Gaceta Médica Madrid | miércoles, 24 de junio de 2015 h |

Según la clasificación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades alérgicas se sitúan entre las seis patologías más frecuentes que afectan a la población de todo el mundo. Los avances producidos en los últimos años en su diagnóstico y tratamiento, así como la aparición de nuevas terapias, han hecho necesaria una revisión de los manuales de consulta de la especialidad. Por este motivo, la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic) ha actualizado, con la colaboración de la Fundación Astrazeneca, el ‘Tratado de Alergología’, la obra de referencia en español para todos los alergólogos y profesionales sanitarios implicados en la atención alergológica. “La actualización del Tratado surge como una iniciativa de la Junta Directiva de la Sociedad, con la intención de poner al día, agrupar y reflejar, en una única obra, el conocimiento actual de las enfermedades alérgicas y facilitar, de esta manera, su estudio y manejo”, explica Joaquín Sastre, presidente de la sociedad.

Más de 300 autores han revisado y redactado los 96 capítulos (13 más que la primera edición) que conforman los cuatro tomos de la obra. Se incluyen más de 600 tablas de datos y figuras ilustrativas. Como novedad, se han incluido dos apartados sobre la historia de la alergología española. Ignacio Dávila, vicepresidente de Seaic y uno de los cuatro editores de la obra, define este tratado como “el mayor compendio de ciencia alergológica aplicable a la práctica clínica escrito en habla hispana”.

Por su parte, José María Olaguibel, otro de los editores del tratado, añade que la obra será un instrumento de mejora profesional y un punto de apoyo fundamental para el Desarrollo Profesional Continuo. “El continuo e incesante avance del conocimiento médico obliga al médico a realizar un esfuerzo permanente en la actualización de sus conocimientos y en la adquisición de nuevas habilidades que le permitan mantener un nivel de competencia profesional acorde a las exigencias del momento”, explica el ex presidente de la Seaic.

Los capítulos dedicados a la alergia a los medicamentos son especialmente numerosos y, en conjunto, constituyen un excelente compendio de esta área, difícil de encontrar como tal. Otro campo especialmente desarrollado es el de la alergia a los alimentos, en cuyos capítulos se ha realizado una revisión exhaustiva de la misma, destacando los principales alimentos capaces de inducir sensibilización en nuestra población. Como último ejemplo, algo similar sucede en el caso de los capítulos de Aerobiología, en los que se recogen las peculiaridades derivadas de las características climáticas y culturales de nuestro país.

“Se ha procurado que sea una obra actual y actualizada, capaz de mostrar los más recientes avances acaecidos en el campo de la Alergología. En este sentido, se ha profundizado en algunos conceptos más novedosos, como las estrategias de prevención primaria de las enfermedades alérgicas, la relación entre epigenética y alergia, la esofagitis eosinofílica o el síndrome de activación mastocitaria”, añade el vicepresidente.

La presencia de anglicismos se ha incrementado enormemente durante los últimos años debido a la influencia anglosajona en prácticamente cualquier área del conocimiento, de manera especial en la Medicina. “Desde el punto de vista editorial se ha trabajado minuciosamente para reducir al máximo el uso de anglicismos. Siempre que se ha podido, se ha optado por el equivalente en español para denominar el concepto al que hace referencia”, concluye Dávila.