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El copago avanza inexorablemente hacia los servicios de farmacia de los hospitales. El Congreso de los Diputados convalidó la semana pasada el Real Decreto-ley de las pensiones, que entre sus disposiciones contempla la homogeneización del criterio de aportación del usuario en medicamentos de dispensación ambulatoria que hoy se dispensan indistintamente, según la comunidad autónoma, en farmacias o en hospitales.
Para resolver las dudas que han suscitado los cambios continuos en el artículo 94 bis de la Ley de Garantías, que afecta a este punto, Sanidad ya cuenta con un borrador de la resolución que aclara si los medicamentos afectados por el Real Decreto-ley de pensiones se dispensarán en oficinas o servicios de farmacia de hospital y si son de aportación reducida.
Inmersa en la tarea de preparar las alegaciones a la resolución, la SEFH ha mostrado su sorpresa por el hecho de que antes de publicar el proyecto no se haya contado con la opinión de las sociedades científicas para una toma de contacto que permita visualizar los problemas que puede conllevar el nuevo sistema.
Por ahora, se mantiene a la espera de una cita con el ministerio, mientras sus grupos de trabajo han comenzado a elaborar un documento sobre el impacto de este copago desde el punto de vista de la clínico-asistencial. El motivo, según explica su presidente, José Luis Poveda, es que la diferencia de los costes y los tratamientos incluidos en la resolución son tan grandes que exigen “pormenorizar su repercusión”.
Según el texto de la resolución, la incorporación de este copago en el ámbito hospitalario está dirigida a los medicamentos que “sin tener la calificación de uso hospitalario, tienen establecidas reservas singulares” en el ámbito del SNS consistentes en limitar su dispensación a los pacientes no hospitalizados en los servicios de farmacia de los hospitales. De entrada, afectará solo a 34 principios activos, correspondientes a 134 presentaciones diferentes (ver cuadro).
Hasta ahora, dichos medicamentos estaban exentos de aportación del usuario, mientras que si se dispensaban en las farmacias comunitarias mediante receta oficial del Sistema Nacional de Salud, “estarían sujetos a la correspondiente aportación de los usuarios”. Además, el proyecto asigna expresamente a todos ellos la condición de aportación reducida, de modo que los pacientes que tengan que hacer frente a los copagos por estos medicamentos no tengan que abonar más que el 10 por ciento de su Precio de Venta al Público, con un máximo de 4,13 euros por envase en la actualidad. Asimismo, entrará en vigor al mes siguiente de su publicación en el Boletín Oficial del Estado
Poveda ya predijo que la recaudación obtenida por esta medida sería “casi testimonial” y que no compensaría el coste que supondrá para los hospitales implementar las estructuras de cobro. Un análisis de IMS de los principios activos incluidos en el proyecto de resolución refuerza esta idea.
Las presentaciones afectadas suponen entre el 1,5 y el 2 por ciento de las dispensaciones de la Farmacia Hospitalaria. Aplicando a todas las unidades consumidas en los últimos 12 meses (820.000) el tope de 4,13 euros previsto por aportación reducida, el ahorro no llegaría a los 3,5 millones de euros. No obstante, esa cifra podría crecer ya que diferentes profesionales ya han detectado “olvidos” en el listado que podrían aumentar el impacto del copago. La resolución tampoco aclara, por ejemplo, cómo se aplicará el copago en las dispensaciones de dosis unitarias.
Por otro lado, el texto hace referencia al PVP, sin tener en cuenta que los hospitales no trabajan con el PVP, sino con el PVL. En la práctica supondrá tomar el precio de oficina de farmacia, lo que dejará el copago en al menos el 16 por ciento, en lugar del 10, para los medicamentos que no lleguen al tope de aportación reducida. Todo ello, deberá arreglarse en la resolución definitiva.
Sin alternativa
Tanto la aprobación del RDL como el proyecto de resolución cierran las puertas a encontrar una solución alternativa que evite los perjuicios que supondrá para los centros hospitalarios. “En ningún momento se ha pensado en volver a mandar los medicamentos a la oficina de farmacia”, confirmó el director general de Cartera Básica de Servicios y Farmacia del Ministerio de Sanidad, Agustín Rivero.
La propuesta de devolución tampoco es del agrado de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH). José Luis Poveda reafirma que la dispensación de estos fármacos en los hospitales “es la más eficiente para el sistema”, por todo lo que conlleva de vigilancia, control exhaustivo y colaboración con los clínicos. CiU, sin embargo, lo propuso la semana pasada. “Devuélvanlos a las oficinas de farmacia, confíen en las farmacias y no tendrán que poner servicios de cobro en los hospitales”, pidió la portavoz de Sanidad del grupo parlamentario catalán en el Congreso, Concepciò Tarruella.
En el mismo foro, la Comisión de Sanidad, Tarruella planteó sus dudas sobre el copago farmacéutico hospitalario tanto a la ministra de Sanidad como a la número tres del ministerio. Las respuestas fueron similares: el Gobierno está obligado a homogeneizar la cartera, la aportación de los usuarios y los criterios de la misma.
En este sentido, la secretaria general de Sanidad, Pilar Farjas, añadió que la decisión de sacar de la farmacia estos medicamentos no ha sido del Gobierno. “Sepa que la mayoría de los fármacos de Diagnóstico Hospitalario que se han trasladado al hospital lo han hecho las comunidades. Tiene la libertad de trasladar al Gobierno de la Generalitat su petición de pasar esos medicamentos de la farmacia al hospital”, respondió a Tarruella.
El ministerio ya ha iniciado, de hecho, la audiencia pública de la resolución que, según confirmó la ministra Ana Mato, aclarará qué medicamentos afectados por el Real Decreto-ley de pensiones se dispensarán en oficinas de farmacia o servicios de farmacia de hospital. “Nada cambia”, reiteró la ministra, que insistió en que este copago estaba incluido en el Real Decreto-ley 16/2012 y que la nueva disposición solo tiene por objeto equiparar receta médica con orden de dispensación.
“En modo alguno los pacientes hospitalizados tendrán que pagar nada por los medicamentos que se les facilitan en el hospital”, dijo la ministra, que también volvió a confirmar la exención para los fármacos de Uso Hospitalario. “En cuanto a los de Diagnóstico Hospitalario, es verdad que algunos tienen un precio muy alto, pero todos estarán sujetos a aportación reducida”, reconoció Mato.
Las presentaciones afectadas suponen entre el 1,5 y el 2 por ciento de las dispensaciones de FH
Mato asegura que “nada cambia” y que este copago se contemplaba en el RDL 16/2012
Fidaxomicina
Tolvaptan
Levonorgestrel
Corifolitropina
Ribavirina
Valganciclovir
Boceprovir
Telaprevir
Inmunoglobulina humana
Palivizumab
Temozolomida
Capecitabina
Imatinib
Gefitinib
Erlotinib
Sunitinib
Sorafenib
Dasatinib
Lapatinib
Nilotinib
Everolimus
Pazopanib
Hidroxicarbamida
Bexaroteno
Abiraterona
Peginterferon alfa-2b
Etanercept
Certolizumab
Ustekinumab
Ibandronico
Dronabinol
Cannabidiol
Omalizumab
Verteporfina
Gaxilosa