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Redacción Madrid | viernes, 16 de diciembre de 2011 h |

Totalmente en contra del llamado “Plan Monti” —con el que el presidente italiano pretende liberalizar la farmacia en ese país— y su posible aplicación a España, se mostraron los invitados al programa emitido en Intereconomía ¡Toma Medicina!. Esta medida, y su hipotética puesta en marcha en nuestro país, fue calificada por Fernando Redondo, presidente de FEFE, como “algo que no conviene a nadie” pues acarrearía una “reducción en el número de farmacias, que estas estén más lejos de los domicilios y que se eleven los precios”. Por su parte Carlos Giménez, experto en mercados farmacéuticos lamentó “la pérdida de oportunidad de tocar otros planes que son más efectivos en la reducción del gasto farmacéutico”.

Sanidad transfronteriza

El conflicto surgido entre La Rioja y País Vasco por la atención de los pacientes transfronterizos y su reciente solución —con el preacuerdo firmado entre ambas comunidades autónomas por el que se aumentará el flujo de pacientes a Osakidetza— fue otro de los temas propuestos por el conductor del programa y presidente editor del Grupo Contenidos, Santiago de Quiroga, y en el que los participantes volvieron a coincidir en que este hecho ha servido para poner de manifiesto, una vez más, la falta de cohesión del Sistema Nacional de Salud.

Así apuntaron la necesidad de crear un Ministerio de Sanidad “fuerte y que ponga fin a estas ineficiencias e inequidades”, tal como dijo Rafael García Gutiérrez, director general de Anefp y uno de los invitados al programa. De la misma forma se cuestionó la viabilidad de mantener las competencias transferidas en materia sanitaria.

Por último, el espacio ¡Toma ya! destacó el impulso inversor de los laboratorios farmacéuticos en investigación y desarrollo pues, un año más, y a pesar de la acuciante crisis económica, el peso del sector en la I+D sigue liderando las listas, ocupando 20 de los 100 puestos de entre las empresas que más invierten en este aspecto. Cuatro de ellas, además, son españolas.

“Es la razón de ser de la industria farmacéutica, si no, no tiene sentido”, argumentó Giménez, que, sin embargo, apuntó una reducción del cinco por ciento para 2012 por parte del sector, al tiempo que apuntaba la necesidad de que el Gobierno lo considerara como un sector estratégico”.