OMC/ El nuevo Consejo General de la Profesión Médica aprueba las incompatibilidades para presidente, secretario y tesorero en su reforma estatutaria
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La reducción de las secciones colegiales se ha llevado a cabo de forma “poco transparente, democrática y elegante”, según Josep Fumadó
Serafín Romero asegura que la Permanente seguirá contando con los vocales en el Pleno, aunque se haya limitado su participación en éste
MÓNICA RASPAL
Madrid
El periodo de paz y consenso quereinaba dentro de la Asamblea de la Organización Médica Colegial (OMC), sin apenas voces discrepantes durante los últimos dos años, parece haber llegado a su fin. La reducción del número de vocalías de nueve a siete —fusionando las dos de Primaria (Rural y Urbana) y de Medicina Privada (por Cuenta Ajena y Propia)— y su pérdida de representatividad en el Pleno —al que sólo acudirán cuando éste lo requiera— aprobadas en la última Asamblea como parte de la reforma de los nuevos estatutos han despertado el malestar de sus representantes, pues consideran que se ha llevado a cabo “con nocturnidad y alevosía” de una forma “poco transparente, democrática y elegante”.
Así lo define al menos Josep Fumadó, vocal de médicos de AP Rural, apuntando que su disconformidad se centra sobre todo en los métodos empleados, no en la reducción de las secciones en sí. “Ni siquiera nos han dado el derecho a defenderlas. En el primer borrador no se incluía este punto, sólo en el segundo que la Comisión de Estatutos presentó en la Asamblea, con derecho a votar pero no a discutir. Algunos miembros de la Permanente ni siquiera conocían esta propuesta. Ha sido una encerrona”, critica.
Pérdida de diversidad
A su juicio, un cambio tan importante debe ser debatido, analizando la situación de cada vocalía y su ámbito de trabajo pues, especialmente en un colectivo tan grande como el de los médicos de familia, conlleva la pérdida de diversidad de opiniones algo que “parece que no gusta” en la organización. Prueba de ello es, para Fumadó, las limitaciones impuestas sobre su participación en el Pleno, cuando ellos reclamaban incluso que se contara con ellos en la elección del Presidente de la entidad.
“Son miedos de los colegios a perder poder y que podamos influir y desequilibrar las votaciones”, agrega y apunta que están estudiando si hay alguna posibilidad de impugnar esta reforma. Por otra parte, considera innecesario ampliar la Permanente con una segunda vicepresidencia, otro de los cambios refrendado por la Asamblea. Sin embargo, para el secretario general de la OMC, Serafín Romero, esta modificación no se puede calificar de “encerrona” sino de un tema que se planteó en el segundo repaso del borrador y que ayudará a unificar pues la mayoría de los colegios no contemplan la división de las secciones en primaria ni en ejercicio libre. Además, asegura que los vocales seguirán participando en el Pleno cada vez que lo soliciten ellos mismos o la Permanente. “Será difícil no contar con su voz, para nosotros son muy importantes y seguirán teniendo un papel destacado”, apunta.
Romero destaca también la transformación de la vocalía de Médicos en Precario en la Docentes y Tutores y la de Formación en sección MIR. “Se pone en liza con ambas el papel de los residentes y de los tutores, especialmente de estos últimos, que están muy abandonados, siendo como son los que generan aptitud en los futuros profesionales”, matiza.
Incompatibilidades
Por otra parte, los nuevos estatutos contemplan que ni el presidente, ni el secretario ni el tesorero podrán compatibilizar su labor con otros cargos en colegios , sindicatos, entidades de aseguramiento o previsión social o en el Gobierno. Según Romero, alguna de las propuestas apostaba por extenderla a toda la Permanente pero se optó por limitarla a los cargos más ejecutivos, la más razonable, según su punto de vista. También se acordó que los colegios morosos no participen en las comisiones del Consejo General, sin llegar a prohibir su derecho al voto como proponía en el borrador inicial, y cambiar la denominación del Consejo, que pasará a ser de la Profesión Médica.
MÓNICA RASPAL
Madrid
El periodo de paz y consenso que reinaba dentro de la Asamblea de la Organización Médica Colegial (OMC), sin apenas voces discrepantes durante los últimos dos años, parece haber llegado a su fin. La reducción del número de vocalías de nueve a siete —fusionando las dos de Primaria (Rural y Urbana) y de Medicina Privada (por Cuenta Ajena y Propia)— y su pérdida de representatividad en el Pleno —al que sólo acudirán cuando éste lo requiera—, aprobadas en la última Asamblea como parte de la reforma de los nuevos estatutos, han despertado el malestar de sus representantes, pues consideran que se ha llevado a cabo “con nocturnidad y alevosía” de una forma “poco transparente, democrática y elegante”.
Así lo define al menos Josep Fumadó, vocal de médicos de AP Rural, apuntando que su disconformidad se centra sobre todo en los métodos empleados, no en la reducción de las secciones en sí. “Ni siquiera nos han dado el derecho a defenderlas. En el primer borrador no se incluía este punto, sólo en el segundo que la Comisión de Estatutos presentó en la Asamblea, con derecho a votar pero no a discutir. Algunos miembros de la Permanente ni siquiera conocían esta propuesta. Ha sido una encerrona”, critica.
Pérdida de diversidad
A su juicio, un cambio tan importante debe ser debatido, analizando la situación de cada vocalía y su ámbito de trabajo pues, especialmente en un colectivo tan grande como el de los médicos de familia, conlleva la pérdida de diversidad de opiniones, algo que “parece que no gusta” en la organización. Prueba de ello son, para Fumadó, las limitaciones impuestas sobre su participación en el Pleno, cuando ellos reclamaban incluso que se contara con ellos en la elección del presidente de la entidad.
“Son miedos de los colegios a perder poder y que podamos influir y desequilibrar las votaciones”, agrega, y apunta que están estudiando si hay alguna posibilidad de impugnar esta reforma. Por otra parte, considera innecesario ampliar la Permanente con una segunda vicepresidencia, otro de los cambios refrendado por la Asamblea. Sin embargo, para el secretario general de la OMC, Serafín Romero, esta modificación no se puede calificar de “encerrona” sino de un tema que se planteó en el segundo repaso del borrador y que ayudará a unificar, pues la mayoría de los colegios no contemplan la división de las secciones en primaria ni en ejercicio libre. Además, asegura que los vocales seguirán participando en el Pleno cada vez que lo soliciten ellos mismos o la Permanente. “Será difícil no contar con su voz, para nosotros son muy importantes y seguirán teniendo un papel destacado”, apunta.
Romero destaca también la transformación de la vocalía de Médicos en Precario en la Docentes y Tutores y la de Formación en sección MIR. “Se pone en liza con ambas el papel de los residentes y de los tutores, especialmente de estos últimos, que están muy abandonados, siendo como son los que generan aptitud en los futuros profesionales”, matiza.
Incompatibilidades
Por otra parte, los nuevos estatutos contemplan que ni el presidente, ni el secretario ni el tesorero podrán compatibilizar su labor con otros cargos en colegios, sindicatos, entidades de aseguramiento o previsión social o en el Gobierno. Según Romero, alguna de las propuestas apostaba por extenderla a toda la Permanente pero se optó por limitarla a los cargos más ejecutivos, la más razonable, según su punto de vista. También se acordó que los colegios morosos no participen en las comisiones del Consejo General, sin llegar a prohibir su derecho al voto como proponía en el borrador inicial, y cambiar la denominación del Consejo, que pasará a ser de la Profesión Médica.