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La Radiología española ha ‘conquistado’ la última edición del congreso anual de la Sociedad Americana de la especialidad. Si acudir a este congreso ya tiene un gran valor, más aún lograr la máxima distinción y el reconocimiento de la organización, tal y como ha sucedido con dos trabajos realizados por médicos del Servicio de Radiología del Hospital Severo Ochoa de Madrid.
El primero de ellos —de Javier Fernández Jara, residente de tercer año, titulado “La importancia de las pruebas de diagnóstico por imagen en el manejo de la apendicitis aguda” y que despertó gran expectación— mostró los resultados de un estudio retrospectivo sobre 165 pacientes con apendicectomía en 2010.
Así, diferenció entre los participantes aquellos que tenían prueba de imagen y los que no, con el fin de comprobar la eficacia de esas pruebas en el tratamiento de la apendicitis. Tras analizar un total de 165 apendicectomías por sospecha de apendicitis aguda vio que el 70 por ciento tuvieron pruebas de imagen. Dentro de este grupo, a un 72 por ciento se les realizó ecografía; a un 20 por ciento, ecografía y TAC, y al 8 por ciento sólo TAC.
“La conclusión principal —subraya Fernández Jara— es que siempre que se tenga sospecha de apendicitis habrá que empezar con una ecografía. Si el caso no está claro será entonces cuando se deba recurrir a otras pruebas”. En este sentido, es preciso recordar que la ecografía no radia y es más barata que la TAC.
Los resultados del estudio muestran que la tasa de apendicectomías negativa del hospital fue de 3,6 por ciento, lo que está más o menos en rango con lo publicado en la literatura.
En opinión de Fernández Jara lo que impactó a la Sociedad Americana de Radiología fue el hecho de realizar ecografías para el diagnóstico de esta patología en vez de el TAC “como suelen hacer ellos, además de comprobar los buenos resultados que tenemos con esta prueba”, asegura. Y es que, comparando cifras y extrapolando datos, en Estados Unidos hay un 86 por ciento de pruebas de imagen para detección de la apendicitis. Y de ese 86 por ciento, el 91 por ciento se trata de TAC.
La ecografía es útil sobre todo en gente joven porque además de ayudar en el diagnóstico es un método que sirve para descartar otras patologías.
Un tapón para hernioplastias
La segunda galardonada fue Jimena Cubero, que un póster sobre los hallazgos en Tomografía computarizada (TC) multidetector, pre y post quirúrgicos, en las hernias inguinales y que recibió el premio Magna Cum Laude. “Seleccionar tu trabajo en un congreso de estas características es algo muy importante, pero que además que te premien con la máxima distinción es algo extraordinario”, asegura.
En colaboración con el Servicio de Cirugía y, especialmente, con el doctor Bujalance, Cubero realizó una revisión de la anatomía de la región inguinal, los tipos de hernia que existen, los tipos de técnicas quirúrgicas (hernioplastias) y los cambios normales posquirúrgicos que se pueden ver en un TC multidetector. Para ello, incluyó unos dibujos realizados por ella misma que explicaban didácticamente todos los hallazgos.
Hay que subrayar la explicación en el trabajo de una técnica novedosa como es la introducción de un tapón de malla en las hernioplastias que da una imagen muy confusa para los radiólogos ya que es muy similar a las adenopatías patológicas. De ahí que en enfermos oncológicos que hayan sufrido este tipo de cirugía se puede errar fácilmente tanto en el diagnóstico y en el estadiaje de un tumor como en su seguimiento.
Además, explica como diferenciar entre los cambios normales y las adenopatías con el fin de evitar falsos positivos.