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Términos como la corresponsabilidad y la redistribución de recursos desfilaron para dejar medidas impopulares detrás del telón
El establecimiento de una cartera de servicios común a nivel estatal fue una de las propuestas que mayor aceptación despertó en la sala
Cecilia Ossorio
Barcelona
Ninguna novedad en un debate con portavoces de todos los partidos políticos de Cataluña con representación parlamentaria llamados a las urnas el próximo 28 de noviembre.
La sanidad catalana se inmoviliza ante los comicios, como evidenció la falta de propuestas claras en el encuentro organizado por Metges de Catalunya. Si el mayor objetivo de este sindicato era lograr el compromiso de las formaciones para hacer realidad el convenio de negociación propia, tan sólo se manifestó abiertamente a favor Josep Maria Fabregat (miembro del sindicato), de Ciutadans. Del resto, la mayoría abogó por un convenio que englobe a todos los profesionales sanitarios. Y desde el PSC se destacó la necesidad de regular el modelo retributivo de los médicos antes del convenio único.
En lo referente a la financiación sanitaria y los cambios para la eficiencia del modelo, destacaron por ilustrativas las palabras de Francesc Sancho, CIU: “Estoy preocupado. Hay mucho debate e informe, y pocas soluciones”.
Brilló en el debate el rechazo que provoca el copago en todos los partidos, a excepción del PSC, representado por Josep María Sabaté, que reiteró la necesidad de “redistribuir de forma equitativa el ya existente”.
Para Sancho, el problema de base es de solvencia, y considera que “no se puede seguir ofreciendo una cartera de servicios sin límites”. Por tanto, la responsabilidad de la Administración no pasa por bajar los presupuestos, pero sí por gestionar la demanda mediante evaluación de resultados”. Más que de copago, en CIU prefieren hablar de “corresponsabilidad” de todos los agentes. Y, abogando por una red integrada “real”, critican que la autonomía de gestión se ha cobrado hasta ahora la fragmentación del sistema.
Desde Ciutadans, defienden realizar una auditoría de todo el sistema sanitario, y califican la austeridad como “virtud”. Además, Fabregat se mostró a favor de una cartera de servicios común, a nivel estatal, una propuesta que comparte con el PSC, si bien este partido habla “a escala europea”.
A juicio de Joan R. Laporte, de ICV, en Cataluña se gasta demasiado en nuevas tecnologías y muy poco en personal. Además, pidió que la industria farmacéutica deje de monopolizar la formación sobre nuevos fármacos y productos. Y considera fundamental que se rindan cuentas sobre los convenios en las entidades privadas.
Según Belén Pajares, del PPC, hay que “eliminar duplicidades en el sistema” y mejorar los circuitos de distribución, sin necesidad de llegar al copago. Y apuesta por una revisión en todo el ámbito estatal de los fondos específicos sanitarios. Para ella, dignificar la profesión no sólo significa aumentar la motivación, sino también la productividad.
Por último, Josep María Pons, de ERC, lamentó no tener un parlamento que “asegure la financiación” y denunció el recorte de derechos. Cree que debería modificarse el catálogo de prestaciones, pero no sin antes mejorar la distribución, aumentar la autonomía del profesional e incrementar el gasto en atención primaria.