| jueves, 31 de octubre de 2013 h |

Es la conclusión a la que han llegado los especialistas reunidos en la III Bienal de Neumología y Cirugía Torácica celebrada en Sevilla. Concretamente, consideran, que la vacuna antineumocócica conjugada no se está utilizando en todos los pacientes con enfermedad respiratoria en los que estaría indicada y eso que el 80% de las exacerbaciones de la EPOC están causadas por el neumococo, siendo, además esta bacteria, la que produce una alta carga de morbi-mortalidad en personas asmáticas.

Los pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) tienen reagudizaciones muy frecuentes de su patología y una de las bacterias que más frecuentemente se encuentra implicada en estos episodios es el neumococo. Además, en las personas con asma se ha comprobado que la enfermedad invasiva por neumococo es más frecuente que en otros pacientes. A pesar de ello y de que existe una medida preventiva eficaz, la llamada ‘vacuna antineumocócica conjugada trecevalente’ o ‘Prevenar 13’.

En este sentido, este grupo de investigadores asegura que la vacuna no se utiliza todo lo que se debería cuando se trata de prevenir la enfermedad neumocócica invasiva en pacientes con EPOC o asma. Pues aunque la vacuna antineumocócica conjugada trecevalente ofrece unas ventajas claras sobre las vacunas antineumocócicas previas, dicen creer que está siendo poco utilizada para evitar las infecciones por neumococo en los enfermos respiratorios. Una cuestión que les ha llevado a reunirse en diversas ocasiones y cuyo futuro aún está pendiente de consenso, aunque cada vez más próximo a su completa aplicación.

Ventajas, muchas. La nueva vacuna antineumocócica conjugada trecevalente sería de gran utilidad porque podría evitar una gran parte de las exacerbaciones de la EPOC de origen infeccioso producidas por el neumococo, que causa hasta el 80% del total de las que se producen. Algo realmente trascendente puesto que cada exacerbación de la enfermedad implica un deterioro de los pacientes que, en muchas ocasiones, no se recupera. Es más, en el caso del asma, la enfermedad invasiva por neumococo tiene una alta carga de morbi-mortalidad que, se podría evitar con la inmunización de los pacientes asmáticos.

A estos resultados se suma una de las principales ventajas de la inmunización con la vacuna antineumocócica conjugada trecevalente, y es que produce memoria inmunológica. Se trata de algo que no sucede con la antigua vacuna polisacárida que, no produce memoria inmune y, por lo tanto, no protege de forma persistente en el tiempo frente a esta bacteria. Además, solo es necesaria una dosis de esta vacuna, a diferencia de lo que sucede con la de la gripe, que hay que poner cada año, porque cada año cambia el virus que produce la enfermedad. ¿Por qué no dejar de infrautilizarla y aprovechar todo su potencial?

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