En casi tres décadas no había habido novedades destacables en el carcinoma urotelial localmente avanzado o metastásico (mUC). Quizás por eso en este congreso ASCO ha querido resaltar en rueda de prensa un estudio con los resultados de la primera inmunoterapia autorizada para este tumor vesical. Datos actualizados del estudio en fase II, IMvigor210, mostraron que atezolizumab, comercializado por Roche como Tecentriq, redujo el tamaño de los tumores (tasa de respuesta objetiva) en un 24 por ciento en estos pacientes que no habían recibido tratamiento previo y que no fueron elegibles para la quimioterapia basada en cisplatino.
“La tasa de respuesta no varía mucho con respecto a lo que teníamos pero lo que sí es muy relevante es que en los pacientes que sí responden la duración es muy larga”, comentó José Luis Pérez Gracia, oncólogo de la Clínica Universitaria de Navarra. Y es que de las personas que respondieron, el 75 por ciento siguió haciéndolo y la duración media de la respuesta no se había alcanzado en el momento del análisis. Estos resultados han hecho que el fármaco sea aprobado por la FDA sin necesidad de un estudio comparativo en segunda y tercera línea. Si bien en la actualidad se está evaluando comparándolo con quimioterapia en pacientes cuyo tumor haya progresado tras recibir al menos una pauta de quimioterapia basada en platino.
Otra de las cuestiones a destacar es su buena tolerancia. “La inmunoterapia hace que nuestro sistema termine con el cáncer sin tener una toxicidad directa”, sostuvo Pérez Gracia. Atezolizumab es un anticuerpo monoclonal que actúa sobre PD-L1 cuyo objetivo es evitar que se unan a PD-1 y B7.1 sobre la superficie de los linfocitos T.
Hasta ahora la quimioterapia con cisplatino es el único tratamiento que había demostrado resultados en primera línea. “Más de la mitad de estos pacientes no eran candidatos a cisplatino. No hay un estándar de tratamiento para muchos pacientes”, señaló Arjun Vasant Balar, del Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York, autor principal del estudio, en el que han participado también siete centros españoles.
Con todo, aún fallan los biomarcadores. Si bien es cierto que las mejores respuestas se han detectado en pacientes cuyas células inmunológicas expresan PD-L1, no se puede considerar un marcador perfecto. De hecho, funciona en la mitad de los casos de los pacientes que expresan mucho esta proteína y hay en un 8-10 por ciento de los pacientes que no la expresan y sí funciona el fármaco. “Es verdad que hay un 80 por ciento de los pacientes en los que no funciona pero estos resultados no se habían conseguido nunca”, especifica el oncólogo.
También en pulmón
Además de en cáncer de vejiga, durante el congreso también se han presentado resultados de atezolizumab en cáncer de pulmón no microcítico (CPNM) metastásico. Datos actualizados del estudio Poplar muestran que el fármaco aporta una supervivencia global (SG) que aumenta a medida que se amplía el seguimiento frente a la quimioterapia docetaxel en pacientes ya tratados con una línea de quimioterapia.
“Los resultados indican que hay un beneficio respecto a quimioterapia en todos los pacientes que reciben este tratamiento, fundamentalmente en una mejoría de la supervivencia”, señala Ángel Artal, oncólogo del Hospital Miguel Servet de Zaragoza, que puntualiza que la tasa de mejora no es mayor, sino que el beneficio es más prolongado con este nuevo fármaco.
En concreto, se ha demostrado un beneficio sobre la supervivencia global de 12,6 meses y la duración media de la respuesta fue de 18,6 meses. De este modo, la FDA ha concedido a esta inmunoterapia la revisión prioritaria para pacientes con CPNM localmente avanzado o metastásico que han progresado a un tratamiento basado en quimioterapia con platino y cuya enfermedad exprese la proteína PD-L1, determinada por un test autorizado por la agencia,. Se espera que se comunique la decisión el 19 de octubre. De este modo, para Artal esta terapia presenta el beneficio añadido de que es posible determinar qué pacientes van a responder mejor, ya que en este caso sí hay un marcador con valor pronóstico, de manera que aquellos pacientes con mayor expresión de la proteína PD-L1son los que van a tener una SG más significativa a largo plazo, para ello es necesario implementar una prueba inmunohistoquímica. Asimismo, para el oncólogo, este fármaco puede ser también una buena opción en pacientes con carcinoma escamoso y no escamoso en buen estado e incluso en aquellos que tenían mutación EGFR o eran ALK-positivo y habían recibido quimioterapia y tratamientos dirigidos a esas terapias.