20-N/ Las CCAA obtendrían 700 millones si mejoran la gestión de cobros a terceros
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El candidato socialista aseguró que el sector público atiende “lo más difícil”
El IDIS exige que el sector privado deje de ser “víctima de la demagogia política”
E.M.C.
Madrid
La defensa de la sanidad pública frente a las “aventuras privatizadoras” se ha convertido en uno de los vértices del discurso del candidato socialista a la presidencia del gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba. Tras la propuesta de eliminar los beneficios fiscales del impuesto sobre las primas de seguro de asistencia, contemplada dentro de su estrategia para garantizar la suficiencia financiera del sistema sanitario, con el argumento de que habrían reducido la recaudación en 319 millones de euros en 2011, Rubalcaba ha vuelto a cargar las tintas contra el sector privado durante su intervención en el desayuno organizado por Europa Press la semana pasada.
Esta vez, el candidato estableció un símil entre la sanidad y la educación y aseguró que el sector público “se queda con lo más difícil”, argumentando que los tratamientos más costosos, como la quimioterapia, son derivados a los hospitales públicos por la crisis. Según sus palabras, recogidas por EP, “el riesgo es que en unos años tengamos una tensión que puede acabar con una sanidad pública deteriorada que no puede pagar aquello que le llega de una sanidad privada que para mantener el negocio tiene que quitarse lo más caro de encima”.
Cobros a mutuas
En cualquier caso, la queja por el trasvase de pacientes de las aseguradoras y las mutuas a la sanidad pública también es anterior. De hecho, Rubalcaba ya había contemplado que mejorar la gestión de cobros del SNS a terceros (aseguradoras, mutuas, etc.) permitiría aumentar los ingresos de los servicios autonómicos en 700 millones de euros, según recoge el documento en el que el candidato expone sus propuestas de financiación sanitaria, entre las que también figura el aumento en un 10 por ciento de los impuestos sobre alcohol y tabaco, que permitiría ingresar mil millones de euros adicionales.
Desde el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS) su secretario general, Juan Abarca, acusa al socialista de convertir la sanidad privada en una “víctima de la demagogia política”. El sector, aseguran, realiza más del 20 por ciento de los tratamientos de quimioterapia, una cifra proporcional a la actividad asistencial. Con declaraciones de este tipo, insiste, sólo se consigue “hacer mucho daño a un sector que genera riqueza, está creando puestos de trabajo y está aguantando bien la crisis”.
Asimismo, el IDIS ha reclamado a Rubalcaba la reevaluación de su propuesta de eliminar los beneficios fiscales de los seguros privados, medida que, en su opinión, sobrecargaría el sistema público y supondría un coste real muy superior al ahorro estimado. Incluso la propia Confederación Estatal de Sindicatos Médicos, CESM, a través de las palabras de su secretario general, Patricio Martínez, considera que sería “una equivocación gravísima”, y que “supondría la bancarrota total que las entidades de seguro libre entraran en el sistema”.
¿Cómo?
Más allá del papel que el candidato socialista reserva al sector sanitario privado, la propuesta de Rubalcaba para controlar los costes estructurales del sistema, condicionados por el envejecimiento y el coste tecnológico, traza cinco líneas de actuación, una de ellas en el capítulo de recursos humanos, según el citado documento.
En este punto, su objetivo sería estimular el compromiso y la eficiencia en el ejercicio profesional, para lo cual trataría de promover un acuerdo social que impulse una gestión más eficiente, pero también de reforzar el vínculo entre decisiones clínicas y la evidencia científica, además de mantener y mejorar la formación, todo ello sobre la base de una planificación conjunta de RR HH. El candidato abogaría, de esta forma, por modernizar el sistema de gestión de recursos humanos impulsando el reconocimiento profesional y la productividad.
Otra línea abordaría la mejora de los sistemas de atención, con mayor protagonismo de la atención primaria, estrategias de coordinación socio-sanitaria y la redirección del modelo actual hacia la cronicidad.
Además, Rubalcaba plantea garantizar la sostenibilidad a largo plazo mejorando la eficiencia y reduciendo costes, a través del fomento de la compra centralizada y productos sanitarios, pero también partiendo de la creación de un instituto de calidad y excelencia clínica similar al NICE británico. Iniciativas que canalizaría a través de la cooperación entre gobierno y comunidades autónomas.
Por último, el candidato defiende la necesidad de orientar el sistema sanitario a la prevención, utilizando como herramienta el desarrollo de la Ley general de Salud Pública, y por fomentar la responsabilidad ciudadana en el buen uso de los recursos con iniciativas como la aprobación de una carta de derechos y deberes que promueva la utilización adecuada de los servicios y medidas para evitar las bajas laborales no justificadas y el uso indebido de fármacos.