c. o. Barcelona | viernes, 31 de enero de 2014 h |

Un estudio internacional multicéntrico liderado por el Grupo de Cáncer Hepático del Icahn Hospital Mount Sinai de Nueva York, en colaboración con el Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (Idibaps)-Hospital Clínic de Barcelona, ha conseguido identificar por primera vez el oncogén UHRF1 como una potencial diana terapéutica para tratar el carcinoma hepatocelular o hepatocarcinoma.

Lo han hecho combinando un modelo de pez cebra de cáncer de hígado con datos de tumores humanos, según publica on line la revista Cancer Cell.

El 75 por ciento de los peces objeto del estudio en los que había sobreexpresión UHRF1 desarrolló tumores en un período de 20 días. Según describen los investigadores, el mecanismo fundamental de oncogénesis se asocia con una alteración masiva en la metilación.

Los responsables del estudio identificaron una sobreexpresión del oncogén UHRF1 en alrededor del 50 por ciento de los pacientes, que se asocia a peor pronóstico, particularmente en aquellos con alteraciones del gen supresor p53.

Josep M. Llovet, profesor Icrea del Grupo de Oncología Hepática del Idibaps-Hospital Clínic y director del Programa de Cáncer de hígado del Hospital Mount Sinai, es coautor de este estudio que por primera vez muestra que la sobreexpresión de la proteína UHRF1 es una condición suficiente para causar cáncer, por su capacidad de incidir en el ADN y promover la proliferación de la célula cancerígena.

El motivo por el que se utilizó el modelo de pez cebra son las ventajas que ofrece en la investigación de la neoplasia hepática preclínica, pues se trata de un organismo muy práctico para estudios dedicados al desarrollo de vertebrados y su función génica. Entre sus características, destacan su rápida capacidad de reproducción, pasando de huevo a larva en tres días, así como su condición translúcida, que permite a los investigadores visualizar directamente el crecimiento del tumor de forma similar al procedimiento en humanos.

Hacia fármacos dirigidos

A partir de los resultados de esta investigación, que ha sido posible gracias a la colaboración de investigadores del Hospital Brigham and Women’s de la Universidad de Harvard y de la Escuela de Medicina del King’s College de Londres, el siguiente paso será desarrollar fármacos dirigidos al oncogén UHRF1, con el fin de restablecer el epigenoma y evitar los mecanismos que desencadenan el cáncer.

En la actualidad, el carcinoma hepatocelular se diagnostica en fases avanzadas en un 40 por ciento de los casos en Occidente, y en más del 70 por ciento de los casos en Asia. Por ahora, la única estrategia terapéutica eficaz en estos estadios es un inhibidor multiquinasa, sorafenib, que logra una mediana de supervivencia de un año. Ha habido otros seis fármacos en ensayo clínico, en fase III, que durante los últimos cinco años han obtenido resultados negativos, por lo que se requieren nuevas alternativas que aumenten las opciones terapéuticas de los pacientes que siguen progresando en su enfermedad.

Hace pocos meses, durante el Congreso de la Sociedad Europea de Radiología Intervencionista y Cardiología (Cirse), también se ponía de manifiesto un avance logrado por el Barcelona-Clínic Liver Cancer Group en el tratamiento del hepatocarcinoma, mediante ablación por radiofrecuencia, en aquellos tumores no cadidatos a cirugía convencional, con tasas de supervivencia un poco inferiores a ésta, pero con menor riesgo de mortalidad perioperatoria.