br
La cardiología española, a tenor de algunas iniciativas y puntos de vista expresados por sus representantes durante el congreso anual de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), se preocupa por la sostenibilidad y la calidad del sistema sanitario público. “Los cardiólogos españoles demandamos que los datos de las Unidades de Cardiología de nuestro país ofrezcan información transparente que pueda ser auditable con el objetivo final de mejorar la gestión sanitaria”. Son palabras de Vicente Bertomeu, presidente de la SEC, durante la presentación, en el congreso celebrado en Sevilla, del estudio ‘Recalcar’.
Este estudio ofrece por primera vez datos independientes y fiables que podrán ser útiles a las autoridades sanitarias para favorecer una gestión sanitaria que evite duplicidades o servicios infrautilizados. Es, en realidad, la continuación de un trabajo que ya ha dado algunas claves sobre la situación de la cardiología española. Según los datos de la primera parte del estudio existen 229 unidades asistenciales del área de corazón (UAAC), de las que 124 han participado en el estudio, representando una muestra muy fiable, del 66 por ciento del total de camas instaladas en nuestro país.
“De los 50.000 infartos que se atienden cada año en nuestros hospitales, un 7 por ciento de los pacientes no sobrevive y un 7 por ciento vuelve a ingresar en menos de un mes”, destacó Bertomeu. “Los resultados de ‘Recalcar’ demuestran que los principales problemas asistenciales a los que se enfrentan los pacientes cardiológicos no se deben a la escasez de recursos, pues estamos por encima de los criterios recomendados, sino que principalmente se debe a déficit de organización asistencial”, indicó.
Por su parte, José Ramón González, jefe del Servicio de Cardiología del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago y presidente electo de la SEC, repitió en sus intervenciones durante el congreso su apuesta por una defensa del sistema sanitario público como un “logro social”, en el que “debemos mantener la excelencia asistencial”. Según afirmó, su labor será “ver cómo incorporar la innovación y desprendernos de lo que no aporta labor. Y conseguir que lo que aporta valor se utilice”.
Según los datos del estudio el 59,7 por ciento de las UAAC dispone de una Unidad de Hemodinámica y el 90,5 por ciento de las unidades que realizan angioplastia primaria tiene un equipo de guardia que permite atención las 24 horas. La tasa de intervencionismo en el registro de la SEC de 2010 se sitúa en 1.398 por millón de habitantes y en 302 angioplastias por millón de habitantes. La mitad de estas unidades tiene una unidad de Electrofisiología, lo que permite realizar 450 estudios por millón de habitantes y año y 104 implantes de desfibriladores por millón de habitantes y año.
En Sevilla se anunció igualmente la puesta en marcha de un estudio que determinará el riesgo de eventos tromboembólicos y hemorrágicos así como la relación coste-efectividad de los nuevos anticoagulantes administrados a pacientes con fibrilación auricular no valvular (rivaroxabán, dabigatrán y apixaban). La SEC ha decidido llevar a cabo el primer estudio que analice la repercusión que tendrán estos fármacos en la Economía y en la estructura sanitaria de nuestro país y en relación al manejo de estos pacientes.
“Durante los próximos tres años nuestros 250 investigadores estudiarán la evolución de 5.000 pacientes españoles a los que se les tratará la FA o bien con los fármacos clásicos o a partir de los nuevos anticoagulantes. De este modo, podremos evaluar la relación coste-efectividad de unos frente a los otros, así como el riesgo tromboembólico y hemorrágico asociado a cada tipología”, afirmó Ángel Cequier, vicepresidente de la SEC y presidente del comité científico y del comité organizador del congreso.