Recortes/ El anuncio de ZP desconcierta al sector, que ignora tanto el porcentaje exacto como la parte de las retribuciones que sufrirá el ajuste
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La OMC calcula que podría llegar al 10% del sueldo y espera que no se aplique también a las retribuciones complementarias
UGT y CC. OO. convocan movilizaciones y una huelga de funcionarios el 2 de junio, mientras la Permanente de CESM decide su postura
E.M.C.
Madrid
El anuncio del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de reducir a partir de junio en un 5 por ciento como media el sueldo de los funcionarios públicos españoles ha disparado la alarma entre la profesión médica, que considera que la medida será especialmente dura para el sector sanitario y sus profesionales. A falta de datos concretos sobre la rebaja, ya que no se conoce con exactitud ni el porcentaje de descuento que se aplicará, que será superior al 5 por ciento en los tramos más altos, ni la parte del sueldo que se verá afectada, los profesionales ven ante sus ojos la posibilidad de perder de un plumazo los logros alcanzados en los últimos años.
El secretario general de la Organización Médica Colegial, Serafín Romero, ha recalcado a GACETA MÉDICA la excesiva dureza de esta medida. Aunque por ahora se desconoce si se aplicará también sobre los complementos, la OMC estima que la reducción podría situarse alrededor del 10 por ciento, lo que dejará a los facultativos en una situación delicada. El Foro de la Profesión analizará la medida y adoptará una postura común al respecto a finales de la semana próxima.
Romero coincide con el secretario general de la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM), Patricio Martínez, en su temor de que la degradación de las condiciones salariales de los médicos pueda aumentar el déficit de profesionales que sufre nuestro país. Un punto que ha desmentido el mismo secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, que descarta que se produzca fuga de facultativos e investigadores, por la rebaja retributiva.
El sindicato de médicos también ha convocado reuniones urgentes de los Comités Permanente y Ejecutivo para adoptar una postura común. Al cierre de esta edición, se desconoce si se sumarán a las protestas promovidas por la Federación de Servicios Públicos de UGT y el Área Pública de Comisiones Obreras, en la que está integrada la Federación de Sanidad y Servicios Sociosanitarios, que contempla movilizaciones a partir del día 20 de mayo y un paro general del sector público para el próximo 2 de junio, sin descartar la huelga general. El llamamiento incluye a los más de 120.000 especialistas del Sistema Nacional de Salud.
Martínez denuncia la preocupación la preocupación de la organización ante lo que considera una medida profundamente injusta fruto de un Estado “intervenido” y destaca el desconcierto del sector ante una medida que considera injusta en un sector que lleva años practicando una economía “absolutamente restrictiva” con buenos resultados y un 2 por ciento menos del PIB que otros países en sus presupuestos. Aun así, recalca: “Sabemos la música, que no nos gusta, pero no la letra”.
Desde UGT, Pilar Navarro, secretaria del Sector de Salud y Servicios Sociosanitarios y Dependencia de la FSP, asegura a GM que “faltan explicaciones” de la Administración para valorar el impacto en la sanidad. El sindicato ha pedido la convocatoria de la mesa general de la función pública para ver cómo se operan los recortes. En cualquier caso, denuncia que “vulneran claramente los acuerdos suscritos en un contexto de crisis en el que ya había contención solidaria” y añade que la medida “quiebra no sólo la negociación colectiva, sino también la confianza”. La Federación de Sanidad de CC.OO. también espera conocer los detalles para valorar el alcance de la “agresión sufrida”.
Sociedades científicas como Semergen y otras entidades colegiales, como la de enfermería, admiten con resignación la medida. El presidente del Consejo General de Enfermería, Máximo González Jurado, asegura que “aceptarán el esfuerzo económico”, siempre y cuando se extienda a todos los organismos públicos e incluso a la empresa privada.
A estas alturas, muchos dudan de las palabras de la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, sobre la bajada salarial. Se cuestiona que sean equilibradas y, sobre todo, que vayan a fortalecer el SNS.
