Oncología radioterápica/ Varios estudios presentados en el Congreso Estro 29 sugieren cambios terapéuticos

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La braquiterapia o la radioterapia externa ejerce menos impacto negativo en pacientes con cáncer de próstata

Otro estudio concluye que alargar la terapia adyuvante con tamoxifeno en cáncer de mama reduce recidivas

| 2010-09-17T17:49:00+02:00 h |

El Instituto Catalán de Oncología (ICO) ha incorporado en su centro de Barcelona el acelerador lineal para el tratamiento de radioterapia más moderno que existe, el TrueBeam, presentado durante el congreso. Es el segundo equipo de sus características que se instala en Europa (el otro está en Zurich), y el tercero del mundo, después del inaugurado la pasada primavera en el Memorial Sloan-Kettering Cancer Center de Nueva York.

Según han informado desde el ICO, entre sus ventajas destaca que es más preciso y seguro que los anteriores y permite tratar tumores más pequeños y/o localizados en zonas sensibles. Además, aporta una mayor seguridad y ahorra efectos secundarios.

Está específicamente diseñado para la radioterapia estereotáxica extracraneal, una técnica muy precisa para aplicar elevadas dosis de radiación en una zona muy concreta, y que se utiliza básicamente en cáncer de pulmón, hígado y óseo.

“El paciente quiere curarse, pero no a cualquier precio, y valora cada vez más la buena calidad de vida”, explica Ferran Guedea, jefe del Servicio de Oncología Radioterápica del centro ICO de Hospitalet de Llobregat-Barcelona y copresidente del comité organizador del congreso.

Cecilia Ossorio

Barcelona

Los pacientes con cáncer de próstata localizado sometidos a una prostatectomía radical (mediante laparotomía media) presentan una calidad de vida inferior que aquellos a los que se trata con braquiterapia o con radioterapia externa (conformacional tridimensional 3D-CTR).

Lo confirma un estudio prospectivo con un seguimiento de tres años coordinado por el Instituto Municipal de Investigación Médica (IMIM) de Barcelona, presentado durante el 29º Congreso de la Sociedad Europea de Radiología Terapéutica y Oncología (Estro).

Según explicó Ferran Guedea, presidente de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR) y firmante del estudio, el objetivo era comparar el impacto de la calidad de vida en el paciente de cada uno de los tres tratamientos, y para ello se realizaron entrevistas telefónicas a un total de 435 pacientes divididos en las tres ramas, antes y después de las terapias.

“La conclusión de este trabajo es muy clara, con resultados excelentes de control de la enfermedad en todos los casos, superior a un 85 por ciento, el grupo de pacientes a los que se practica prostatectomía radical presenta una tasa de incontinencia urinaria mayor y de disfunción eréctil comparado con los otros dos grupos”, detalló Guedea. Aunque el grado de diferencia es mayor al principio, se mantiene a los tres años, y por ello el experto hizo hincapié en la importancia de que tanto paciente como profesional se sensibilicen ante estos aspectos a la hora de tomar una decisión terapéutica.

En este estudio han participado un total de 11 centros españoles, y en la actualidad se está llevando el mismo seguimiento a cinco años, que “van por la misma línea”, si bien aún no hay datos.

Estudio Atlas

Por otro lado, Jean Bourhis, del Instituto Gustave Roussy (Villejuif, Francia) y presidente de la Estro, presentó el estudio Atlas, liderado por Christina Davies, de la Unidad de Ensayos Clínicos de la Universidad de Oxford (Reino Unido). Con 11.607 mujeres de 38 países, se ha comparado la eficacia de alargar del tratamiento estándar (tamoxifeno) de cinco a diez años en cáncer de mama con receptores estrogénicos positivos.

“Del trabajo se concluye que obtiene mayor beneficio el grupo de pacientes que recibe tamoxifeno durante 10 años, porque hay una disminución de un 10 por ciento en las recidivas locales”, explicó Bourhis. A este respecto, Guedea subrayó la importancia de este cambio de concepto, recordando que este tratamiento comenzó con una duración de un año, hasta que se demostró “que era mejor de tres años, después cinco años, y ahora 10”. Ahora bien, son necesarios más estudios que corroboren esta teoría.

Arcon en cáncer de laringe

En lo que respecta a cáncer de laringe localmente avanzado (tumores T2 a T4), un estudio holandés liderado por Hans Kaanders, del Radboud University Nijmegen Medical Center, ha concluido que el estado de oxigenación (grado de hipoxia) del tumor primario determina la respuesta a un tratamiento, el protocolo denominado Arcon (basado en radioterapia acelerada, más cabógeno más el fármaco radiosensibilizador nicotinamida).

En un primer estudio su grupo ya demostró que este protocolo permitía un control de la enfermedad de un 80 por ciento, y ahora el objetivo ha sido comparar este protocolo con el estándar (68Gy de radioterapia acelerada), con 174 pacientes en la rama estándar, y 171 en la experimental. Los investigadores comprobaron que los efectos secundarios agudos y tardíos fueron igual en ambos brazos, así como el alto porcentaje de control de la enfermedad. En cambio, Arcon fue más beneficioso en el grupo que presentaba ganglios.

A partir de estos resultados, Kaanders realizó un estudio complementario con otro radiosensibilizador, pimonidazole, y comprobó que Arcon es especialmente efectivo en aquellos tumores con muchas células hipóxicas.