A raíz de los últimos escándalos relacionados con aparatajes médicos o ‘medical devices’ —protésis de cadera, implantes mamarios, etc.— , la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD) aprovechó el congreso de Berlín para mostrar su preocupación con los aparatos utilizados en la diabetes y denunciar que la directiva que acaba de aprobar la Comisión Europea es inadecuada para proteger al paciente diabético.
Andrew Boulton, presidente de la EASD, señaló que la opinión pública, incluidos los pacientes diabéticos, está preocupada por los últimos escándalos médicos y apuntó que la Comisión Europea ha perdido una oportunidad para endurecer la regulación. “¿Sin normas más estrictas y una mayor vigilancia sobre el aparataje, cómo podemos asegurar que el ciudadano confíe en el sistema?” se preguntó.
Cada vez son más los aparatos utilizados en la diabetes (bombas de insulina, medidores de la glucosa en sangre, sensores subcutáneos…), y se prevé que algunos sean más invasivos, como la cirugía bariátrica. Por tanto, cualquier fallo puede tener consecuencias trágicas en el paciente diabético. La EASD, incluso, se queja de que el sistema para aprobar el aparataje médico en Europa sea menos riguroso que el empleado para aprobar nuevos medicamentos, e incluso menos estricto que el utilizado en Estados Unidos.