br
El Sistema Nacional de Salud se encuentra inmerso en un cambio de estrategia que le permita abordar de una manera eficiente el incremento de la prevalencia de las enfermedades crónicas en España. La sanidad privada reclama un papel en esta estrategia para el abordaje de la cronicidad. El presidente del Instituto para el Desarrollo e Integridad de la Sanidad (IDIS), José Ramón Rubio, destacó durante la celebración de las jornadas ‘El paciente crónico no sociosanitario’ la necesidad de poner en marcha “fórmulas de colaboración público-privada a nivel de integración de profesionales, control de costes y eficiencia para que los pacientes sean atendidos bajo patrones de calidad”.
El vicepresidente del Consejo Asesor de Sanidad, Julio Sánchez Fierro, ve con buenos ojos la incorporación de la sanidad privada a esta variación, que consiste en la transformación de un modelo hasta ahora orientado a enfermos agudos hacia otro centrado en crónicos. “Estos pacientes no son públicos ni privados, requieren la atención de todos”, subrayó.
Un 70 por ciento del gasto
De la implantación de este nuevo modelo depende gran parte de la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud. Aproximadamente un 70 por ciento del gasto sanitario en España está ligado a las enfermedades crónicas. Las cifras de costes podrían ir más allá. Alrededor de un 22 por ciento de la población sufre más de una enfermedad crónica.
El envejecimiento supone un agravamiento de este problema. Se estima que en 2020 las patologías crónicas se convertirán en el principal motivo de discapacidad en España y en 2030 se duplicará la incidencia de este tipo de enfermedades en las personas con más de 65 años. Sánchez Fierro insistió en la necesidad de llevar a cabo “una redistribución de los recursos personales, económicos y técnicos”, porque la respuesta del sistema hasta ahora se ha desarrollado de manera lenta.
El secretario general de IDIS, Juan Abarca, reclamó una reordenación del modelo asistencial, que consista en “un redimensionamiento de los niveles de asistencia, la coordinación de todos los servicios asistenciales, una optimización de los recursos a través de la colaboración público-privada y la corresponsabilidad del paciente en la enfermedad”.
Entre las aportaciones que la sanidad privada puede desempeñar hoy en la atención a los crónicos, Abarca destacó la tecnología y la gestión del conocimiento. “Éste es el ámbito donde el sector privado tiene un papel destacado, ya que se esfuerza cada día por investigar, innovar y aprender sobre tecnologías médicas que ayuden a mejorar la salud, el diagnóstico y el tratamiento de los pacientes”.
La prevención es otra de las patas sobre las que incidirá el sistema para frenar el avance de la cronicidad. El director general de la Cartera Básica de Servicios del SNS y de Farmacia del Ministerio de Sanidad, Agustín Rivero, destacó que ya se han puesto en marcha políticas de prevención dentro de la estrategia, en la que han participado las comunidades y las sociedades científicas.