| jueves, 16 de mayo de 2013 h |

La Sociedad Española de Reumatología (SER) y Menarini España han puesto en marcha este año para sensibilizar a la población española sobre la gota, una enfermedad reumática cuya prevalencia ha aumentado de forma espectacular en los países occidentales en las últimas décadas. “Tomado como referencia los datos de Estados Unidos y Reino Unido, se podría estimar que la prevalencia (número de casos existentes por cada 1.000 habitantes) podría haber aumentado un 50% en estas dos décadas”, según apunta Fernando Pérez Ruiz, portavoz de la SER.

Bajo el paraguas “2013: Año de Concienciación de la Gota”, la campaña ‘No des pie a la gota’ va a poner en marcha una serie de acciones con el objetivo de informar a la población sobre esta patología reumática, que hoy afecta a entre el 1 y el 2 por ciento de la población española (el 85 pr ciento son hombres), habiéndose convertido ya en la principal causa de artritis en adultos. “La percepción de muchos pacientes y profesionales es que la gota sólo se reduce a síntomas de inflamación aguda, cuando no es así”, según Pérez Ruiz, uno de los principales expertos de gota del país, quien también destaca que “es una enfermedad con síntomas intermitentes en el estado inicial y que, en aquellos pacientes en los que el tratamiento no es efectivo, avanza provocando lesiones graves al cabo de una o dos décadas en la mitad de los pacientes”. La evolución natural de la enfermedad y/o la falta de un control adecuado de la uricemia puede tener consecuencias de diversa gravedad, como la artropatía gotosa crónica, y recientemente se ha asociado a mayor riesgo de patologías cardiovasculares.

A diferencia de lo que cree gran parte de la población, la gota no es una enfermedad del pasado sino que cada vez es más frecuente. Esta patología afecta especialmente a la población adulta. De hecho, en España, su prevalencia aumenta hasta el 5% en pacientes mayores de 70 años. Pacientes hipertensos, obesos, diabéticos, con una mala función renal o aquellos que toman medicamentos que pueden elevar los niveles de urato, son los que más riesgo tienen de desarrollarla. “La población está envejeciendo y por tanto cada vez hay más personas con enfermedad renal crónica o que toman un medicamentos, algunos de los cuales aumentan los niveles de ácido úrico en sangre”, advierte Pérez Ruiz, reumatólogo del Hospital Universitario Cruces e Instituto de Investigación Biomédica Biocruces de Baracaldo (Vizcaya).