Las obras del nuevo Hospital La Fe tendrán un grado de ejecución del 95 por ciento a finales del mes de diciembre
La Consejería de Sanidad tiene previsto atender a unos 3.000 pacientes a diario y a un total de 759.190 a lo largo de todo el año
Toni Martínez
Valencia
Un total de 1.000 camas, la mayor parte de ellas en habitaciones individuales (993), 35 quirófanos, 70 incubadoras, 114 puestos de urgencia, 104 equipos de alta tecnología, 36 ecógrafos, 6 resonancias y 3 aceleradores lineales. Éstas son las cifras del nuevo Hospital público La Fe que se está construyendo en la ciudad de Valencia y que tiene sus obras terminadas casi al 90 por ciento.
Para garantizar la mejor y más rápida atención a los pacientes, el nuevo hospital presenta alternativas a la hospitalización convencional: en total dispondrá de 28 camas y 113 puestos para la hospitalización de día, y 30 camas y 60 puestos de recuperación en la unidad de cirugía sin ingreso. Sus instalaciones contarán con la más alta tecnología sanitaria, entre la que destacan un área de diagnóstico por la imagen con 41 salas de radiología, 16 de ecografía, 3 resonancias magnéticas nucleares y 5 equipos de urgencias; un servicio de medicina nuclear con 4 gamma cámaras, 1 ciclotrón y 1 tomógrafo por emisión de positrones; y un servicio de radioterapia oncológica que dispondrá de 4 aceleradores lineales.
Este nuevo edificio se inaugurará, presumiblemente, si las obras finalizan como está previsto en el primer cuatrimestre, durante el mes de junio, momento en el cual entrará en funcionamiento. Además se tiene prevista la conexión de la zona sur de la ciudad, donde está ubicado el hospital con una nueva línea de metro.
En el nuevo centro hospitalario se espera poder atender a más de 3.000 valencianos a diario, ya que cada día ingresarán en él 123 pacientes, y se realizarán 2.814 consultas de especialista y 118 operaciones, unas cifras que, desde la Consejería de Sanidad aseguran que “actualmente está a disposición de muy pocos centros sanitarios en toda Europa”.
Nuevo modelo
El centro se está construyendo en base a un nuevo modelo de edificio que cambia de estructura, pasando de cinco edificios distintos (pabellón general, pabellón maternal, pabellón infantil, pabellón de rehabilitación y escuela de enfermería) a un único hospital horizontal, si bien toda la atención pediátrica queda agrupada en una misma área.
Estas características arquitectónicas suponen una de las grandes mejoras, pues existen circulaciones y circuitos diferenciados para profesionales y pacientes (también entre adultos y niños) al tiempo que proporcionan una mayor eficiencia y organización. Se trata de un modelo integrado cuyo objetivo es que aquellas áreas clínicas que tienen un alto nivel de sinergias, mantengan su autonomía pero compartan conocimiento, tecnología y experiencia.
El edificio asistencial consta de tres primeras plantas comunes (sótano, planta baja y primera en las que se encuentran la mayor parte de los servicios centrales), sobre las que se levantan seis torres: cuatro de ellas destinadas a hospitalización y dos a consulta ambulatoria. Este diseño horizontal responde a las necesidades de pacientes y sanitarios.
Ejemplo de ello es la cercanía de las consultas externas y las áreas de pruebas funcionales. Además existen accesos separados, para trabajadores, urgencias, pacientes de actividad ambulatoria y visitas a pacientes ingresados. En el interior del edificio habrá más de 70 ascensores y escaleras mecánicas.
