Entrevista

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| viernes, 11 de febrero de 2011 h |

J. Nieto

Madrid

Al igual que la oficina de farmacia, la distribución de medicamentos se puede ver perjudicada por algunas iniciativas autonómicas que podrían repercutir de manera negativa en la sostenibilidad y cohesión de la prestación farmacéutica. Un hecho que motivó que el presidente de Fedifar, Antonio Mingorance, estampase su firma en un manifiesto que unió a esta patronal con el CGCOF, Farmaindustria y Aeseg. Esta semana El Global ha hablado con Mingorance.

Pregunta. ¿Era necesaria esta unión entre los agentes de la comunidad del medicamento?

Respuesta. Desde luego, porque la situación es muy grave. Las medidas adoptadas por el Gobierno en 2010 para rebajar el gasto público en medicamentos han situado a muchos de los agentes al borde de sus posibilidades. Las iniciativas de diferentes autonomías hurgan en la herida abierta por los RDL, al tratarse de nuevos recortes, pero, además, fragmentan el SNS, generando desconfianza e inseguridad jurídica a las empresas del sector.

P. ¿La penuria en la que están las arcas autonómicas puede propiciar un efecto contagio?

R. La situación es muy preocupante. La precaria situación de las arcas de las comunidades parece invitar a que se adopten medidas parecidas a las anunciadas. Sin embargo, espero que los gobernantes autonómicos tomen conciencia de la gravedad de la situación de los agentes y comprendan nuestros planteamientos.

P. El sector ya no pueden sostener esta situación.

R. Desde luego que no. No sin que se deteriore su nivel de servicio a la población. Si se sigue por este camino no podremos prestar el servicio que ahora prestamos.

P. Parece que se ha producido un primer movimiento del Gobierno: el recurso contra el catálogo gallego. ¿Cómo valora la decisión adoptada?

R. Creo que ha cumplido con su obligación. Cuando se vulnera tan claramente el reparto competencial del Estado, el Ejecutivo debe actuar con total contundencia. Además, en el caso del catálogo de la Xunta de Galicia se vulneran también los derechos de los gallegos a acceder a los mismos tratamientos que el resto de los ciudadanos de España, con lo que no se habría entendido que se hubiera quedado de brazos cruzados.

P. Sobre todo porque podríamos ir camino de tener 17 sistemas de salud diferentes, ¿no?

R. La prestación farmacéutica es una parte muy importante del SNS y ya no es la misma en todas las comunidades. Hoy, en muchos casos, si el mismo médico tratara al mismo paciente de una dolencia concreta en diferentes comunidades, no recetaría el mismo medicamento y, además, el paciente no recibiría la misma prestación farmacéutica.

P. Preocupante.

R. Sí, tiene una dimensión político-social que, como ciudadano, me preocupa. Además, también tiene una dimensión empresarial muy grave. Una multinacional farmacéutica o una empresa de distribución se ve obligada a utilizar estrategias diferentes para determinadas autonomías, dependiendo de las normas adoptadas por cada una de ellas. Es un problema que tiene consecuencias económicas importantes para las empresas.

P. En el manifiesto se pide que se respeten las competencias del Ministerio de Sanidad. ¿A quién se dirige este mensaje, al ministerio o a las autonomías?

R. Principalmente, va dirigido a los gobiernos de las comunidades que son responsables de las medidas que adoptan. Pero también va dirigido al Ministerio de Sanidad, como responsable de impulsar y coordinar el Consejo Interterritorial, para que redoble sus esfuerzos en favor de la cohesión.

P. También piden más recursos para financiar adecuadamente la sanidad. Vistos los presupuestos para este año, parece que esta solicitud llega tarde, ¿no?

R. Probablemente hubiera sido mejor hacerla antes, pero, en cualquier caso, esta solicitud no es nueva y hay mecanismos para que se lleve a cabo, a pesar del contenido de los presupuestos.