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Las iniciativas recogidas en el real decreto de medidas urgentes para la sostenibilidad del sistema sanitario pueden suponer un “freno al despilfarro”. Es una de las ideas expresadas por Mariano Avilés, presidente de la Asociación Española de Derecho Farmacéutico, en el programa ¡Toma Medicina!, que analizó la repercusión de la reforma sanitaria coincidiendo con la publicación el mismo martes del real decreto en el Boletín Oficial del Estado.
El experto destacó que hasta ahora se ha actuado principalmente sobre la oferta, aunque también es preciso hacerlo sobre la demanda: “Es sensato y es lo que corresponde”, indicó, recordando que ni la asistencia sanitaria es gratuita, ni los medicamentos, ni la prestación, ya que todo se financia con impuestos.
Asimismo, Avilés mostró cautela hasta ver cómo se pone en marcha el engranaje, con la idea de que no sirve de nada publicar un real decreto “con letra compacta”, pero sin tener en cuenta su aplicación práctica, y advirtió que “no se puede legislar a golpe de ocurrencia”, sino “desde la sensatez”.
Por su parte, Pedro Nieto, director de Europa de Ellis&Partners, lamentó que en definitiva, el gobierno vaya “a lo fácil”, atajar el gasto farmacéutico, pero esquive asuntos mayores, como la “ingeniería de la asistencia en el Sistema Nacional de Salud, que es donde hay verdaderos ahorros”. La alternativa es, en su opinión, controlar el gasto en los hospitales, más que con una central de compras, haciendo un buen uso de los medicamentos, e invirtiendo en diagnóstico personalizado.
Sobre este asunto, el director de El Global, José María López Alemany, subrayó que el problema principal es que las “medidas sobre la demanda tienen un recorrido a medio o largo plazo”. Tras una revisión rápida del texto, López Alemany destacó que una de las medidas que más ahorro generarán es el proceso de desfinanciación de fármacos, que “equiparará la cartera de prestaciones farmacéuticas a las de otros países”. En cualquier caso, hizo hincapié en que vuelven a poner el acento en el gasto farmacéutico, con el riesgo que conlleva para el sector. “Hay que tener cuidado —alertó— porque al final vamos a tener que rescatarlo, si llega un momento en el que esté tan falto de recursos que haya que introducir dinero para que pueda subsistir, aunque esperemos que no sea así”.