29º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Fertilidad 2012

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T.R. Enviada especial a Granada | viernes, 25 de mayo de 2012 h |

Los tratamientos de reproducción asistida (TRA) están en el punto de mira del Sistema Nacional de Salud. Los recortes anunciados en este ámbito han propiciado que la financiación pública de estas técnicas se cuestione, algo que en opinión de Pere Ventayol, del Servicio de Farmacia del Hospital Son Espases (Palma de Mallorca), puede encontrar una explicación en el hecho de que estas patologías se relacionen con lo que se define como life style, es decir, “aquéllas enfermedades que requieren de unos medicamentos que no son necesarios e imprescindibles para garantizar la vida de una persona, pero sí una comodidad con cierto grado de avance”. De este modo, Ventayol matiza que resulta obvio que si se ha de elegir entre restringir un fármaco contra el VIH o uno que esté vinculado a lo que se conoce como life style drug, es necesario priorizar, a pesar de que estos fármacos cumplen su papel dentro de las sociedad, porque “la bolsa no da para todo”. Sin embargo, en el symposium satélite organizado por Angelini bajo el título ’Reproducción Asistida: de la evidencia al interés social’, dentro del 29º Congreso Nacional de la SEF, celebrado recientemente en Granada, se habló de la importancia del coste-efectividad a la hora de elegir los tratamientos y cómo un análisis de las distintas opciones terapéuticas puede llegar a reducir el gasto, siempre y cuando se elijan las apropiadas. Para la doctora Irene Cuevas, directora del Laboratorio de la Unidad de Reproducción del Hospital General de Valencia, la mejoría pasa por varios aspectos y si bien hay que buscar nuevas metodologías que sean objetivas, cada vez menos invasivas y a la par sencillas, rápidas y precisas, la relación beneficio-coste juega un papel crucial.

Este concepto cobra cada vez más relevancia y en el momento actual más, de modo que el planteamiento de invertir en aquello que es más productivo o que tenga más eficiencia, se está afianzando, matiza Pere Ventayol. “Mientras en otros países europeos —añade— existen una serie de tablas de análisis o distintos métodos que estudian de forma exhaustiva el aspecto económico, España no los incluye en su funcionamiento. En nuestro país, tenemos un sistema público que prácticamente lo financia todo, salvo algunas excepciones, y está constatado que al recurrir a estos análisis, la financiación se vuelve más selectiva, ya que se basa en una investigación concienzuda”. A la pregunta de si serían necesarios para recortar costes estos parámetros de análisis coste-efectividad, el experto responde contundentemente que sí. “No obstante, —continua— estos estudios no se realizan de la noche a la mañana y ahora no es momento de empezar de cero porque cuando quisiéramos obtener resultados sería demasiado tarde, por eso en la situación actual hay que basarse en lo que hacen otros”.

Estudios

Esta controversia adquiere un ejemplo bien claro en el campo de los TRA y el uso del tipo de gonadotropina utilizada para la estimulación ovárica. En el marco del symposium, los distintos ponentes mostraron varios estudios en los que no se hallaron diferencias significativas entre la calidad embrionaria, las tasas de embarazo y el tipo de gonadotropina empleada: humana (FSHh) versus recombinante (FSHr), subyaciendo de este modo la cuestión económica ligada a la efectividad de una u otra hormona. Así, la doctora Cuevas, dio a conocer los resultados de un análisis realizado en su laboratorio para detectar en el medio de cultivo embrionario moléculas mediadoras del proceso implantatorio en día dos de cultivo. Las moléculas que se tuvieron en cuenta fueron Ubiquitina, HLA-G, GM-CSF, Hb-EGF, y entre las conclusiones, Cuevas destacó que “el tipo de FSH utilizada en la estimulación no parece afectar a la secreción embrionaria de las moléculas analizadas, excepto para Hb-EGF (proteína de la familia de los factores de crecimiento epitelial)”.

Por su parte, Manuel Fernández, director del IVI Sevilla, presentó un estudio clínico para comparar resultados clínicos en tres grupos de donantes de ovocitos que emplearon: FSHr (Gonal F®) + hMGu (HMG Lepori ®), FSHh (Fostipur®)+hMGu (HMG Lepori®) o hMGu (HMG Lepori ®). “Los tres, ofrecieron un resultado similar en fecundación, calidad embrionaria, gestación clínica e implantación. No obstante, en el caso de hMGu Lepori ® sin combinación con ninguna otra gonadotropina, sí se apreciaron mayores tasas de cancelación”, apuntó el doctor.

Las conclusiones de la Revisión publicada por Cochrane aportadas por Hesham Al-Inany, profesor de Cairo University, fueron las mismas que las de sus dos compañeros de ponencia. La analítica ofrece idéntica evidencia en el caso de las gonadotropinas y, por tanto, “el usar un tipo u otro, dependerá de otros factores, tales como la disponibilidad, conveniencia y costes”. Punto en el que también coincidió Fernández, para quien a la hora de decantarse por FSHr+hMGu o por FSHh+hMGu, “puesto que se ha demostrado una eficacia similar entre ambas, al mismo tiempo que ofrecen las mismas tasas de seguridad, —de hecho la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE, por sus siglas en inglés), avala ésta en el caso de FSH de origen humano—, habrá que tener en cuenta otros elementos como el coste económico, la experiencia o la aceptación, entre otros”.

Decisiones

El interrogante que surge ante situaciones como esta en la que nos encontramos con fármacos de igual eficacia y seguridad, es por cuál decantarse. Según Pere Ventayol, los principios de la farmacoeconomía pueden ofrecer una guía de ayuda, pues según estos si varios medicamentos presentan evidencias de que su relación beneficio-riesgo es equivalente, se presenta como una obviedad el hecho de que hay que elegir como fármaco de acción el de menor coste para el sistema de salud, tanto público como privado. Y, por su puesto, en el caso de que alguno presente ventajas de adecuación, se procede a ponderar la magnitud de esta ventaja con el impacto económico estimado y, en su caso, a posicionarlo de forma más o menos selectiva.

Para llegar a una decisión correcta es necesario realizar un análisis de minimización de costes, algo que ha podido constatar en el mismo campo de la RA el centro al que representa Ventayol, el Hospital San Espases, el cual ha valorado el caso presentado durante el symposium (el uso de una u otra gonadotropina), y la balanza económica la sitúa a favor de la FSHh.

En cualquier caso, la conclusión más clara de este encuentro bilateral desarrollado dentro del Congreso de la SEF, está en sintonía con la idea manifestada por Pere Ventayol para quien la sostenibilidad y obtención de costes asumibles empieza por el análisis coste-eficacia, mientras que el análisis de minimización de costes justifica el potencial ahorro económico, como ha quedado demostrado con el empleo de FSHh.

Los análisis económicos exhaustivos contribuyen a una financiación más selectiva y eficaz

En el uso de una u otra gonadotropina, la balanza económica se sitúa a favor de la FSHh