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El tratamiento preventivo del cáncer de mama o quimioprevención puede reducir hasta en un 65 por ciento el riesgo de padecer esta enfermedad, lo que significaría evitar más de 5.000 nuevos casos de cáncer de mama al año en nuestro país, según se desprende de un estudio del Grupo Español de Cáncer de Mama (Geicam).
Actualmente, este Grupo se encuentra precisamente involucrado en el estudio internacional ExCel, cuyo objetivo primario es demostrar la eficacia de un inhibidor de la aromatasa, el exemestano, en la prevención de cáncer de mama en mujeres de alto riesgo. En este ensayo clínico, que cuenta con una muestra de 4.560 pacientes de varios países, participan un total de 432 mujeres españolas.
En palabras de José Enrique Alés, coordinador del estudio ExCel y coordinador también del Grupo de Trabajo de Quimioprevención del Geicam, “se trata de una de las investigaciones más novedosas que se está desarrollando en nuestro país”. Y es que, si bien al principio el cáncer de mama se trataba cuando ya estaba diseminado y después se pasó a su tratamiento antes de que se produjera una recaída o después de la cirugía, como tratamiento adyuvante, ahora el reto está en “tratar el tumor antes de que aparezca clínicamente”, subraya Alés.
Un salto cualitativo en el manejo de la enfermedad que no solo supondría beneficios clínicos, sino también económicos, sociales y psicológicos. Además, “estos tratamientos no tienen patente, por lo que suponen un bajo coste para el sistema sanitario”, apunta Alés.
En cuanto a los efectos secundarios, este profesional destaca que la terapia profiláctica no representa ningún problema grave para la salud e insisite en sus efectos preventivos incluso en tratamientos a corto plazo, si bien reconoce que “el efecto preventivo es mayor cuanto más dura el tratamiento”.