancia? El especialista destaca que “es fundamental para el desarrollo y la actualización constante del sistema inmune y para realizar funciones metabólicas que van desde la degradación de alimentos yhasta la producción de nutrientes esenciales que no obtenemos a través de la dieta”.

Aparte, varios trabajos inciden en que influye en aspectos como el estado anímico y la modulación de respuestas a los inmunomoduladores para tratar, por ejemplo, algunos tipos de tumores y también se han observado cambios en la enfermedad por el VIH, comentó Paredes, agregando que existen “múltiples áreas de la medicina donde se está abriendo paso”.

Gracias a las tecnologías de secuenciación masiva ahora resulta más factible caracterizar el microbioma aunque, reiteró el experto, todavía hay que seguir investigando. El objetivo es mejorar la salud de las personas y, por consiguiente, puede que en la etapa pediátria sea el momento en el que exista “una ventana de oportunidad y donde las intervenciones podrían ser más efectivas”.

Riqueza genética bacteriana

En los países desarrollados se observa una disminución de la diversidad bacteriana y también de la riqueza genética de las bacterias. Así lo señaló Franciso Guarner, científico del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR). Como también destacó este experto, los avances en las técnicas de investigación permiten conocer en profundidad la variedad genética del microbioma. “Rastrear el gen 16S en una muestra de microbioma sirve para conocer la diversidad bacteriana, pero, con las técnicas de secuenciación masiva, aparte de obtener una lista de los nombres de las bacterias también se identifican muchos más genes y, por tanto, las funciones que pueden desempeñar las bacterias”, añadió.

Guarner comentó que uno de los factores que mejora la variedad genética del microbioma es consumir alimentos vegetales no procesados. El problema es que este tipo de alimentos generan fermentación, es decir, molestias debido a gases y distensión abdominal. “Pero un estudio realizado en el VHIR muestra que si se mantiene una dieta rica en esta clase de alimentos, las molestias se dan únicamente los primeros días. A partir del día 21 o del día 28, las personas ya se sienten perfectamente bien”, comentó.

Este experto también habló de otro estudio realizado con pacientes con síndrome del intestino irritable que seguían una dieta Fodmap (baja en oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables), pensada para reducir sus síntomas, y pacientes también con esta patología pero que seguían una dieta normal a la que se añadían prebióticos. “Se ha visto que los pacientes con dieta Fodmap sólo van bien mientras excluyen los citados componentes; en cambio, el otro grupo de pacientes van mejor a largo plazo y, además, mejora la riqueza genética de su flora bacteriana”.

Fármacos basados en bacterias

Una línea de trabajo que se antoja prometedora en el campo del microbioma es el desarrollo de fármacos “compuestos por un consorcio de microbios vivos”, como explicó Bernat Ollé, cofundador y director ejecutivo de Vedanta Biosciences, compañía estadounidense que desarrolla probióticos. Este científico y emprendedor se dedica a “aislar bacterias y estudiarlas para detectar cuáles tienen propiedades medicinales interesantes”, comentó

En este sentido, su empresa ya está desarrollando un fármaco compuesto de 17 cepas bacterianas del género Clostridium “que reduce la inflamación del intestino en modelos animales”, señaló. Ahora, empezarán los ensayos en seres humanos para estudiar la posible eficacia en pacientes con enfermedades autoinmunes del intestino.

Aunque los beneficios de este tipo de terapia bacteriana podrían alcanzar a patologías muy variadas. Ollé explicó que su empresa tiene abiertos seis programas de investigación. “Dos en enfermedades infecciosas, uno para colitis y enfermedad de Crohn, otro en cáncer, otro en alergias alimentarias y otro para las complicaciones por trasplante de médula ósea”, comentó.

El microbioma incide
en la respuesta a inmunomoduladores para tratar determinados tumores

Los avances en las técnicas
de investigación permiten conocer la variedad genética del microbioma