CGE/ Afronta una nueva legislatura con el reto de consolidar y desarrollar unos progresos que son fruto de 30 años de trabajo en la entidad

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| viernes, 07 de enero de 2011 h |

MÓNICA RASPAL

Madrid

Tras una legislatura que ha situado a la enfermería española como la más avanzada del mundo en cuanto a regulación jurídica, el presidente del Consejo General de Enfermería (CGE), Máximo González Jurado, afronta un nuevo mandato con el reto de consolidar unos progresos que no son sino el fruto de 40 años de evolución de la profesión y 30 de ellos trabajando dentro de la entidad.

Pregunta. ¿Qué destacaría de su última etapa al frente del CGE y qué objetivos se marca en la que empieza?

Respuesta. La última legislatura ha sido de las más importantes de nuestra historia en cuanto a regulación de la profesión pues hemos sacado adelante el Real Decreto de Especialidades Enfermeras, la modificación de la Ley del Medicamento y el paso del título de diplomado universitario a graduado. Ahora viene una consolidación que es tan difícil o más que la regulación, pues hay que poner en marcha todas las especialidades en todas las unidades docentes acreditadas, consolidar puestos de trabajo, sacar adelante y desarrollar el decreto de prescripción enfermera y la formación y acreditación de los profesionales que estamos intentando hacer de la forma más correcta, racional y con más seguridad para el paciente y también para los enfermeros.

P. ¿Confía en que este texto sea presentado en el próximo Consejo Interterritorial (Cisns), previsto para febrero?

R. El Cisns no deja de ser un órgano consultivo, el decreto no es responsabilidad de éste sino del Gobierno, es un mandato de la ley. Aunque es uno de los pasos fundamentales no es el único ni el más importante, también hay que informar preceptivamente a los consejos generales de médicos y enfermeros y al Consejo de Estado. Lo que está claro es que hay un mandato legislativo de un año desde el 22 de diciembre —cuando se modificó de la Ley del Medicamento— por lo que los plazos ya juegan en contra.

P. ¿Cree que el texto contará con el apoyo de la Organización Médica Colegial (OMC)?

R. No sé si va a contar con su apoyo pero sí sé que hay acuerdo pleno en la modificación normativa y en los principios que inspiran el decreto. Además, tenemos claro que la ley otorga competencias reguladoras al Gobierno y de acreditación al Ministerio de Sanidad, en ambos casos con la participación de las dos entidades. En cuanto al redactado no sé si habrá coincidencia plena pero me imagino que en su momento habrá un diálogo entre las partes y el ministerio para que sea lo más consensuada posible. Es nuestra voluntad y en esa línea estamos aunque haya diferentes puntos de vista cuando se debatan las cosas.

El clima de sintonía es absoluto entre ambos consejos, lo que no quiere decir que si entienden que algo que se está regulando les puede afectar negativamente manifiesten su desacuerdo e incluso lo recurran, igual que lo haremos nosotros si nuestros intereses se ven perjudicados. Mantenemos nuestras posiciones pero respetándonos y trabajando juntos.

P. ¿Están preparados los médicos para asumir el nuevo papel de la enfermería?

R. No sé si los médicos están o no preparados, la pregunta es si lo está la sociedad y el sistema sanitario pues todo lo que hagamos tendrá que estar centrado en el paciente. No es un problema de los profesionales sino del conjunto del sistema, del modelo de gestión, de cómo trabajar de forma conjunta, limando los problemas y asperezas que puedan surgir.

P. Los nuevos modelos de atención a crónicos son un ejemplo…

R. Se está trabajando muy bien en equipo y el rol que va a desempeñar cada profesión lo determinaremos de forma conjunta. Una cosa es evidente, el médico es el elemento fundamental en el proceso asistencial a la hora de diagnosticar y establecer las pautas, pero la enfermera está teniendo cada vez una intervención más importante en ese seguimiento del proceso del crónico mediante la atención continuada, personalizada y domiciliaria, la educación sanitaria y la relación con el paciente. Unos magníficos diagnóstico y prescripción médica se pierden sin todo este proceso de seguimiento. Creo que profesionales y administraciones estamos planteando bien el tema de cara al futuro. El problema será si vamos a tener recursos para poder mantener el sistema.

P. ¿Está en riesgo el Sistema Nacional de Salud (SNS)?

R. Probablemente estemos en uno de los momentos más difíciles de un sistema con una atención sociosanitaria muy avanzada pero que no está acompañada por la financiación. Las previsiones de futuro no son buenas por lo que vamos a tener menos recursos para atender más demanda. Todos juntos, políticos, administradores y profesionales tenemos que sentarnos a solucionarlo, con disposición y grandeza de miras para que no se deteriore ni se venga abajo.

P. ¿En qué temas están trabajando dentro de las instituciones europeas?

R. El CGE ha hecho algo muy importante que ha sido cumplir la directiva de servicios estableciendo las normas éticas y deontológicas para la profesión enfermera de toda Europa. Es un mandato de la directiva que incluso insta a los gobiernos a que nos ayuden a los colegios profesionales a realizar códigos europeos y a adaptar los códigos nacionales a éstos para garantizar el mismo trato a todos los pacientes en la UE independientemente del estado en el que se encuentren. Yo he presidido el grupo que lo ha elaborado por lo que hemos hecho aportaciones importantes y ahora estamos en la fase de modificación de nuestro código que muy pronto estará adaptado completamente.

Otra gran cuestión en la que trabajamos conjuntamente con la Comisión Europea es la modificación de la directiva de cualificaciones profesionales, donde hemos tenido también la suerte de ser tenidos en cuenta dentro un grupo de expertos para revisar la aplicación de esta directiva de 2005 en la UE y ver qué fallos ha tenido para ahora intentar modificarlos.

Además, estamos muy orgullosos de haber sido los promotores de la directiva de Bioseguridad y de copresidir con Reino Unido la red de órganos de enfermería que ayudará a su trasposición en todos los estados. En España ya tenemos el compromiso de la ministra.

P. ¿Qué le parecen planteamientos como el copago o el establecimiento de algún impuesto?

Respuesta. Antes de hablar de soluciones habría que hablar de diagnóstico o será como poner compresas a una herida sin saber por qué se ha producido y de qué está infectada. Deberíamos analizar si estamos actuando de forma eficiente, estudiando la cartera de servicios que puede ofrecer el SNS para que sean prestaciones cohesionadas y sostenibles y valorar después si la financiación que tenemos es suficiente antes de pasar a hablar de medidas. El problema es que estamos a las puertas de elecciones autonómicas y municipales, y después las generales, y no creo que los dirigentes tengan la suficiente grandeza de miras para apartar este análisis del debate político y electoral. Lo que está claro es que nosotros no vamos a apoyar ninguna medida de parcheo.

Pregunta. ¿Sigue teniendo esperanzas en que el Pacto por la Sanidad salga adelante?

Respuesta. No es que tenga esperanzas, es que no nos queda más remedio. Si no lo hacemos nosotros, lo van a decidir desde fuera y eso no lo podemos permitir porque tenemos capacidad suficiente y es una responsabilidad de los grupos políticos y del Gobierno. Se tomaron medidas muy importantes que no se han puesto en marcha. Los profesionales estamos detrás, dispuestos a colaborar en la búsqueda y desarrollo de soluciones. El pacto debe hacerse pero, aunque los responsables sanitarios de los grupos parlamentarios tienen una actitud muy favorable, no se dan las mejores condiciones para hacer un análisis en profundidad. Espero que no lleguemos tarde.