| viernes, 12 de abril de 2013 h |

Por primera vez un estudio español multicéntrico demuestra que la telemedicina reduce a la mitad el impacto económico en pacientes con Diabetes Mellitus tipo 1 (DM1) respecto a las visitas presenciales al hospital.

Se trata de los primeros resultados del Estudio Telemed-Diabetes, realizado por el Centro de Investigación Biomédica en Red de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (Ciberdem) del Instituto de Salud Carlos III (Ministerio de Economía y Competitividad), que se han presentado en el 24º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Diabetes, celebrado en Sevilla.

Este estudio, pionero en España, nace para evaluar la eficacia de los sistemas telemáticos aplicados al tratamiento de las personas con DM1 desde un punto de vista de coste-efectividad. Para ello, se ha contado con personas que contaban con acceso a internet en casa y que tenían un mal control crónico de DM1 en edades comprendidas entre los 18 y los 55 años.

Según Enric Esmatjes, jefe de la Unidad de Diabetes del Hospital Clínico de Barcelona y coordinador del Estudio Telemed-Diabetes, “atendiendo a los costes que conlleva el tiempo empleado en hacer la visita al hospital, la propia consulta y el tiempo empleado por el profesional para atender al paciente, se ha visto que existe un 50 por ciento de reducción en el impacto económico cuando trasladamos los minutos ahorrados a euros. Esto es difícil porque el coste del tiempo empleado es complejo, pero sí podemos decir que los pacientes que hacían el seguimiento telemático tenían la mitad de minutos empleados para efectuar todo el programa en relación a los que realizaban las visitas tradicionalmente, un ahorro más que significativo para el paciente y el sistema”. Este resultado va acompañado de una reducción idéntica en cuanto al parámetro principal de control metabólico que es la hemoglobina glicosilada, en ambos grupos.

En lo que se refiere a los conocimientos adquiridos por el paciente, la adherencia terapéutica, y la calidad de vida, la mejoría también ha sido notoria. Por tanto, “concluimos que la telemedicina en este grupo ofrece una calidad de vida y una atención similar a la tradicional con una clara disminución de los costes, especialmente para el paciente”, explica Esmatjes.

Estos resultados se podrían extrapolar a otras enfermedades crónicas o dentro de la misma enfermedad a pacientes con Diabetes Mellitus tipo 2 (DM2), aunque el enfoque del tipo de intervención “debería ser diferente, ya que no se da un enfoque centrado en el manejo del tratamiento con insulina, sino que ha de estar centrado en la educación y en conseguir cambios en el estilo de vida. Aunque, sin duda, poder intervenir a distancia mediante cualquiera de los múltiples sistemas telemáticos que hay en DM2 es igualmente efectivo”

Para Esmatjes, investigador de Ciberdem, el reto a partir de ahora es “conseguir herramientas en las plataformas que sean ágiles y de fácil manejo para después integrarlas dentro de la asistencia rutinaria de los pacientes, es decir, incorporar la telemedicina a nuestro sistema asistencial, lo que implica un cambio de mentalidad por parte del los profesionales al hacer un determinado tratamiento y de la administración a la hora de cuantificar los recursos asignados para ello”.