SNS/ Proponen distintos tipos de copago como el modelo francés de gastos compartidos

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La consultora AT Kearney presenta fórmulas para evitar el aumento del déficit

Controlar la demanda, un marco estable y nuevos métodos son las alternativas

| 2011-06-03T15:51:00+02:00 h |

ARTURO DÍAZ DEL CAMPO

Madrid

La vicepresidenta de la consultora AT Kearney y responsable del área de Pharma&Healthcare, María Eugenia Fanjul, avisó de las consecuencias que puede tener el crecimiento del déficit sanitario en nuestro país durante la presentación del informe, “La sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS): ¿Ha dejado la sanidad de ser una prioridad social?”, elaborado por la consultora. Así, durante esta presentación, en la que se plantearon distintas alternativas para hacer más sostenible el sistema sanitario español, Fanjul alertó de que “el gasto sanitario no crece porque estamos despilfarrando el dinero”.

En este sentido, otro de los participantes en el encuentro, el ex ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Manuel Pimentel, consideró que ha llegado el momento de “los nuevos consensos de Estado”. El objetivo, según él, sería mejorar la viabilidad de un sistema sanitario que se encontraría “en una crisis de incierto desenlace” si no se toman decisiones.

Estas actuaciones, tal y como recoge el informe de AT Kearney, podrían llegar de distintas maneras. Por un lado, las basadas en una mejora de la utilización de los recursos disponibles. Por otro, la búsqueda de nuevos métodos y vías de financiación que sirvan para reducir el déficit sanitario que tienen las comunidades. Con estas acciones, según Fanjul, el SNS podría salir de la situación de “encrucijada” en la que se encuentra. “Hemos intentado ofrecer un abanico de líneas de acción que no son incompatibles”, explicó. En el primer apartado de las propuestas de AT Kearney se encuentra la gestión de la demanda. “Es importante implicar al paciente para que se corresponsabilice con el servicio que se le está prestando”, afirmó Fanjul. Entre las posibilidades, se mencionó la posibilidad de establecer distintos tipos de copago. ¿El ejemplo a seguir? Los gastos compartidos en el sistema sanitario francés. Igualmente, la inversión en campañas de salud pública es otro de los puntos destacados en el informe para controlar la demanda.

En segundo lugar, la consultora mencionó la necesidad de cambiar la concepción del sistema sanitario, que en la actualidad se orienta a tratamientos para patologías agudas. Y es que el envejecimiento de la población y los nuevos medicamentos hacen que las enfermedades crónicas se conviertan en una característica cada vez más representativa en España.

Asimismo, el informe estima que en nuestro país sería necesaria una transformación del modelo retributivo del personal sanitario, y recomienda la flexibilización de los mecanismos de contratación y cese de personal, así como la introducción de remuneraciones variables. La utilización de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y un marco estable que permita implementar todas las medidas anteriormente expuestas son las dos últimas directrices incluidas en el estudio. Todas estas propuestas fueron calificadas por el presidente de Analistas Financieros Internacionales, Emilio Ontiveros, como “recomendaciones importantes pero posibles”.

Por otro lado, Ontiveros aseguró que había que establecer una serie de prioridades para iniciar estas acciones según los efectos económicos que puedan tener en el Sistema Nacional de Salud, de ahí que recomendase dar mayor importancia a la búsqueda de nuevos métodos de financiación. En esa misma línea, aunque destinadas a incrementar los ingresos del SNS, otro de los capítulos del informe de AT Kearney expone varias soluciones económicas. Sobre este particular, Fanjul aseguró que han de buscarse alternativas de generación de ingresos de carácter privado como la recaudación de máquinas expendedoras o cafeterías en los hospitales. Asimismo, reclamó un mayor número de ensayos clínicos en los centros sanitarios para aportar fondos al sistema.

En el plano tributario, se tiene contemplado un incremento de los impuestos, aunque como matizó Fanjul, “es un tema muy complicado” y, por ello, AT Kearney no cree conveniente apostar por una “subida generalizada” aunque señaló que actuar sobre la economía sumergida sería clave por la gran cantidad de dinero que mueve esta actividad. Si bien una subida tributaria general parece inviable, se podrían buscar incrementos en impuestos específicos o en algunas tasas.