Redactor jefe
de La Razón viernes, 31 de enero de 2014 h
Al PSOE le ha cogido con el pie cambiado el escándalo provocado por María Jesús Mejuto, la consejera de Salud que resultó ganadora de la oposición a la plaza de Cirugía General y Aparato Digestivo que ella misma convocó cuando estaba en funciones pocos días antes de abandonar el Gobierno regional de Extremadura. Dedicado en cuerpo y alma durante años a denostar a todos los consejeros y ex consejeros populares con acusaciones muchas veces falsas, el partido ha optado ante el “caso Mejuto” por guardar un tupido velo o, incluso, por realizar, por boca de Guillermo Fernández Vara, el mentor de la ex consejera del pucherazo, una encendida defensa de la misma. Si ha ganado, es porque ella lo vale, ha venido a decir el que era considerado uno de los grandes elefantes blancos del PSOE, el mismo al que los últimos comicios truncaron su fulgurante ascenso en el partido por su campechanía y por enarbolar la bandera de la regeneración ética, y que, para más inri, fue consejero de Sanidad antes de acceder a la Presidencia de la Junta extremeña.
El doble rasero o vara de medir socialista ante tamaña cacicada —uno de los miembros del tribunal había sido además alto cargo de Mejuto en la Sanidad de Extremadura— deja en muy mal lugar a las huestes sanitarias del partido, y desmonta muchas de las críticas lanzadas contra ex sanitarios populares que se limitaron a trabajar en el sector cuando había pasado el tiempo estipulado para las incompatibilidades. ¿Por qué no puede desarrollar Manuel Lamela su actividad privada en la Sanidad o concertar con el ministerio cuando han pasado ya muchos años desde que fue consejero? ¿Por qué no puede Juan José Güemes compatibilizar su puesto en el IE Bussiness School con tareas sanitarias, si dicho plazo ya ha vencido? ¿Por qué no pasa nada en cambio ante el escándalo desatado por María Jesús Mejuto? ¿Por qué guardan silencio Trinidad Jiménez y José Martínez Olmos ante el pucherazo? ¿Por qué no braman Tomás Gómez y José Manuel Freire, aunque el escándalo no se haya producido en Madrid, mientras arremeten contra José Manuel Lasquetty por los procesos de selección que lleva a cabo para los centros sanitarios de la capital? ¿Es éste el procedimiento que defienden ambos para incorporar a los profesionales al sistema?
Si clamoroso está siendo el silencio del principal partido de la oposición ante el escándalo desatado por su ex consejera, no menos llamativo es el silencio de algunas de las principales organizaciones médicas. Se espera que la Organización Médica Colegial (OMC) de Juan José Rodríguez Sendín, la Asociación Española de Cirugía y los sindicatos médicos actúen con contundencia y condenen el proceso de selección. Su silencio confirmaría la proximidad al PSOE que el sector atribuye a muchos de sus dirigentes.
w ¿Qué alto cargo de Moncloa es partidario del reconocimiento de la especialidad de urgencias ante el que guarda silencio el Ministerio de Sanidad?
w ¿Por qué es reacio Carlos Macaya a la integración de Semes en Facme? ¿Influye en su postura la presencia mayoritaria de miembros de primaria en dicha federación?
w ¿Qué gerente ha mostrado un apoyo entusiasta a uno de sus médicos por la honestidad que está demostrando en su trabajo?
w ¿Qué médico de muy mala fama que trabajó para el PP está intentando volver a la primera línea de la política?