ue/ La directiva paralizada suponía 2.000 millones de euros más de costes a nuestro país

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| viernes, 04 de diciembre de 2009 h |

c.r.

Madrid

La directiva de sanidad transfronteriza iniciará un nuevo proceso, y lo hará durante la presidencia española de la UE. Así lo declaró la ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, al término de un tenso Consejo de Ministros de la UE que permitió a siete países, entre ellos España, acabar con las pretensiones de Reino Unido, Francia y la propia Comisión Europea, de aprobar el texto en sus términos actuales.

El problema principal que tenía España con el ‘turismo sanitario’ era cómo recuperar el dinero de los turistas que se operan durante su estancia en nuestro país. La directiva empeoraba las cosas en unos 2.000 millones de euros, según Jiménez. Por ejemplo, España tendría que correr con los gastos de un jubilado extranjero con residencia en nuestro país que, sin necesidad de autorización previa, viajase a otro estado miembro para operarse en una clínica privada y evitar así listas de espera.

Este ejemplo resume los principales retos a los que se enfrenta de nuevo la sanidad transfronteriza. La ministra de Sanidad española dijo durante la reunión que la directiva suponía “una fuente potencial de conflicto” entre los países exportadores de pensionistas hacia aquellos que los importan. Asimismo, respondió a la todavía comisaria de Salud, Androulla Vassiliou, para quien el fracaso de la directiva supone “un momento triste para los pacientes”. Según Jiménez, la directiva sólo satisfacía al “1 por ciento de ciudadanos europeos” que podían permitirse el lujo de anticipar los gastos de su operación.

Sanidad en línea

No todo fue polémica en el Consejo de Ministros. Los países de la UE acordaron reconocer el papel de la sanidad en línea e impulsar el uso de las telecomunicaciones en la asistencia médica, con vistas a afrontar algunos de los futuros desafíos que aguardan a los sistemas públicos de salud, tales como el envejecimiento de la población.