Ramón Morera, recientemente elegido presidente de la Sedap, explicó a GM la importancia de un liderazgo fuerte dentro del primer nivel asistencial.
Pregunta. ¿Cuáles son sus principales objetivos al frente de la sociedad?
Respuesta. Conseguir que la Sedap sea una sociedad cada vez más fuerte, que podamos apoyar a los directivos del sistema sanitario, desde los directores o coordinadores de centros de salud a toda la estructura directiva, y que podamos ser referente e incidir en lo que está pasando en el SNS desde la mirada de una sociedad científica de Primaria.
P. ¿A qué dificultades se enfrentará el primer nivel asistencial próximamente?
R. El primer reto es no seguir retrocediendo. La crisis económica está generando en algunos territorios unos retrocesos de la MFyC que entiendo que son totalmente desacertados porque para que tengamos un sistema sanitario eficiente, al mejor coste posible, tenemos que tener un primer nivel asistencial que tenga capacidad de resolución y de diagnóstico, que asegure su accesibilidad y su longitudinalidad y que sea liderada para poder dar respuesta a los nuevos retos como son los pacientes crónicos complejos.
P. ¿Cómo se puede reforzar la AP?
R. Es esencial para que avance que tenga una buena dirección, que sea propia, con un liderazgo claro, que conozca profundamente el sistema, es fundamental para poderla reforzar. También es muy importante dotarla de unos mínimos recursos suficientes para que pueda hacer bien su trabajo.
P. ¿Qué será necesario para que la medicina de familia pueda hacer frente al reto que supone la cronicidad?
R. El gran desafío del sistema sanitario es no seguir siendo un SNS difícil de sostener económicamente y, en ese sentido, nuestra apuesta fundamental es que la respuesta a la cronicidad la dé, en primer lugar, la Atención Primaria, y para esto sería necesario un claro compromiso político de las consejerías de Sanidad que tendrían que ayudar a que la AP tenga capacidad suficiente para hacerlo, apoyándose en que puede ser muy accesible, resolutiva, y en que tiene que garantizar la longitudinalidad: conoce a los pacientes a lo largo del tiempo y es mucho más satisfactorio para ellos y eficiente para el sistema que sea la propia Primaria quien dé respuesta a la cronicidad.
P. En cuanto al liderazgo en la Primaria, ¿cree que se puede estar viendo afectado a causa de la situación económica actual?
R. La situación económica es un pretexto para estar reduciendo los equipos directivos de AP o disolviéndolos con un traspase de competencias a gerencias únicas o territoriales. Desde nuestra perspectiva, esto es un error, porque para que sea eficiente y pueda dar respuesta a la mayor parte de necesidades de la población, tiene que tener liderazgos y directivos propios que la conozcan bien.
P. Se dice que la Medicina de Familia es la base del sistema sanitario, pero este año se han vuelto a reducir las plazas MIR de la especialidad, ¿qué está fallando?
R. La especialidad de Medicina Familiar es clave en éste y en cualquier sistema sanitario, pero tanto en España como en otros países no es la especialidad más deseada por los médicos recién titulados, y esto es un problema de nación por su poca presencia en la universidad y por su escaso prestigio profesional. Supone una dificultad a nivel nacional que habría que resolver porque, sin duda, un país necesitaría que la mitad de sus médicos fueran MFyC y que la eligiesen en el MIR los mejores profesionales para que sean muy resolutivos y hagan una atención integral para la que hay que tener una gran capacidad y, si puede ser además con vocación, mejor.
P. ¿Cómo puede revalorizarse la AP?
R. Una demanda ya antigua es que la MFyC tenga mucha presencia en la universidad, estructuras directivas propias para que pueda visualizarse su rol dentro del sistema y que las condiciones económicas en ningún caso sean inferiores a las que tienen otros compañeros de otras especialidades. Se tiende a tenerlos a menos horas o con menos pluses de dirección y esto no ayuda nada. Tendría que tener como mínimo la misma situación salarial que el resto de especialidades.
P. ¿Qué opina de las UGC en la AP?
R. Me parecen una buena iniciativa, hay muchas experiencias, probablemente la más consolidada es la de Andalucía, que está ya muy generalizada. Hay liderazgo, una parte de autonomía de gestión y, sobre todo, es una evidencia de que donde están implantadas, los servicios sanitarios se preocupan de su AP. En definitiva, donde el profesional tiene más papel siempre es interesante.
El primer reto de la Atención Primaria es no seguir retrocediendo. La crisis está provocando retrocesos totalmente desacertados en algunas regiones”
Si queremos avanzar es imprescindible
que haya una buena dirección, que cuente con un liderazgo claro y que conozca profundamente
el sistema sanitario”
Para revalorizar la especialidad tendrían que tener la misma situación salarial que el resto de profesionales y, además, mayor presencia en la universidad”