Rocío chiva Madrid | viernes, 17 de abril de 2015 h |

Después de un largo periodo de preparación, por fin se ha puesto en marcha el estudio Clorotic, de comparación de dos estrategias de tratamiento en el uso de diuréticos en pacientes con insuficiencia cardiaca (IC) descompensada, un estudio pionero además a nivel mundial, tal y como se ha anunciado en la 17º Reunión del Grupo de Insuficiencia Cardiaca y Fibrilación Auricular (FA) de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), celebrada el jueves 16 y el viernes 17 de abril en Madrid.

El estudio, randomizado y doble ciego, persigue comparar qué opción terapéutica —el tratamiento habitual con furosemida por vía intravenosa (IV) o la combinación de furosemida con hidroclorotiazida, otro antidiurético de administración oral— es mejor en pacientes con IC que ingresan en un centro hospitalario por descompensación. Los pacientes, que serán incluidos en una u otra rama de tratamiento de manera aleatoria, serán monitorizados durante los cinco primeros días de hospitalización. El objetivo, ha explicado Joan Carles Trullas, especialista en Medicina Interna del Hospital de Olot, es “reclutar a un total de 400 pacientes”.

En marcha desde finales de octubre de 2014, Clorotic cuenta de momento solo con 40 pacientes incluidos, si bien Trullas calcula que el reclutamiento estará terminado en unos nueve meses. En cuanto a datos, este especialista calcula que ”los primeros resultados preliminares podrían estar en un año”. Un total de 24 hospitales españoles participan en este estudio, si bien comunidades como Andalucía, Asturias y Galicia no han podido por “dificultades burocráticas”, ha apuntado Trullas. A pesar de ello, este investigador ha señalado que existe la posibilidad de que “en una segunda fase del estudio, si hay financiación, se puedan incluir más centros”.

De confirmarse la hipótesis de que la estrategia de tratamiento combinada es más eficaz que la monoterapia con furosamida, tal y como se ha demostrado en pequeños registros de serie de casos, Trullas asegura que “podría cambiar la práctica clínica”. Actualmente, al existir pocos ensayos de este tipo, las recomendaciones de las guías clínicas tienen “una baja evidencia científica”, subraya.

Además, durante la reunión, también se debatió acerca de cuestiones como, por ejemplo, el beneficio de la inhibición dual —combinando un inhibidor del receptor de angiotensina II y un inhibidor de neprilisina— en el tratamiento de pacientes con IC crónica, tal y como demostró el estudio Paradigm. Para Francesc Formiga, del Servicio de Medicina Interna del Hospital de Bellvitge, en Barcelona, si bien reconoce los beneficios en morbimortalidad de esta combinación, “es pronto para aventurar un cambio radical en la práctica clínica”. En su opinión, “todavía hay que responder a algunas cuestiones que quedan pendientes” y ver si estos resultados son trasladables a la práctica clínica habitual.

En cuanto al tratamiento de pacientes ancianos con IC y diabetes, Formiga apunta a un estudio publicado recientemente por la Sociedad Europea de Cardiología que relaciona incluso niveles altos de glucosa, independientemente de que exista o no un diagnóstico de diabetes, con un aumento de la morbimortalidad. El problema en este tipo de pacientes es que es muy complicado dar pautas generales, por lo que este especialista recomienda “individualizar el tratamiento y ser muy prudente en los objetivos de control y en cómo lograrlos”.

Documentos de consenso

Otro anuncio importante durante la reunión ha sido la próxima publicación de tres documentos de consenso. El primero de ellos, que verá la luz en los próximos meses, es un consenso en IC aguda en el que han colaborado la SEMI, la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes). Entre las recomendaciones que incluye, Luis Madero, presidente del Grupo de IC y FA, destaca la importancia de que “la primera consulta tras el alta sea antes de 30 días”. Además, el grupo está preparando con la SEC también la próxima publicación de un consenso sobre detección y tratamiento del déficit de hierro en IC y otro documento sobre el manejo de pacientes con IC y resistencia al tratamiento con diuréticos.

Un estudio relaciona niveles altos de glucosa, incluso sin diagnóstico de diabetes, con mayor morbimortalidad en IC

El Grupo de IC y FA de la SEMI prepara la publicación de tres documentos de consenso en los próximos meses