Cardiología/ Resultados del estudio Darios realizado por la SEC con 24.670 personas

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Redacción Madrid | viernes, 02 de marzo de 2012 h |

El 31 por ciento de la población adulta española padece síndrome metabólico (SM). Así lo asegura el estudio Darios, liderado por el Instituto de Investigación Hospital del Mar de Barcelona (y financiado mediante una ayuda no condicionada de AstraZeneca), que se ha basado en 11 estudios poblacionales desarrollados en nuestro país durante la primera década del siglo XXI y en los que han participado 24.670 personas de edades comprendidas entre los 35 y 74 años.

Hasta ahora se consideraba que una persona padece SM cuando presenta tres de los cinco criterios siguientes: glucemia elevada, presión arterial sistólica o diastólica elevada, HDL colesterol disminuido, triglicéridos elevados y medidas de perímetro abdominal por encima de los 102 cm en hombres y de los 88 cm en las mujeres.

Pues bien, el Darios es el primer estudio que ha actualizado la prevalencia de SM en España siguiendo la nueva definición acuñada por la OMS de este síndrome y que excluye a todos aquellos individuos que ya padezcan o hayan padecido alguna enfermedad cardiovascular (CV) o diabetes. Así, mediante esta nueva definición, llamada síndrome metabólico premórbido, la prevalencia en España se sitúa en el 26 por ciento de los hombres y el 24 por ciento de las mujeres.

SM premórbido

“Esta nueva definición permite centrar el uso clínico del síndrome en la prevención primaria de la diabetes y la enfermedad cardiovascular, además reduce la población diana y la delimita a una edad más joven”, asegura Daniel Fernández-Bergés, cardiólogo del Hospital Don Benito-Villanueva de Badajoz y uno de los autores del estudio.

Del total de población estudiada, 7.832 personas padecían SM, con una prevalencia superior en hombres (32 por ciento frente a 29 en mujeres). “Un aspecto que nos llamó la atención a los investigadores fue que, aunque la prevalencia era mayor entre los hombres, a partir de los 55 años, ésta se igualaba entre ambos sexos, y a partir de los 64 años, se duplicaba entre las mujeres”, afirma el especialista, que también es miembro de la Sociedad Española de Cardiología.

“Este hecho podría explicarse por la protección estrogénica del sexo femenino durante la etapa fértil, que desaparece a partir de la menopausia”, continúa el experto.

Otro aspecto importante que ha estudiado Darios —publicado en la última edición de Revista Española de Cardiología— es el riesgo coronario a diez años de las personas con SM. Así, este riesgo fue significativamente mayor entre los hombres, con un ocho por ciento, que entre las mujeres, con un cinco por ciento.

A pesar de ello, las mujeres con SM tienen 2,5 veces más probabilidades de sufrir una enfermedad CV en comparación con las que no padecen el síndrome. Sin embargo, entre los hombres, esta probabilidad se multiplica únicamente por dos.

“Estos datos son de vital importancia ya que se ha comprobado que la detección precoz de SM es muy útil en prevención primaria de eventos cardiovasculares. Muchas de las personas con SM hacen una vida normal y no tienen consciencia de que el efecto sumatorio de estos factores se traduce en un aumento considerable del riesgo de presentar una enfermedad cardiovascular y/o de desarrollar diabetes”, avisa Fernández-Bergés.